Asens no ve al Hard Rock una línea roja para pactar con el PSC
Sí lo fue en la negociación de presupuestos con ERC
BarcelonaEl Hard Rock fue la línea roja de los comunes en la negociación de presupuestos, pero podría no serlo en las conversaciones entre los de Jéssica Albiach y el PSC para investir a Salvador Illa. Su candidato a las europeas, Jaume Asens, ha abierto la puerta a suavizar el veto en el macroproyecto que les llevó a tumbar los presupuestos de la Generalitat y, de paso, a precipitar las elecciones del 12 de mayo. Los comunes pasaron de ocho a seis diputados, pero siguen teniendo la clave para formar un Gobierno de izquierdas. Y es una carta que están dispuestos a jugar, bien para entrar en un hipotético Govern presidido por Salvador Illa, bien para acondicionarlo desde fuera: "Creo que no se puede ir a las negociaciones con líneas rojas. Es una mala práctica. Vas con exigencias y tu programa, pero los programas no pueden convertirse en tablas de Moisés inamovibles", ha dicho Asens este miércoles en una entrevista en SER Catalunya.
Un giro respecto a la campaña
Los comunes allanan así el camino a un pacto con el PSC en la semana en la que deben arrancar las negociaciones por la mesa del Parlament y la investidura. Asens admitió que esto supone apartarse del programa con el que se presentaron a las elecciones, pero argumentó que los socialistas han tenido que moverse para llegar a pactos en el pasado -por ejemplo, con la amnistía- y también lo habrán que hacer ahora. "Nosotros seremos capaces de flexibilizar nuestras posiciones, pero también el PSC", ha dicho.
Los comunes hicieron de la suya oposición a los macroproyectos una de sus principales banderas cara al electorado y, de hecho, cargaron duramente contra Salvador Illa por su defensa del Hard Rock, la ampliación del aeropuerto de Barcelona y la B-40 en el Vallès. "Parece más el líder de una cementera de los años 80 que el de un partido socialdemócrata", llegó a decir Albiach en campaña. La misma candidata insistió en varios actos en que un Gobierno que impulsara el Hard Rock no sería "progresista" y, por tanto, no tendría sus votos. Así lo reiteró en una entrevista en el ARA en la que resaltó que autorizar un macroproyecto como éste dispararía las ludopatías, la inseguridad y la precariedad. "Va en contra de cualquier lucha contra la emergencia climática. Quiero un Gobierno progresista, no estar para estar", dijo. ¿Un ejecutivo que impulsase al Hard Rock no tendría el voto de los comunes porque no sería progresista? "Exactamente", respondió.
Las críticas después de las palabras de Asens no se han hecho esperar. La consellera de Economia, Natàlia Mas, les ha reprochado el cambio de postura respecto de la negociación de presupuestos: "Un ejemplo del cinismo que aleja a la gente de la política", ha lamentado.
También el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, ha criticado que levanten el veto en el Hard Rock después de obtener el "peor resultado electoral" de la historia del espacio en Catalunya -y romper la coalición con Podemos- para pedir "silla en el gobierno de Isla". Los comunes aún no han aclarado si aspiran a entrar o no en un hipotético Gobierno de los socialistas, que a la espera de empezar las reuniones de negociación se inclinan por un ejecutivo en solitario.
A raíz de las críticas, y en un mensaje a X, Asens matizó sus declaraciones y aseguró que lo que defiende es afrontar la negociación con una "actitud flexible, pero sin renuncias". "El PSC aceptó una amnistía que no quería. Ahora es necesario que acepte que el Hard Rock no tiene cabida en la Catalunya de hoy. Dejemos a los negociadores trabajar", ha añadido.
¿Puesto de acuerdo?
De cara a la negociación, los comunes podrían encontrarse con unos aliados inesperados para hacer pinza contra el Hard Rock: Izquierda. El Gobierno de Pere Aragonès cedió ante el PSC a impulsar el proyecto en el pacto de los presupuestos del 2023, lo que obligó a los republicanos a no poner bastones en las ruedas a su tramitación desde el Govern. Pero en campaña se comprometieron a batallar por un país "libre de casinos" e hicieron suya la propuesta de los comunes de revertir la rebaja fiscal al juego que entrará en vigor el día en que el Hard Rock abra las puertas, lo que dificultaría la viabilidad económica del proyecto. Éste podría acabar siendo un punto de encuentro entre los tres partidos, dado que en campaña el PSC también se abrió a estudiar reformas fiscales respecto al juego. Lo que Isla ha rechazado a toda costa es frenar la tramitación administrativa de un proyecto que, según reivindica, tiene el apoyo del territorio y no puede ser detenido arbitrariamente por la Generalitat.