Los comunes se juegan todo en la guerra contra los macroproyectos

Albiach ha prometido en campaña detener el Hard Rock, la ampliación del aeropuerto y la B-40

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Albiach, junto a Díaz, en Tarragona este domingo

BarcelonaEn las semanas previas a la votación de los presupuestos fallidos que precipitó la convocatoria de elecciones, la mayor parte de los rivales políticos de los comunes daban por hecho que los de Jéssica Albiach acabarían bajando del burro y facilitarían su aprobación aunque el Gobierno no renunciara a salir adelante el Hard Rock. No fue así: los comunes aguantaron la posición hasta el final y rechazaron la última propuesta del ejecutivo, que incluía estudiar una posible moratoria a macroproyectos y reformas fiscales de la mano con el PSC. Lo que fue un revés en su momento –los sindicatos no escondieron el malestar por cómo acabó el sainete presupuestario– se ha convertido en una de las banderas electorales de los comunes, que precisamente arrancaron la campaña del 12-M en Reus, en la circunscripción de Tarragona. Es donde, por cierto, el partido está pugnando por mantener o incluso hacer crecer su escaño –y donde sus juventudes han aprovechado para repartir preservativos contra el macrocasino.

En campaña, los comunes ya han prometido que, si gobiernan, no habrá Hard Rock, pero tampoco ampliación del aeropuerto de Barcelona ni ronda Norte en el Vallès, ni siquiera el tramo que ya ha apalabrado y presupuestado el gobierno español del PSOE y Sumar, entre Sabadell, Terrassa y Castellar del Vallès. Son proyectos que, a juicio de la formación, responden a modelos productivos que concentran la riqueza "en pocas manos", tal y como subrayan en su programa, y ​​no tienen en cuenta ni la emergencia climática ni la "presión turística" ha en Cataluña, otro de sus caballos de batalla en Barcelona con Ada Colau.

Aeropuerto, Hard Rock y B-40 son los tres grandes proyectos que el PSC puso sobre la mesa para aprobar los presupuestos catalanes del 2023. A diferencia de lo ocurrido este año, en aquella ocasión los comunes votaron a favor, argumentando que las cuentas no preveían destinar ni un euro. Sin embargo, también apoyaron a los anteriores, cuando había una partida de 120 millones para que el Gobierno comprara los terrenos del casino, propiedad de CriteriaCaixa, y los reviniese a los promotores del complejo. ¿Por qué este año no pasaron por el aro? Catalunya En Comú defiende que, en un contexto de sequía, era imperativo vetar un proyecto que consumiría tanta agua como una ciudad de 30.000 habitantes, según sus cálculos; pero fuentes del partido tampoco escondían que esta vez no debían conciliar posiciones para obtener el seno de ERC en las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona, ​​donde ya no gobiernan.

El choque con el PSC de Isla

De cara al escenario poselectoral, la oposición frontal de los comunes a los macroproyectos dificulta posibles pactos con el PSC, sus aliados en el gobierno español y ex socios en el Ayuntamiento de Barcelona. Ahora lo aprovechan como reclamo electoral para distanciarse de los socialistas en clave ecologista. En un mitin este sábado en El Prat, Albiach acusó a Salvador Illa de parecer más "el líder de una cementera" que de un partido socialdemócrata y de ser el principal embajador político de infraestructuras del pasado en lugar de apostar por los trenes y para limitar el turismo. La elección de Lluís Mijoler, alcalde de El Prat, como número 2 de la candidatura de Albiach tampoco es casual, y obedece, entre otros, a la voluntad de situar junto a la candidata una de las caras más visibles de la lucha contra la ampliación del aeropuerto, según fuentes del partido.

Y este domingo quien cargó contra el Hard Rock fue directamente la vicepresidenta española, Yolanda Díaz, que gobierna con el PSOE. En un acto de los comunes en Tarragona, la líder de Sumar ha pedido "coherencia" al PSC por su apoyo a un "gran macrocasino" que el PSOE y "incluso Felipe González" rechazaron para la Comunidad de Madrid en referencia a Eurovegas. Díaz ha preguntado "qué esperanza" transmite "decir a la ciudadanía de Tarragona que para paliar la situación de desempleo la propuesta que se hace es un macrocasino que ya se rechazó en Madrid". "Es mirar al pasado con una propuesta fallida", sentenció.

A lo largo de la legislatura, únicamente la CUP ha apoyado a los comunes en su guerra contra los macroproyectos. Esquerra, ligada por sus pactos y por las responsabilidades de Govern, también se ha sumado al rechazo durante la campaña, donde han reivindicado un país "libre de casinos". En este movimiento los comunes ven una debilidad que han aprovechado para acusar a Pere Aragonès de haber actuado hasta ahora al dictado "del PSC y de la patronal".

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