Los cuatro escenarios electorales en juego de las elecciones madrileñas

Los sondeos apuntan a una victoria del PP y Vox, pero también se podría producir un empate entre bloques, que gane la izquierda o que Cs tenga la llave y no desaparezca

Los candidatos a las elecciones en Madrid, antes de empezar el debate a Telemadrid

MadridLos madrileños están llamados este martes a las urnas en una jornada totalmente atípica: por primera vez desde el 1987 se votará durante un día laborable –en Catalunya ya pasó en diciembre del 2017 en las elecciones convocadas por Rajoy a través del 155– y se pueden formar largas colas debido a las medidas sanitarias anticovid. Está en juego no solo el gobierno de la Comunidad hasta el 2023, cuando obligatoriamente habrá que volver a las urnas, sino también una redefinición del mapa político español. La participación será una de las claves para provocar un posible cambio de tendencia que permita a la izquierda volver a gobernar después de más de 25 años.

Tradicionalmente, la abstención ha sido la principal aliada del PP para que pudiera mantener sus políticas neoliberales. La izquierda madrileña está representada por tres partidos, pero como no ha parado de repetir el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, realmente la conforman dos bloques: quien vota y quien no vota. El PSOE, Más Madrid y el partido morado ponen sus esperanzas en una gran movilización de la izquierda para conseguir un cambio de poderes, pero las encuestas muestran también una alta movilización de la derecha. Los escenarios electorales que están en juego son cuatro: el principal, una victoria del PP y Vox, pero también podría haber un empate entre bloques, que gane la izquierda por sorpresa o que Ciudadanos dé la sorpresa y no desaparezca.

Mayoría absoluta de la derecha

Vox tendrá que decidir si entra o no a gobernar con Ayuso

La mayoría de encuestas han pronosticado hasta el último momento una victoria de la suma del PP y Vox. Isabel Díaz Ayuso ha repetido hasta la saciedad que lo que quiere es una mayoría absoluta para evitar "tutelas", pero el hecho es que ha acabado adaptando ya su programa electoral a las posibles futuras exigencias de la extrema derecha. Son ejemplos de esto reducir el número de diputados de la Asamblea de Madrid (en estas elecciones crece de 132 a 136 y el PP propone rebajarlo a 101), facilitar las objeciones a la ley de la eutanasia o implementar un programa educativo para los menores extranjeros no acompañados y un plan antiocupación de viviendas.

Vox tiene en sus manos decidir si entra a gobernar con Ayuso o bien la aboca a un gobierno frágil y en minoría. Es la principal decisión en juego este 4-M: si la extrema derecha finalmente toma las riendas del poder y condiciona al PP hacia un perfil todavía más duro. Esto sumado al hecho de que si Ayuso gana la partida a todo o nada que ha planteado –si la izquierda se impone no está claro su futuro–, el líder estatal del PP, Pablo Casado, lo celebrará como el primer paso para conseguir de nuevo la Moncloa, pero a la vez tendrá que hacer frente a una nueva corriente interna dentro del partido: el ayusismo.

Empate entre bloques

Hay que superar los 68 escaños para evitar incertidumbres

Desde el verano de 1995 –cuando el PP pasó a gobernar la Comunidad de Madrid–, el bloque de izquierdas solo ha superado una vez a la derecha: en 2003. Pero entonces el famoso tamayazo dio las llaves de la Puerta del Sol a la popular Esperanza Aguirre. Desde entonces el único momento en el que el PSOE, Podemos e IU estuvieron a un solo escaño de superar al PP y Cs fue en 2019, cuando el PSOE ganó las elecciones, ya con Ángel Gabilondo de candidato. Si la izquierda realmente consigue ahora movilizar al electorado pero no de forma suficiente se puede producir un escenario inédito: un empate entre bloques a 68 escaños que podría abocar a unas nuevas elecciones –a pesar de que en 2023 tiene que haber por ley una nueva cita en las urnas– o que apareciera de nuevo un tránsfuga que decantara la balanza.

Victoria de la izquierda

No ha pasado desde el 2003, cuando el 'tamayazo' la arruinó

La izquierda primero habló de la necesidad de movilizar 100.000 votos para decantar la balanza, el pasado fin de semana ya decía que solo necesitaba 50.000 y ahora cree que con 20.000 puede ser que el PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos lleguen a los 69 escaños o los superen. El candidato socialista, Ángel Gabilondo, empezó la campaña recelando de los pactos con el partido morado, pero la ha acabado con una imagen de unidad durante la manifestación del Primero de Mayo, en la que los candidatos de las tres fuerzas de izquierdas se fotografiaron juntos.

Vista la polarización y judicialización de la campaña –el PSOE ha denunciado a Ayuso por hacer un uso "fraudulento" del acto institucional del Dos de Mayo–, una hipotética victoria de la izquierda podría chocar con mucho impedimentos: impugnaciones de resultados, demoras y blindajes de las políticas populares. La izquierda lo tiene difícil pero no imposible: en 2019 se quedó a 10 puntos de la derecha en las generales de abril; en las autonómicas, a solo 3 puntos; y en las generales de noviembre, a 7 puntos. Es en las elecciones regionales, pues, cuando tiene más posibilidades.

La sorpresa de Ciudadanos

Si entran en la Asamblea tendrán la llave para gobernar

Pero puede haber una sorpresa de última hora que cambie todos los pronósticos: que Ciudadanos consiga superar la barrera del 5% de los votos y entre en la Asamblea de Madrid con al menos siete diputados –es lo que tiene la ley electoral madrileña, que una vez se supera la barrera premia con bastante representación–. Sería el único revulsivo que le quedaría a la presidenta de los naranjas, Inés Arrimadas, para garantizarse la supervivencia. Su candidato, Edmundo Bal, se ha cargado a los hombros el futuro del partido y ha hecho campaña pidiendo la reedición de un gobierno con el PP como mejor garantía para frenar a la extrema derecha, cuando justamente fue Ayuso quien los expulsó del ejecutivo madrileño.

Ahora bien, igual que pasó en Murcia, Ciudadanos podría sorprender y sumar con el PSOE y Más Madrid –el partido de Iñigo Errejón nunca le ha puesto un cordón sanitario– y decantar por primera vez la balanza hacia una gobierno de centroizquierda, aunque esto significara traicionar sus promesas electorales. El desenlace se sabrá este martes a partir de las 20 h, cuando cierren los colegios electorales. Si Cs empieza el recuento con un 2% o un 3% del voto, difícilmente podrá evitar el naufragio.

Sophia, el robot que ha instalado la Comunidad de Madrid para responder a los periodistas durante la jornada electoral del 4 de mayo.

Una robot para responder a los periodistas durante la jornada electoral

La Comunidad de Madrid ha contratado una robot para detallar de viva voz la evolución de los resultados de participación, así como el aforo en los colegios electorales -en plena pandemia- durante la jornada electoral de este martes. Se llama Sophia y tiene apariencia humana, aunque a efectos prácticos no hará nada más que repetir los resultados que se podrán ir consultando a través de la página web institucional, según aclaran fuentes del gobierno madrileño, que evitan explicar cuánto ha costado esta tecnología. "Sophia será capaz de interactuar con los periodistas, más de 160 acreditados, a través del reconocimiento facial, ya que imita gestos humanos y expresiones faciales y podrá contestar a cualquier pregunta sobre temas predefinidos, en este caso las elecciones a la Asamblea de Madrid", explica la Comunidad en una nota.

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