Díaz exhibe el apoyo sindical en Catalunya para intentar salvar la reforma laboral

La ministra de Trabajo presiona a ERC defendiendo que "no es un proyecto político, es mejorar la vida de la gente"

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La vicepresidenta española y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este miércoles con el secretario general de la UGT en Cataluña, Camil Ros

BarcelonaEl consenso por la reforma laboral que costó meses que se materializara en un acuerdo entre el ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal podría quedar ahora mismo en papel mojado porque el texto no tiene los apoyos garantizados en el Congreso. Yolanda Díaz se juega en una semana si su proyecto estrella ve la luz o tiene que acabar dando marcha atrás. ERC, el PNV y EH Bildu siguen situados en el no, pero la vicepresidenta española y cara visible de Unidas Podemos en el ejecutivo estatal está decidida a sacar adelante la reforma con la mayoría de la investidura. Con este objetivo se ha plantado este miércoles en Catalunya, reivindicando el apoyo de los sindicatos UGT y CCOO y, de paso, presionando a los republicanos. "Lo que se votará el próximo día 3 no es un proyecto político, es mejorar la vida de la gente", ha dicho en relación a las críticas de Esquerra. "El gobierno no contempla ninguna otra posición que convalidar este acuerdo", ha añadido poco rato después el presidente español, Pedro Sánchez, después de reunirse con la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, en la Moncloa.

Además de los encuentros con los sindicatos, no se han hecho públicas reuniones entre Díaz y los de Oriol Junqueras en Barcelona, pero no se descarta que las acabe habiendo. "Confío en la negociación", ha dicho a los medios la ministra, que acostumbra a reivindicar la discreción en las negociaciones, y ha recordado -eso sí- el apoyo de ERC en medidas como la ley de riders o el trabajo a distancia. En las últimas semanas se han acelerado los contactos entre el ministerio de Trabajo y los republicanos, pero no han servido para desencallar ningún acuerdo. El presidente de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, aseguraba este martes en rueda de prensa que las conversaciones iban por buen camino, pero fuentes de Esquerra consultadas por el ARA apuntaban lo contrario, que las posiciones siguen donde estaban, que el "gobierno se ha cerrado en banda" y que no se ha avanzado. Sí admitían, con todo, haberse intercambiado documentos en los últimos días para intentar acercar posiciones. ERC sigue reclamando la recuperación de las indemnizaciones por despido -un punto que cayó del acuerdo por la investidura entre el PSOE y Unidas Podemos-, un mecanismo para frenar los ERO abusivos en empresas que han recibido fondos públicos y la prevalencia de los convenios autonómicos por encima de los estatales.

El secretario general de la UGT, Camil Ros, ha reforzado la posición de Díaz lanzando un mensaje a "todas las formaciones políticas" para que la reforma laboral sea ratificada por "la mayoría de izquierdas" que facilitó "la investidura y los presupuestos". Ros ha defendido que a pesar de las carencias que señalan "algunos" en la reforma, se trata de un "acuerdo equilibrado": "La gente ganará con la reforma". La ministra de Trabajo se encontrará por la tarde con representantes de CCOO, reunión en la que reafirmará el apoyo de los dos sindicatos mayoritarios en Catalunya.

El papel clave del PNV

Además de ERC, también el PNV considera insuficiente la reforma. La formación ha avisado de que votarán en contra del proyecto si no se establece la prevalencia de los convenios autonómicos. En este sentido, fuentes del partido han explicado a Europa Press que rechazan la vía de integrar esta demanda modificando el Estatuto de los Trabajadores, como le ha propuesto el gobierno español, y piden que esto se especifique en el paquete normativo que se tiene que votar el próximo jueves en el Congreso.

El apoyo de los jeltzales también es clave para que la reforma laboral salga adelante. El PSOE ha exhibido sintonía con los nacionalistas vascos y ha hecho público que mantienen contactos con ellos para que se avengan a aprobar la norma. El grupo que lidera Aitor Esteban en el Congreso es uno de los socios predilectos de los socialistas, a diferencia de Unidas Podemos, que prefiere a ERC y EH Bildu. Pero si las preferencias no impiden el consenso, donde difieren los dos socios del gobierno de coalición es en el camino que pasa por que Ciudadanos acabe apoyando a la reforma laboral.

Los socialistas han dicho por activa y por pasiva que lo ven con buenos ojos. Sin ir más lejos, este miércoles la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, ha dado la bienvenida a los votos naranjas, y también lo ha hecho la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño: "Espero que tengamos un apoyo amplio". En Unidas Podemos, sin embargo, no quieren ni a oír a hablar de ello. De todas maneras, es cierto que con los votos de Ciudadanos no bastaría para que la reforma saliera adelante, sino que haría falta al menos la abstención del PNV y las demandas de un grupo y el otro hacen incompatible esta vía ahora mismo.

El portavoz naranja en el Congreso, Edmundo Bal, reiteraba este miércoles que en los últimos días han mantenido contactos con la parte socialista del gobierno español y recordaba que su grupo está dispuesto a dar su sí a la reforma si no se toca ninguna coma. Una tesis con la que coincide el PSOE, que recuerda que cualquier cambio tiene que ser avalado por la patronal y los sindicatos. Pedro Sánchez lo ha reafirmado también este miércoles, cuando ha puesto en valor el acuerdo y ha pedido el "máximo" apoyo de los grupos parlamentarios. En este sentido, ha recordado que en la llamada que ha mantenido esta mañana con el líder de la oposición, Pablo Casado, le ha vuelto a pedir que permita la convalidación de este decreto. El PP, sin embargo, ya ha cerrado la puerta.

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