Los comunes ponen a prueba en las urnas su 'no' en los presupuestos

Las encuestas no se ponen de acuerdo sobre cuáles serán los resultados de los comunes en estas elecciones, aunque la mayoría apuntan a que bajarían de los 8 escaños que ahora tienen en el Parlament. Los de Jéssica Albiach se enfrentaban al reto de defender su 'no' en el Hard Rock, que les llevó a tumbar en los presupuestos de la Generalitat y, de rebote, a precipitar el adelanto electoral. A diferencia de lo ocurrido en el 2021, el partido se presenta ahora sin Podemos y en coalición con el nuevo partido Sumar de Yolanda Díaz con la aspiración de ser decisivos en la formación de un próximo gobierno, que aspiran a que sea un tripartito de izquierdas.

Fuentes de los comunes detectan que el suyo es un electorado muy fiel y que, al inicio de la carrera electoral, se marcaban como objetivo ampliar su perímetro electoral para llegar hasta los 10 escaños. En Tarragona han intensificado la campaña con el fin de pasar de uno a dos diputados, precisamente por su apuesta contra el Hard Rock, y también en Girona, con el objetivo de ganar un escaño –ya que en el 2021 quedaron fuera de la demarcación de las comarcas gerundenses.

En cuanto a pactos poselectorales, Albiach se ha abierto a entendimientos con el PSC, Esquerra y la CUP, pero ha vetado alianzas por activa y por pasiva con Junts. Los comunes han aprovechado este posicionamiento para reivindicarse como la única papeleta que puede garantizar un “Gobierno de izquierdas”, algo que, a su juicio, no pueden decir ni ERC, que ha gobernado con los junteros, ni el PSC, a quienes han acusado de querer formar la "coalición del asfalto" con los de Carles Puigdemont por su apoyo a la B-40 ya la ampliación del aeropuerto de El Prat. Ahora bien, si los llamamientos del PSC al voto útil tienen éxito, los comunes podrían ver perjudicados sus resultados, lo que debilitaría a su fuerza negociadora.