¿Existe alternativa a un presidente independentista?
Barcelona¿Con quién tratará de pactar Junts después del 12-M? ¿Y el PSC? ¿ERC descartará una posible investidura de Salvador Illa? En una época sin mayorías absolutas, éstas son algunas de las preguntas que marcan la campaña e incluso los debates electorales, aunque cualquier respuesta que se dé hoy podrá ser alegremente enmendada a partir del día siguiente de las elecciones. Cuando los partidos sepan las cartas que les han repartido los ciudadanos podrán trazar la estrategia de negociación, por lo que a diez días de los comicios es imposible saber, por ejemplo, si los socialistas se abstendrían para hacer presidente a Carles Puigdemont. Sobre el papel, nunca. Y menos cuando lo más probable es que Isla sea el candidato más votado. Ahora bien, para ser presidente necesita o bien los votos del PP y Vox (que él mismo rechaza), en una operación similar a la del Ayuntamiento de Barcelona, o el apoyo de ERC o Junts (depende de los resultados, con una abstención podría ser suficiente).
Los dos escenarios son hoy difíciles de imaginar. El otro escenario es tanto o más improbable: que, a la inversa, sea el PSC quien se abstenga para que gobierne Junts o ERC. Puigdemont lo ha puesto este jueves sobre la mesa, recordándole a un renovado Pedro Sánchez (que dice que ahora quiere seguir al menos tres años más) que si él no es presidente de la Generalitat no tendrá muchos incentivos una vez pasada la amnistía para sostenerle el gobierno. Entre líneas, venía a decirle que con la abstención del PSC –y la mutua dependencia– todo estaría resuelto. Una jugada que hace preguntarse si, frente al riesgo de repetición electoral, hay alternativa a un presidente independentista.