Puigdemont remonta pero está lejos del PSC y de la presidencia

ArgelerosLa noche electoral ha sido una victoria del PSC y una derrota del independentismo, que no suma. En este panorama, la mejora de los resultados de Junts, con otros 100.000 votos y tres diputados extras (35), ha resultado estéril para la formación de Carles Puigdemont. Sobre todo por la gran diferencia respecto al PSC, que le aleja de la presidencia. Los resultados han caído como un cubo de agua fría en la plana mayor de Junts, reunida en el pabellón de Argelès, porque la mejora no ha sido suficiente para contrarrestar las cifras de Salvador Illa, que saca 200.000 votos más que su competidor. De hecho, han quedado a seis puntos porcentuales y siete diputados de distancia –42 diputados a 35 y el 27,9% de voto frente al 21,6% con el 99% del escrutinio–. No ha sido la única mala noticia para Junts: mientras la mayoría independentista no suma, el tripartito sí. Pese a que los junteros ganaron la partida a los republicanos por un margen amplio de 15 diputados y siete puntos, esta victoria particular fue exorca. El objetivo de la campaña, la restitución de Puigdemont, es complejo.

De hecho, Puigdemont ha felicitado a Isla por haber ganado los comicios, pero se ha rendido: "Estamos en condiciones de construir un gobierno sólido de obediencia netamente catalana", ha dicho en la rueda de prensa. Pero eso requeriría un entendimiento con ERC, al que le tendió la mano, pero también la abstención de los socialistas. Si bien el PSC ha quedado primero, el líder de Junts juega su fuerza en Madrid para condicionar la legislatura catalana. El expresidente ha avisado de que el tripartito sería "una mala opción para el país", aunque ha afirmado que quiere "evitar la repetición electoral".

Puigdemont ha explicado los resultados electorales del unionismo por "la españolización de la campaña" provocada por el presidente español, Pedro Sánchez, y porque "una parte importante del independentismo se queda en la abstención" como "efecto" de la desunión. Un asunto que se ha comprometido a resolver con ERC, un partido que ha sufrido una "caída" difícil de compensar, según el juntero.

El hecho es que la participación ha rozado el 58% de los electores, y ha devuelto a los niveles anteriores al Proceso. Pero el PSC logró el empuje decisivo para vencer. Por si fuera poco, la extrema derecha independentista ha entrado en el Parlament con dos diputados, aunque eso no ha hecho retroceder a Junts.

La victoria dentro del espectro independentista ha sido inoperante para gobernar y estéril para reivindicar la continuidad del Proceso y "culminar el trabajo". Con el bloque independentista trabado, ERC podría decantarse por los socialistas, pese a las condiciones del referendo y la financiación singular que plantea.

De todos modos, Junts ha vuelto a reinar en las circunscripciones de Girona y Lleida, con más de un 30% de votos. También ha dominado una treintena de comarcas, sobre todo del interior.