Meritxell Batet renuncia a repetir como presidenta del Congreso

BarcelonaMeritxell Batet no quiere repetir como presidenta del Congreso en la próxima legislatura. La actual líder de la cámara ha expresado esta voluntad a la dirección del PSOE, como ha avanzado El Confidencial y confirman fuentes del partido, después de una legislatura agitada y marcada por las tensiones con la extrema derecha y el PP. Según las mismas fuentes, Batet ha manifestado que "ha sido un gran honor haber ejercido esta responsabilidad" y mostrado su "enorme gratitud por todo el apoyo recibido durante estos años".

Por tanto, la socialista, que fue cabeza de lista del PSC el 23-J (ganó las elecciones en Cataluña con 19 diputados), no será la apuesta del PSOE para liderar la cámara el próximo 17 de agosto, cuando se constituirá la mesa del Congreso. Para poder imponerse, el bloque progresista necesita el apoyo de todos sus socios potenciales, incluido Junts. El PSOE ha ofrecido tanto a Junts como a ERC un grupo parlamentario propio. Además, fuentes conocedoras apuntan que está dispuesto a ofrecer uno de los cinco puestos que conseguiría en la mesa a un partido nacionalista, probablemente el PNV, y otro a Sumar. Batet ha manifestado a la dirección del PSOE que está "convencida de que se formará una mayoría progresista en la mesa de la cámara presidida por un candidato socialista". La ministra de Hacienda en funciones Maria Jesús Montero ha evitado este martes, en una atención a los medios, dar demasiados detalles de las negociaciones: "Pedimos discreción y prudencia". "Debemos administrar la confianza que los ciudadanos han puesto en el aval de un gobierno progresista y no daremos ningún detalle de las prestaciones ni de los grupos políticos", ha defendido.

La presidencia del Congreso es clave porque otorga al partido que la ostenta acceso a información sobre todo lo que ocurre en el legislativo pero, sobre todo, el control de los tiempos de tramitación de las leyes. La candidata del PSC ha ostentado el cargo desde mayo de 2019, cuando fue elegida (y fue reelegida después de la repetición electoral de noviembre). Como líder de la institución ha tenido que gestionar una cámara instalada en la bronca parlamentaria. Sus intervenciones se caracterizaban por las peticiones de respeto a los diputados. En una entrevista reciente con el ARA, explicó en referencia a Vox que "tener gente dentro del Parlament que no cree en las instituciones y que quiere desestabilizar esta institución es muy negativo", y extendió las críticas al PP: "Los insultos y gritos no han venido sólo de Vox , sino también del PP, que no ha estado a la altura".

También topó con varios diputados catalanes por el uso del catalán, en especial con el diputado de la CUP Albert Botran –la normativa no permite intervenir utilizando las lenguas cooficiales–, lo que generó críticas entre el independentismo. E incluso con el socio del PSOE en el gobierno español, Unidas Podemos, cuando decidió retirar el escaño a Alberto Rodríguez, después de que el Tribunal Supremo recordara que estaba inhabilitado por una condena de 45 días por agresión a un agente durante una protesta en 2014. En la nueva composición de la mesa, que ha anunciado que tendrá que afrontar importantes debates por la diversidad que la puede formar, Batet ha optado por dar un paso al lado.