Sánchez rechaza reunirse con Feijóo para tratar la investidura
El líder del PSOE y el del PP se intercambian cartas llenas de advertencias
Barcelona / MadridLa negociación para la investidura del próximo presidente español será larga y, este domingo, la atención se ha concentrado en el intercambio epistolar entre los dos aspirantes a la Moncloa: el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez. El popular le ha enviado una carta al socialista reclamándole una reunión esta misma semana para abordar su investidura. Sánchez ha rechazado la invitación. El argumento del presidente español es que primero es necesario que se constituyan las Cortes españolas –el 17 de agosto– y después, cuando el rey Felipe VI proponga un candidato a la investidura, ya se verán.
Los respectivos escritos constatan la distancia entre ambos partidos y, lo más importante, que los socialistas no tienen intención de facilitar con una abstención una investidura a los populares. El PSOE lo intentará todo para investir a Sánchez, aunque para ello tenga que negociar con Junts, partido que tiene la clave y que no le pondrá las cosas fáciles. Así pues, el PP tiene muy complicado, por no decir imposible, que Feijóo sea presidente.
Pero pese a esta dificultad, los populares quieren exhibir en público sus argumentos para que Feijóo sea presidente. Lo importante: recordar que el PP ha sido la fuerza más votada y que en España nunca ha liderado el gobierno un partido que haya quedado en segunda posición. Así pues, Feijóo expone en la carta que el PP es quien "debe gobernar" ante "eventuales combinaciones negativas que polaricen la sociedad, estropeen gravemente la cohesión territorial y lleven al límite nuestro sistema constitucional". El popular quiere un "diálogo responsable" con Sánchez porque, pese a las "marcadas diferencias" que les separan, es necesario conseguir una "estabilidad política e institucional" en el Estado. "España no merece una situación ingobernable y tampoco podemos permitirnos un bloqueo", concluye. En definitiva, le pide que el PSOE se abstenga y le ponga la alfombra roja para ser presidente.
La respuesta de Sánchez sólo ha tardado unas horas en llegar. Ha sido también a través de una carta, en su caso llena de ironías, hasta el punto de que en algún momento puede leerse con un tono de mofa. Ante todo, Sánchez celebra que el PP quiera reanudar las relaciones tras cortarlas de forma "abrupta y unilateral" cuando se pelearon por la renovación del Poder Judicial. Acto seguido le recuerda que el sistema constitucional español establece que gobernará quien tenga más apoyos en el Congreso y no quien quede primero en las elecciones. Le hace memoria incluso de cuál es el artículo de la Constitución española que lo dice –el artículo 99–. Y no se queda ahí, sino que también le recuerda que el PP, "de forma sistemática" y en "varias latitudes" de España, también ha descabalgado al PSOE como fuerza más votada cuando la aritmética parlamentaria lo ha hecho posible.
Pero al margen de las ironías, lo relevante es que Sánchez rechaza verse con Feijóo hasta que el rey proponga un candidato a la investidura. Esto no ocurrirá como muy pronto hasta finales de agosto o principios de septiembre. "Una vez designado el candidato, estaré encantado de reunirme con usted", concluye Sánchez. ¿A quién propondrá Felipe VI? El monarca puede encontrarse con un dilema, porque tanto Feijóo como Sánchez están dispuestos a presentar su candidatura para presidir el gobierno español pese a no tener, de entrada, los apoyos suficientes. Sin embargo, Sánchez puede aspirar a tenerlos mientras que Feijóo, ante la negativa del PSOE, no.
El escaño clave de Madrid
El intercambio epistolar no ha sido el único punto de tensión del día en lo que se refiere a la investidura. También este domingo los socialistas han intentado un movimiento a la desesperada para tratar de recuperar el escaño que perdieron en el recuento del voto exterior en Madrid. Ese escaño perdido, que fue a parar al PP, es el que hace que la investidura de Sánchez dependa ahora de los votos favorables de Junts y no de la abstención, como al principio. Este hecho le encarece la negociación. Así, los socialistas han pedido a la Junta Electoral Provincial de Madrid que revisara los 30.302 votos nulos de esta circunscripción con la esperanza de encontrar algún voto perdido. No ha salido adelante: el órgano lo ha rechazado.
Cuando se hizo el recuento del voto exterior de Madrid, los socialistas se quedaron solo a 1.323 votos quitarle un escaño al PP. Así, esperaban que con el recuento de estos poco más de 30.000 votos nulos pudieran secar esa diferencia que le separaban de obtener ese diputado decisivo. Les han denegado. Sin embargo, han reaccionado elevando un recurso a la Junta Electoral Central para que este órgano sí les conceda la revisión. Lo consigan o no, todos estos movimientos demuestran la importancia que el PSOE da a la negociación con Junts. La cuestión es que si tienen 121 escaños, como ahora, necesitan sí del partido de Carles Puigdemont. Si tienen 122, les valdría con una abstención. Sea de una manera o de la otra lo tendrán complicado. Eso sí, su único consuelo es que Feijóo lo tiene imposible.