Los Mossos identifican a los tres hombres que habrían puesto los carteles contra los Maragall

Están investigados por un delito de odio y no están vinculados a ningún colectivo

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Los tres jóvenes que confesaron haber puesto los carteles contra Maragall.

BarcelonaHacía semanas que los Mossos d'Esquadra tenían imágenes de las tres personas que presuntamente pusieron los carteles despectivos sobre el Alzheimer donde salían el candidato de ERC en la alcaldía de Barcelona, ​​Ernest Maragall, y su hermano, Pasqual Maragall, exalcalde y expresidente de la Generalitat. Aparecieron el 8 de marzo en las inmediaciones de diferentes sedes de Esquerra en Barcelona y por varios lugares de la capital. La policía obtuvo las imágenes de los supuestos autores de las cámaras de seguridad de establecimientos cercanos y repartieron las fotografías por varias unidades, así si alguien los veía por la calle podrían identificarlos. Y así fue. Por último, los han encontrado, les han identificado y les han comunicado que están siendo investigados por un delito de odio.

Según ha avanzado El Periódico y ha confirmado el ARA, la policía tendría pruebas "concluyentes" contra estas tres personas. Según han informado los Mossos, ninguno de los tres tiene afiliación política ni un perfil que le relacione con algún colectivo. Lo consideran, pues, una acción aislada. Uno de los presuntos autores, de hecho, tiene antecedentes por delitos contra el patrimonio. Es decir, robos. Y otro no fue identificado en un momento cualquiera: estaba implicado en una pelea y un testigo le reconoció como la misma persona que vio enganchando los carteles. Los tres, según fuentes policiales, se conocían anteriormente. Además son de la misma ciudad, Igualada, y de la misma franja de edad: tienen 22, 21 y 24 años.

Según fuentes consultadas, los hombres fueron citados a declarar el 14 de abril ante la Unidad Central de Delitos de Odio y Discriminación, con sede en la comisaría del Eixample. Asistidos por un abogado, se acogieron al derecho a no declarar. El pasado martes los Mossos dieron el último paso para judicializar la causa: entregar el atestado a los tribunales.

Tras la aparición de los carteles, fueron los Mossos quienes abrieron de oficio una investigación por un delito de odio. Al cabo de unos días, Ernest Maragall también denunció los hechos a título personal y la Fundació Pasqual Maragall se sumó. Los delitos de odio se castigan con penas de prisión que van de uno a cuatro años y con multas de seis a doce meses.

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