Confianza en el Govern

La confianza de los independentistas en los partidos y el Govern cae a mínimos desde el 1-O

La fidelidad del voto a ERC, Junts y la CUP, por el contrario, se mantiene alrededor del 80%

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Una pancarta de la Fiesta: "Botiflers, la historia os juzgará"

BarcelonaTodas las partes explican que la comunión entre partidos, instituciones y ciudadanía hizo posible el 1-O. Para conseguirlo, hizo falta tejer complicidades, compartir objetivos y andarlos conjuntamente. Una dinámica que quedó reflejada en las encuestas que se publicaban en ese momento. Los independentistas puntuaban con un 7,2 al Govern en el Barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) inmediatamente posterior al referéndum, la cifra más alta registrada hasta el momento. Como si fueran vasos comunicantes, para los no independentistas la valoración era la más negativa en mucho tiempo: solo lograba un 1,9 de nota media en una escalera del 0 al 10. La situación era idéntica cuando se trataba de evaluar la confianza en los partidos políticos. Los independentistas expresaban más que nunca: un 6,6 en octubre de 2017.

Pero ya hace cinco años de ese otoño, y los mismos que entonces vivían intensamente jornadas que consideraban históricas han ido alejándose con el tiempo de sus representantes. Esta es precisamente la advertencia que lanzaba la ANC el pasado domingo cuando en la Diada ponía un ultimátum sobre la mesa al Govern: o independencia o elecciones. La confianza en el Govern ha ido cayendo mes a mes en los últimos cinco años hasta situarse en el mínimo de la serie histórica. Del 7,2 ha pasado a un 4,4. Y lo mismo vale para los partidos, que han pasado de un 6,6 de nota media a un 4,3 entre los ciudadanos que se consideran independentistas.

¿Tiene cabida una candidatura de la ANC?

Esto no ha impedido que el independentismo haya continuado ganando elecciones, las últimas superando el 50% de los votos (en un contexto de baja participación por la pandemia), y que siga saliendo a la calle cada Once de Septiembre, incluso cuando el CEO detecta que el apoyo a la independencia también ha caído. Pero ¿podría la ANC capitalizar este descontento si promoviera una candidatura a las futuras elecciones catalanas? La simpatía por los partidos independentistas también ha ido cayendo en los últimos años, y si marcó un pico del 81,8% de independentistas que la sentían ya fuera por ERC, JxCat o la CUP, la cifra fue retrocediendo hasta el 50,9% del mes de abril pasado. Ahora bien, en el último Barómetro del CEO, de julio, recuperaba veinte puntos de golpe y rompía la tendencia a la baja.

La fidelidad de voto de los tres partidos se sitúa alrededor del 80% (muy alta), y especialmente en ERC también hay aproximadamente un 20% que no se consideran independentistas, hecho que hace difícil prever que la candidatura de la ANC tuviera un recorrido sencillo. Pero puede ser que la desconfianza en políticos e instituciones todavía no haya tocado techo.

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