ERC mantiene el rechazo a la reforma laboral y aboca la negociación al último minuto
El PSC exige a los republicanos que rectifiquen y "no boicoteen" el proyecto
BarcelonaEl desenlace de la negociación para que el Congreso valide o no este jueves la reforma laboral está abocado a llegar al último minuto. Este lunes ERC ha anunciado que mantiene el rechazo a dar sus votos para tramitar la reforma alegando que no han conseguido por ahora que el gobierno español acepte ninguna de las propuestas republicanas para cambiar el proyecto. "El gobierno español no se mueve", ha constatado la secretaria general adjunta de Esquerra Republicana, Marta Vilalta. Sin los votos de Esquerra, el ejecutivo de Pedro Sánchez tendría margen para ganar la votación buscando el apoyo de otros partidos, pero supondría una ruptura de consecuencias inciertas para el futuro de los otros frentes abiertos entre Catalunya y el Estado, singularmente la mesa de diálogo, que sigue sin fecha.
"Seguimos donde estábamos". Esta es para ERC la fotografía del momento. Es decir, que por ahora ni el PSOE ni Unidas Podemos han querido atender ninguna de las demandas republicanas para introducir cambios en la reforma. Ni siquiera han aceptado que la reforma se tramite como proyecto de ley –y, por lo tanto, se abra la posibilidad de presentar enmiendas– y mantienen que se tiene que aprobar por decreto para que no se tenga que tocar ni una coma. "No hemos llegado a entrar nunca en una negociación de verdad", lamentan fuentes republicanas, que concluyen que ante este escenario el no de ERC es inamovible. Además, Esquerra teme que, si eventualmente llegara a un acuerdo con la ministra Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, este probablemente no sería avalado por el PSOE. "A veces no sabemos si negociamos con todo un gobierno o con unos y otros", ha lamentado Vilalta.
Mientras tanto, los republicanos siguen recibiendo presiones para dar su brazo a torcer y facilitar que la reforma laboral se apruebe sin modificar el redactado actual, pactado entre el gobierno español, los dos sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) y la patronal CEOE. Este lunes, la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat y vice primera secretaria de organización del PSC, Lluïsa Moret, ha hecho un llamamiento "explícito y contundente" a los republicanos para que no "boicoteen" la reforma laboral. Si lo hacen, ha afirmado Moret, ERC estaría renunciando a su "posicionamiento progresista y de izquierdas" y votaría junto al PP y Vox. "Pedimos responsabilidad y compromiso con los trabajadores y trabajadoras", ha concluido Moret, que preguntada por si preferiría una reforma con Cs o ERC no se ha querido mojar y se ha limitado a decir que "cuantos más votos tenga, mejor".
El futuro de la mesa
Si se concreta el desacuerdo, sería la primera gran fractura esta legislatura entre el gobierno español y uno de sus socios más importantes, ERC. Hasta ahora el nivel de entendimiento era notable, ejemplificado en la aprobación de los dos últimos presupuestos generales del Estado. Si no hay acuerdo, la duda razonable es si esto también arrastrará hacia el precipicio la mesa de diálogo. Esquerra todavía no quiere hacer esta lectura. Los republicanos admiten que todos los frentes abiertos con Madrid acaban siempre vinculados porque hay un "marco global" de entendimiento, pero no creen que su no a la reforma laboral supusiera también el final de la mesa de diálogo. Mantienen, pues, que el gobierno español tiene que olvidarse de "excusas" y poner una fecha ya para la próxima reunión de este instrumento de negociación.
Quien no tiene ninguna duda de que rechazará la reforma laboral de PSOE y Unidas Podemos –y también la mesa de diálogo– es JxCat, que este lunes ha reafirmado su no porque "no deroga la del PP ni la precariedad y ni siquiera incorpora las peticiones de los socios de investidura". Según su portavoz, Elsa Artadi, una vez ha sacado adelante los presupuestos, Pedro Sánchez "no tiene voluntad de pactar nada con nadie".