El impuesto de sucesiones, el escollo que impide el pacto Gobierno-Juntos por los presupuestos

BarcelonaInquietud en el Palau de la Generalitat ante la posibilidad de que los comunes les tumben los presupuestos pactados con el PSC la próxima semana. Ante esto, Esquerra ya se plantea trasladar la presión a Sumar para que el grupo de Jéssica Albiach flexibilice el veto en el Hard Rock para poder llegar a un acuerdo que salve las cuentas. Y es que si los ocho diputados de los comunes son clave para que los presupuestos catalanes salgan adelante, los siete de los republicanos en el Congreso lo son para que PSOE y Sumar puedan aprobar los primeros presupuestos de la legislatura española. En este escenario, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha abierto la puerta este jueves a realizar una llamada a la líder de Sumar y vicepresidenta del gobierno español, Yolanda Díaz, para recordarle que Catalunya "necesita" presupuestos.

"Claro que podemos hacer esta llamada. Y ya está, la haremos. Entonces cada uno tendrá que asumir la responsabilidad de lo que quiere para Catalunya y tendrá que explicarse", ha dicho la dirigente republicana en una entrevista en Cataluña Radio. Según ha avanzado Nación Digital, los republicanos consideran que es el momento de presionar a Sumar para que los comunes se muevan y renuncien a exigir frenar al Hard Rock como condición imprescindible para aprobar los presupuestos catalanes. El ejecutivo catalán, pues, se mantiene en la idea de no frenar un proyecto que, según admitió ayer el presidente Pere Aragonès, es necesario para que el PSC se mantenga dentro de la ecuación.

Los presupuestos generales del Estado serán la primera prueba de fuego del gobierno de coalición para exhibir músculo y demostrar que, a pesar de la ofensiva de la derecha contra la amnistía y el escándalo del caso Koldo, Sánchez puede seguir empujando la legislatura con el apoyo de sus socios de investidura. De hecho, y antes de cerrar el acuerdo de presupuestos con el PSC, ERC ya advirtió a los socialistas que eran negociaciones paralelas.

Los comunes han recibido con incredulidad la amenaza de Esquerra. "Nos parece sorprendente que un partido catalán y soberanista como ERC pretenda que los presupuestos de Catalunya se decidan en Madrid", explican fuentes del grupo de Jéssica Albiach consultadas por el ARA, que recalcan que su "coordinación" con Díaz es total. De hecho, durante la campaña de las generales la propia Díaz fue a Tarragona a realizar campaña en contra del Hard Rock. "Si la salida por una zona como la suya es que tengamos en Tarragona un macrocasino con más de 1.200 máquinas tragaperras para que nuestros hijos e hijas se socialicen en el juego y puedan acabar destruyendo sus vidas, digo alto y claro que Sumar no va de eso", dijo hace un año en un acto en la ciudad.

Reunión con Juntos

Mientras, el Govern ha reactivado los contactos con Junts con la esperanza de poder arrancarlos sí en las cuentas. El equipo negociador del ejecutivo catalán y los junteros se reunirán este jueves por la tarde para hablar de ello, según confirman fuentes de ambas partes. Sobre la mesa, Junts ha puesto rebajas fiscales (por ejemplo, para eliminar el impuesto de sucesiones) y crear una unidad antiempleo en los Mossos d'Esquadra.

Con los comunes aún enrocados, Junts insiste en que existe una alternativa a la alianza que plantea el Govern. Aunque sólo se habrían encontrado cuatro veces, circunstancia que los junteros atribuyen a la prioridad negociadora de los republicanos con PSC y los comunes, dicen que están a tiempo de llegar a un pacto si se aceptan sus demandas antes del día 13, cuando deben votar las enmiendas a la totalidad en el Parlamento.