Mínima ventaja de ERC sobre PSC y JxCat a siete días del 14-F
Esquerra (31-32) tiene a los socialistas (30-32) y a Junts (29-30) pisándole los talones
Ecuador de campaña y todavía todo por decidir. Las elecciones más extrañas de la historia de Catalunya llegan a la recta final con igualdad máxima a la hora de definir a un ganador, con muchos votos todavía por decantarse y con incertidumbre absoluta en cuanto a los pactos postelectorals. La encuesta del ARA pronostica un triple empate técnico con ERC ligeramente por delante, el PSC en segundo lugar y JxCat en tercero. Los republicanos igualarían los resultados del 2017, cuando fueron terceros, pero les podría servir para lograr esta vez la victoria. Con entre 30 y 32 escaños, los socialistas los seguirían en el recuento de asientos en el Parlament, a pesar de quedarse por debajo en número de votos y, con 29 o 30 diputados, la candidatura encabezada por Carles Puigdemont no pierde de vista la primera posición. Entre ERC (21,8% de los votos), PSC (20,7%) y Junts (19,7%) no hay suficiente diferencia como para poder hacer un pronóstico definitivo, teniendo en cuenta que el margen de error de la encuesta se sitúa en el ±3,4%. Cualquiera de los tres podría ganar.
La igualdad es la tónica en la parte alta y también en la baja. La distancia entre Vox, que consolida sus opciones de acceder a la cámara catalana, y el PP es imperceptible (los dos con 6 o 7 diputados) y pasa lo mismo entre la CUP y En Comú Podem (8 o 9). En tierra de nadie se sitúa Ciudadanos, a quien todos los sondeos definen como el gran derrotado del 14-F. El partido naranja, vencedor ahora hace cuatro años, podría perder hasta 25 diputados y se tendría que conformar con una cuarta posición con 11 o 12 escaños. La última duda que apunta la encuesta es la situación del PDECat: la formación liderada por Àngels Chacón podría obtener representación parlamentaria, a pesar de que, de momento, no llegaría a la barrera mínima del 3% de los votos.
La bolsa de indecisos
¿Qué es lo que acabará decantando la balanza? Como siempre, los indecisos, pero esta vez la bolsa es más grande de lo que es habitual a tan pocos días de la jornada electoral (22,4%). La encuesta, elaborada por el Institut Opinòmetre entre el 1 y el 4 de febrero, recoge dos bolsas de indecisos principales, y las dos implican a las fuerzas independentistas. Un 9,3% dudan entre Esquerra y la CUP, un 9% entre los republicanos y Junts y todavía hay un 5% que lo hace entre los tres partidos. Si alguno de ellos es capaz de captar a la mayoría de estos votantes podría salir muy beneficiado. ERC es, de hecho, quien tiene más capacidad de crecimiento porque también tiene una frontera relevante con el PSC (4,4%). Es un arma de doble filo para un catch all party como en el que quieren convertirse los republicanos, puesto que les dificulta focalizar los mensajes sobre un único segmento de votantes. Ahora bien, el flanco soberanista parece que es en el que tiene más camino para correr, y la pugna, especialmente con Junts, que es con quien se disputa la victoria en este bloque, se podría volver más cruda en estos últimos días de campaña.
Lo que a estas alturas parece bastante probable es que la coalición de Govern ERC-JxCat pierda apoyos. En el tenedor alto de resultados lograrían 62 diputados, cuatro menos de los que tenían hasta la disolución de la legislatura. En caso de repetir la fórmula necesitarían, pues, el apoyo de un tercer partido. Podría ser la CUP, que ya invistió a Quim Torra y también a Carles Puigdemont, pero los anticapitalistas ya han mostrado reservas a apoyar a un ejecutivo que no priorice la independencia y las políticas sociales. Además del PSC y de la irrupción de Vox, los cuperos serían los que más crecerían en el Parlament. Sumados los tres y el PDECat, los votos independentistas alcanzarían el 50,6%, una cifra simbólica a la cual hasta ahora no han podido llegar.
Los socios también podrían ser los comunes, que igualarían o mejorarían en uno los escaños obtenidos con Xavier Domènech de cabeza de lista. Con ellos, el Govern ya ha aprobado unos presupuestos, a pesar de que sus reticencias a compartir proyecto con JxCat hacen difícil imaginar un escenario de entendimiento.
Entre los partidos unionistas, la principal duda para los indecisos está entre el PSC y Cs (7,1%) y, en menor medida, entre los socialistas y los comunes (5,7%). Aquí es el PSC quien tiene una dificultad adicional para acertar el mensaje, pero también quien puede apelar más fácilmente al voto útil para evitar una victoria independentista, como ya consiguió hacer Ciudadanos el 21-D.
Sabater, la mejor valorada
La candidata de la CUP, Dolors Sabater, es la mejor valorada en una encuesta en la que ninguno de los cabezas de lista llega al aprobado. La exalcaldesa de Badalona obtiene un 4,7 de nota media –un 7,2 si solo se tienen en cuenta a los votantes de la CUP– y supera a Pere Aragonès y Laura Borràs, que empatan con un 4,5. La presidenciable de JxCat es quien tiene mejor nota entre sus votantes (7,5), pero Aragonès genera menos recelos entre los electores del resto de partidos, especialmente del PSC y de los comunes.
Jéssica Albiach (4,3), la candidata de En comú Podem, supera por una décima a Salvador Illa (4,2), que empeora ostensiblemente su valoración respecto a otras encuestas recientes. La candidata del PDECat, Àngels Chacón, empata con el presidenciable del PSC y se sitúa por delante de los representantes de la triple derecha: Alejandro Fernández (PP), con un 2,5, y Carlos Carrizosa (Cs), que empata con Ignacio Garriga (Vox) con un 2,2.
Todo está abierto a siete días de comprobar cómo será de intenso el efecto de la pandemia para hacer crecer la abstención. La encuesta pronostica una participación del 58%, 20 puntos menos que la cifra histórica del 21-D.