La legislatura espanyola

Feijóo clama contra la amnistía y la autodeterminación pero renuncia a recuperar el delito de sedición

El líder del PP pide los votos del PNV y Junts mientras anuncia la creación de un nuevo delito de "deslealtad constitucional"

Feijóo saludando en el congreso de los diputados

Madrid"Tengo los votos a mi alcance para ser presidente, pero no acepto el precio que me piden para serlo". El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha protagonizado este martes una primera sesión de un debate de investidura inédita, ya que el candidato ha sacado pecho de no contar con los suficientes apoyos para ser proclamado presidente del gobierno español. Este precio, según Feijóo, son la amnistía y la autodeterminación, que consideró "jurídica y políticamente inaceptables". Sus cálculos obvian que, en caso de que le parecieran aceptables, Vox dejaría de apoyarle y los números continuarían sin cuadrarle.

Feijóo ha dedicado buena parte de su discurso a cargar contra la amnistía, el proyecto independentista y también la alianza que mantiene el PSOE. Un discurso que parecía más bien pensado para combatir una posible reedición del gobierno de coalición que para presentar su programa para presidir el ejecutivo español. La principal novedad del discurso ha sido que el líder popular ya ha tenido que guardar en el cajón una de sus propuestas estrella en campaña sobre Cataluña: recuperar el delito de sedición. En su lugar ha propuesto la creación de un nuevo delito, llamado de "deslealtad constitucional", sin dar más detalles.

De hecho, Feijóo no ha pronunciado la palabra "sedición" en todo el discurso, como si fuera un anatema, dejando la duda de cuál es la razón que le ha obligado a dar marcha atrás en la recuperación nominal de un delito decimonónico que ha provocado graves problemas de homologación en el Tribunal Supremo con los tribunales europeos. Ahora bien, sí afirmó que proponen incorporar al Código Penal este nuevo delito de "deslealtad constitucional", como "pasa en todos los países de nuestro entorno". "Bienvenido al siglo XXI", ironizaba un dirigente socialista. Eso sí, el líder popular ha dicho que sí recuperaría las penas por malversación, que fueron rebajadas por un pacto entre el PSOE y ERC.

En todo caso, Feijóo ha hecho suyos los argumentos de la vieja guardia socialista ("Tienen toda la razón", ha dicho) contra la amnistía. "Es un ataque directo a los valores democráticos esenciales", ha afirmado, que tendría consecuencias como "romper la separación de poderes", "desautorizar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado", "cuestionar a las Cortes [por la aplicación de el artículo 155] e incluso "quedaría también discutida la intervención del rey en 2017".

Críticas a Junts y al PSOE y agradecimientos a Vox

Curiosamente, esto no ha sido óbice para que Feijóo se haya dirigido directamente al PNV y, atención, a Junts, en los que el político gallego aún vislumbra la sombra de Convergència. "Señores del PNV y Junts. A mí no me han votado para entregarles la amnistía y la autodeterminación. ¿Pero les han votado a ustedes para que apliquen la política económica de Podemos? ¿De verdad?", ha dicho en tono irónico después de defender que incluso a los independentistas les conviene que él sea presidente porque es un presidente "de confianza". De hecho, les ha advertido que cualquier postulado debe defenderse "por vías legales y en el marco constitucional".

Los diputados de Junts durante el discurso de Feijóo

Feijóo también ha aprovechado para dirigirse a la bancada socialista y presentarla como cómplice de todas las conquistas independentistas. "Hay menos protestas, sí, pero ¿por qué deberían movilizarse? Si obtienen de ustedes lo que quieren sin levantarse del sofá", ha afirmado. Les reprochó una vez más que acusaran al expresidente español José María Aznar de "golpista" para atizar la movilización en la calle contra la amnistía y lamentó que no pueda haber una "conversación fluida entre PSOE y PP". Sin embargo, aseguró que mantiene la mano tendida a los socialistas: "El momento en que volvamos a entendernos en lo principal, como quieren la inmensísima mayoría de los españoles, llegará".

El PSOE y el independentismo se han llevado, pues, las principales críticas y ha sido Vox el partido al que ha agradecido su apoyo. Pese a las "discrepancias", ha dicho Feijóo, les ha dado las gracias por votar a favor de su investidura "sin condicionarlo a su presencia en el gobierno". Ahora bien, es cierto que la investidura de Feijóo acabará en quiebra y la extrema derecha es consciente de ello. Sea como fuere, cuya alianza los populares no se pueden deshacer se ha vuelto a visualizar en la cámara, una alianza que hace aislar al PP en el hemiciclo.

Subir el SMI y reforma fiscal

Del proyecto de gobierno que el líder del PP ha desgranado, destacan algunas medidas que ya hasta ahora había defendido el gobierno de coalición. La más llamativa es la de subir el salario mínimo interprofesional hasta alcanzar el 60 por ciento del salario medio, siempre con "criterios objetivos", aseveró. Hasta ahora, el PP se había abierto a subirlo, pero no había concretado cuánto. Feijóo, de hecho, también ha apostado por sacar adelante una "reforma fiscal" acorde con el trabajo que está realizando el comité de expertos que impulsó el ejecutivo de coalición.

Feijóo empezó a perder la campaña electoral cuando dijo que el PP había revalorizado siempre las pensiones de acuerdo con el IPC. Hoy en su discurso de investidura ha querido pisar ese terreno pantanoso, esta vez sin improvisaciones y siguiendo el guión del discurso que llevaba preparado. "Hay que huir de fake news, en primer lugar. El PP nunca congeló las pensiones, como sí hizo el PSOE. Ni apoya a reducirlas, como prevé la actual ley en vigor", ha manifestado. "Por cierto, ambas cosas con el voto de muchas de sus señorías que todavía continúan por ahí", ha añadido, en una referencia implícita a Pedro Sánchez.

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