Feijóo pasa de Ayuso y apuesta por unas primarias indirectas

BarcelonaLa ponencia estatutaria del PP ha supuesto un quebradero de cabeza interno por el método de elección del líder, porque una parte del PP, en concreto el ala más dura comandada por la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, reclamaba establecer primarias puras, las de "un militante, un voto". Pero Alberto Nuñez Feijóo ha decidido pasar de ella y ha apostado por una fórmula mixta, unas primarias indirectas, a la espera de las enmiendas que puedan presentar los militantes. Así, también ha obviado las voces que, como Ayuso, pedían más democracia interna, como es el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, y también la expresidenta regional madrileña Esperanza Aguirre.Hasta ahora había una elección en doble vuelta: primero los militantes escogían al candidato preferido y, después, en segunda vuelta, una serie de compromisarios (representantes) escogidos por las bases tomaban la decisión final El actual líder del PP, finalmente, ha impuesto una fórmula mixta entre los dos sistemas. vitales a dirigentes de su máxima confianza: los presidentes de Murcia y Extremadura, Fernando López Miras y María Guardiola; Daniel Sirera; y la alcaldesa de Santander, Gema Igual.

Ahora el candidato a la presidencia del PP deberá presentar al menos 500 avales, que deben proceder de 25 provincias con al menos 15 avalistas en cada una, mientras que ahora sólo se exigían cien recogidos en toda España. Así, se eleva la barrera a la hora de poder presentarse, se blinda mucho más el aparato y se pueden evitar candidaturas con arraigo en una sola región o de candidatos al margen de la estructura como es el caso del empresario rebelde José Luis Bayo, quien intentó volver a hacer frente a Feijóo –aunque ya ha decidido retirarse–. El paso más significativo ha sido la eliminación de la "doble urna". Ahora los militantes elegirán a sus compromisarios al tiempo que el candidato, porque estos representantes estarán adheridos a un líder ya una propuesta de lista cerrada para dirigir el partido. Es decir, los afiliados sabrán con qué candidato está comprometido el compromisario que elijan. Esto, entre más cosas, permitirá que la dirección tenga mucho más control sobre la elaboración de las candidaturas y, al mismo tiempo, evitará situaciones como las que se vivieron en el congreso de julio del 2018. En la primera vuelta los militantes escogieron a Soraya Sáenz de Santamaría, pero en la segunda, cuando votaban a los compromisarios, ganó a Pablo Casado, porque se ganó Pablo Casado.

La ponencia también recoge que cualquier afiliado pueda votar para elegir al presidente sin que tenga que inscribirse para participar en la elección como ocurría actualmente. "Más participación", "más representatividad" y un sistema "más sencillo y justo" son algunos de los conceptos que López Miras y Guardiola mencionaron para defender los cambios.

En todos los actos del partido, la bandera española

La ponencia estatutaria no aborda las cuestiones ideológicas, que se plasman en otro documento que se hizo público el lunes y que endurece las políticas de inmigración. Pero apunta a elementos como la obligación a partir de ahora de que en todos los actos significativos "de ámbito nacional" del partido exista la bandera española o la creación de unos consejos con "sensibilidad" en ámbitos como la inmigración. Sirera ha comentado el impulso al consejo de inmigrantes residentes en España, que tomará el nombre de "consejo de nuevos españoles" con el objetivo de "dar voz y ayudar a participar en la vida pública a muchísima gente que ha venido de otras partes del mundo, especialmente de Iberoamérica, que vienen a España en busca de libertad, derechos y un futuro mejor".

También elaboran un código ético del partido que pretende reforzar "la rendición de cuentas de los cargos públicos" con una oficina de cumplimiento que estará encima para garantizar que "quien la hace, la paga". Precisamente, este código ético ha hecho que los ponentes ironizaran que "nadie del entorno de Sánchez" podría militar en el partido porque le incumplen –por las causas judiciales que tienen abiertas– y ni siquiera el propio presidente español. Para "coordinar" las políticas y forjar una "política común", la ponencia también crea el consejo de presidentes autonómicos para que cada tres meses puedan reunirse y poner en común estrategias.