Felipe VI y Pedro Sánchez visitan Martorell entre protestas minoritarias del independentismo

Menos de una treintena de manifestantes secundan las movilizaciones de la ANC, Òmnium y los CDR

Germán Aranda
3 min
La comitiva del rey entrante por uno de los accesos a Seat

La visita de Felipe VI hoy a la fábrica de Seat de Martorell con motivo del 70º aniversario de la marca y después de que el gobierno español anunciara este jueves que pondrá "cerca" del municipio la primera planta del Estado de baterías para el coche eléctrico ha sido mucho más plácida que sus anteriores desembarcos en Catalunya. Solo una treintena de personas han secundado los llamamientos de la ANC, Òmnium y los CDR a las movilizaciones de rechazo. Las dos grandes entidades independentistas han desplegado cuatro pancartas en varios puentes de la AP-7 y la A-2 con el lema "Catalunya no tiene rey", en el marco de la campaña que impulsan contra la monarquía. El CDR del Baix Llobregat, que había convocado en la Plaça Joan Sarrats, se ha unido después a la concentración en uno de los puentes de la Asamblea y Òmnium.

Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, ha justificado la poca presencia en las concentraciones contra el rey ante la planta de Martorell porque “la acción convocada no era una movilización, sino una colgada de pancartas”. La máxima dirigente de la entidad ha explicado que en un primer momento los Mossos no les han dejado colgar dos de las cuatro pancartas a pesar de que era “una acción informada”, pero finalmente los han autorizado después de hacer “las llamadas pertinentes”. En cualquier caso, el objetivo, ha resaltado, era "demostrar que el rey no es bienvenido en Catalunya".  

"Esperábamos más gente", se lamentaba Alfred, manifestante de 60 años, después de la concentración, a pesar de que Jaume, de 61, insistía en el mensaje de Paluzie de que "no se trataba de concentrar a mucha gente sino de colgar las pancartas". "Con el confinamiento municipal, la gente no se desplaza y la marcha estaba más limitada", añadía Alfred, que provenía precisamente de Martorell. "No ha habido tiempo para prepararlo y no se ha publicitado para que sea multitudinario", decía Jaume, que criticaba que el rey se presente en Martorell cuando "hace cuatro días llamó a la Seat para que se fuera de Catalunya", en referencia a las presiones de la casa real durante los días posteriores al 1 de octubre del 2017 que reveló el diario ARA un año después. Esta ha sido de largo la protesta más minoritaria contra el monarca en las visitas que ha ido haciendo en Catalunya desde que pronunció su polémico discurso el 3-O, en el que avaló la vía represiva y se opuso a abrir ningún tipo de diálogo con el Govern.

Críticas del PSC por la ausencia de Aragonès y de los 'consellers'

La ausencia del vicepresidente en funciones, Pere Aragonès, o del conseller de Economía, Ramon Tremosa, al acto ha generado los reproches de los partidos constitucionalistas, a pesar de que fuentes de la Generalitat explicaron ayer que habría representación del Govern. El diputado del PSC en el Congreso, José Zaragoza, ha acusado al independentismo de poner "en riesgo las inversiones en Catalunya" por las protestas convocadas y ha dicho que los manifestantes "van en contra de los trabajadores de la Seat" y no contra la monarquía, en una entrevista a RTVE.

En la misma línea la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, ha calificado de "inadmisible" que ni el vicepresidente del Govern con funciones de presidente, Pere Aragonès, ni ningún conseller asistan al acto de Seat "en un momento capital para su futuro". "Poner las condiciones para facilitar la actividad económica es una de las principales obligaciones de las administraciones", ha añadido Romero a través de su cuenta de Twitter.

La presidenta de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, en cambio, ha afirmado que entiende "perfectamente" que Aragonès no asista. En una entrevista a TV1, Albiach ha instado al rey a admitir que hay un "problema grande" y que se comprometa a rendir cuentas. Albiach ha opinado que los comportamientos de la familia real están dando "muy mala imagen" en el exterior y ha añadido que si realmente Felipe VI quiere cortar de raíz la "corrupción" de su padre se tiene que comprometer a rendir cuentas, mejorar la transparencia de la institución, acabar con el delito de injurias a la corona, que la inviolabilidad no suponga impunidad y estar dispuesto a someter a votación su continuidad como jefe del Estado. "No es una cuestión de republicanos o monárquicos, es una cuestión de higiene democrática", ha concluido.

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