Todos los hombres y las mujeres del nuevo 'president' de la Generalitat
Aragonès forma su equipo con pesos pesados del partido y de Economía y algún fichaje sorpresa
BarcelonaLa reedición de la coalición ERC-JxCat podría hacer pensar que prácticamente no ha cambiado nada entre las bambalinas de la Generalitat, pero el cambio de color del president, ahora republicano y no de Junts, ha dado la vuelta como un calcetín a algunos de los centros de poder de la administración catalana. Por ejemplo, en el Palau de la Generalitat en los últimos días se ha vivido un cambio de guardia. Una bandada de cargos de JxCat han hecho las maletas para dar paso a una unidad de ERC. Son las personas de la estricta confianza de Pere Aragonès, las que trabajarán codo con codo con el presidente y vivirán más de cerca la primera presidencia republicana desde la restauración de la democracia. Son todos los hombres y mujeres del president.
El núcleo del partido
Sergi Sabrià pilotará la oficina del 'president'
Uno de los primeros movimientos de Aragonès ha sido llevarse a palacio a una parte de la estructura del partido que lo ha ayudado a llegar hasta arriba. Lo que mejor ejemplifica este hecho es la decisión de situar a Sergi Sabrià como director de la oficina del president. “Después de Aragonès, será el capo de Palau”, explica un conocedor de los movimientos. Sabrià es uno de los guardianes de la imagen y el mensaje de ERC, el principal encargado que todo el mundo reme en la misma dirección y nadie salga de la línea marcada. También es quien ha liderado las últimas campañas del partido y quien vive más pendiente de las encuestas internas y los trackings que sugieren la última tendencia electoral. Su nuevo cargo es un cajón de sastre con amplios poderes para hacer y deshacer a muchos niveles. Lo seguirán dos de los otros puntales de la comunicación del partido en los últimos años, Carles Foguet y Jordi Vera, en dos cargos todavía no oficializados.
La semilla de Economía
Desembarcan los colaboradores de la etapa de 'conseller'
De las muchas novedades a las que estará sometido Aragonès, una de ellas será cambiar como espacio de trabajo la sede de Economía -un edificio moderno y funcional de la Zona Franca de Barcelona- por un laberíntico palacio medieval en el barrio Gótico de Barcelona. Su nuevo despacho, por ejemplo, está alejado incluso de sus más estrechos colaboradores, que tendrán que atravesar el Pati dels Tarongers cuando sean requeridos. Pero el president no será el único que se tendrá que adaptar. De su paso por la conselleria se lleva a una parte del equipo. El primero, Marçal Sarrats, el periodista que ejercerá como jefe del gabinete de comunicación del president y que desde hace poco más de un año ya es su sombra. Tras trabajar con Ernest Maragall en la conselleria de Acción Exterior y en el Ayuntamiento, será otro de los guardianes de los mensajes que quiera comunicar la Generalitat y el encargado de la relación con los medios. También seguirán los pasos del president Bernat Costas, una de sus manos derechas más antiguas, con quien comparte raíces: las juventudes del partido y el Maresme, y la periodista Marta Alcolea.
El apoyo de Presidencia
Vilagrà será su puntal dentro del Govern
Algunos de los colaboradores del president ya llevan algunos días adaptándose, entre otras cosas, al concierto de carillón del campanario del Palau, que suena de lunes a viernes a las doce del mediodía y a las seis de la tarde. Entre ellos Está Laura Vilagrà, politóloga y ex alcaldesa de Santpedor, que Aragonès ha sacado de la retaguardia del partido. A la nueva consellera de Presidencia la precede una fama de buena gestora y tendrá que pilotar una de las carpetas clave de la Generalitat, las relaciones institucionales, sobre todo desde que hay cierto deshielo con el Estado. Sobre ella tendría que recaer la responsabilidad de engrasar la mesa de diálogo una vez se reactive. Aragonès le ha concedido una protección especial, y es que no tendrá que compaginar el cargo con el de portavoz del Govern, como era tradición desde hace casi una década. Esto le evitará el desgaste de enfrentarse a menudo a los periodistas. A su lado tendrá la secretaria general del departamento, Núria Cuenca, con quien había coincidido en el Parlament y que proviene de Educación, una de las conselleries más exigidas por la pandemia. Sobre ella recaerá la coordinación de los 14 secretarios generales del Govern, una ingente tarea de “cohesión”, como prometió Aragonès en su segundo día al cargo. También estará Bernat Picornell como jefe de gabinete de Vilagrà, un ex senador forjado en las JERC.
Fichajes sorpresa
Dos colaboradores de Capella dan el salto al Palau
Como en todo arranque gubernamental, está la figura del fichaje sorpresa. Quien mejor lo ejemplifica es el nuevo secretario del Govern, el jurista Xavier Bernadí, que ni las quinielas más afinadas colocaban en el cargo. Él será el único no conseller que sentará en las reuniones del consejo ejecutivo, con la tarea de dar asistencia jurídica. Proveniente de la conselleria de Justicia, las diversas fuentes consultadas por el ARA destacan su competencia y discreción. Le atribuyen también estar detrás de medidas como la regulación de los precios de alquiler, exprimiendo los márgenes del derecho civil catalán. “Es un conseguidor. Tiene la capacidad de hacer que las cosas pasen”, explica una fuente que lo ha tratado. Hay una segunda sorpresa, también del mismo departamento: Helena Ricomà, hasta ahora jefa de gabinete de Ester Capella, hará de coordinadora de la oficina de Aragonès. Forjada en el Ayuntamiento de Badalona, aterriza ahora en el Palau. Ha habido una tercera novedad, en este caso por ausencia. Se separan los caminos de Aragonès y uno de sus colaboradores más antiguos, Albert Castellanos, que se incorporará a la conselleria de empresa de Roger Torrent.
Parlament y partido
Jové y Vilalta para completar el círculo
No tendrán despacho en la Plaça Sant Jaume, pero también serán puntales para completar una triple coordinación imprescindible entre el Palau, el Parlament y el partido. Josep Maria Jové, líder del grupo parlamentario, es uno de los negociadores preferidos de Aragonès y será el encargado de regar la relación con la CUP. Marta Vilalta, portavoz en el Parlament y número cuatro del partido, tendrá todavía más peso en la gestión del día a día de una formación que, este 2021, gestionará una cuota de poder que no tenía desde los tiempos de la Segunda República.