El acuerdo con el PSOE también incluía la ley de amnistía y también mantener la mesa de diálogo entre gobiernos –y crear una entre ERC y los socialistas–. Aragonés no ha anunciado ninguna fecha todavía para la primera reunión de este espacio de negociación, pero se ha afianzado en su compromiso de fijar las condiciones para convocar un referéndum acordado. La ley de amnistía apenas ha comenzado su tramitación en el Congreso, pero el presidente ya ha avisado de que el departamento de Justicia estará dispuesto a su aplicación. "Todos los instrumentos de análisis, observación, estén donde estén, serán importantes", aseveró. De hecho, lo justificó por la "resistencia" que considera que se encontrará la ley por parte de "determinados sectores", en referencia a la judicatura.
Aragonés encarga a Economia una propuesta de pacto fiscal para Cataluña
El presidente de la Generalitat ficha a Pere Macias para liderar la negociación del traspaso de Cercanías
Barcelona / MadridPere Aragonès quiere empezar a poner manos a la obra a los acuerdos a los que el Govern y ERC llegaron con el PSOE para hacer presidente a Pedro Sánchez. Una semana después de que el Congreso le inviste otra vez jefe del ejecutivo español, el presidente de la Generalitat ha convocado este jueves por la tarde una reunión extraordinaria del consejo ejecutivo para dar los primeros pasos para concretar el traspaso de Cercanías y también una reforma de la financiación autonómica para Cataluña. Dos cuestiones que el Gobierno pactó con el PSOE, además de la ley de amnistía y mantener la mesa de diálogo. Para la cuestión ferroviaria, Aragonés ha elegido a Pere Macias como comisionado para negociar el traspaso, es decir, quien tendrá que materializar las negociaciones con el nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente. Y para acabar con el déficit fiscal, el Gobierno quiere elaborar su propia propuesta de modelo de financiación "singular" para Cataluña en el plazo de tres meses, es decir, un nuevo pacto fiscal.
En el acuerdo con el PSOE, aparte de la condonación de parte de la deuda del FLA, también se ponía por escrito el compromiso de negociar una reforma de la financiación para Cataluña y hacerlo ya de cara al primer trimestre del próximo año, cuando está prevista la primera reunión bilateral con el gobierno español. En este sentido, Aragonès ha encargado a la conselleria de Economía que elabore una propuesta con el objetivo, ha dicho, de salir del régimen común de financiación. El documento que redacte la conselleria que pilota Natàlia Mas debe incluir el traspaso de la "gestión, recaudación, liquidación e inspección de los impuestos recaudados en Catalunya", así como "aumentar la capacidad normativa en todos los tributos". Todo ello debe ir acompañado de "una aportación al Estado por los servicios que presta a Catalunya" y también de definir una cuota de solidaridad.
Lo que ha anunciado esta tarde Aragonés no es nuevo, sino que lo ha ido verbalizando en las últimas semanas. Ahora bien, es la primera vez que el Govern vuelve a empezar el melón de una reforma de la financiación autonómica desde que lo hizo Artur Mas en el 2012. En ese momento el expresidente español Mariano Rajoy cerró la puerta rotundamente a la propuesta de pacto fiscal que el expresidente de la Generalitat le puso sobre la mesa. Desde entonces, el independentismo había aparcado esta cuestión, pero con la vía negociadora en marcha, ahora tanto ERC como Junts han vuelto a poner el foco en la financiación para intentar acabar con el déficit fiscal y ganar más soberanía en la gestión del día a día.
Aragonès también ha encargado al departamento de Economía que elabore una propuesta para realizar un seguimiento de la ejecución de las inversiones del Estado en Cataluña. Así, prevé crear una "metodología para determinar qué importe debe tener la inversión estatal territorializada en Catalunya" prevista en los presupuestos estatales. Además, el Comité Estratégico de Inversiones deberá definir qué inversiones estatales son prioritarias para que asuma la Generalitat.
Pere Macias para liderar el traspaso de Cercanías
También era necesaria concreción en el acuerdo para el traspaso de Cercanías. De entrada, el Gobierno ha elegido a Pere Macias para que encabece el comisionado que se encargará de pilotar toda esa negociación con el Estado y que estará adscrito a la conselleria de Territori. Macias hasta ahora trabajaba para Adif y Renfe como coordinador del Plan de Cercanías 2020-2030 –establece todas las inversiones a ejecutar–. De hecho, es un gran experto en infraestructuras que ha trabajado a las órdenes de distintos colores políticos. Fue consejero de Obras Públicas entre 1997 y 2001 en el último gobierno de Jordi Pujol. Posteriormente, fue director del proyecto de unión del tranvía por la Diagonal con Ada Colau, que lo incorporó a su equipo en el 2016 y hasta el 2018. A finales de ese año, el entonces ministro de Fomento, José Luis Ábalos , le fichó para coordinar las actuaciones de Renfe y Adif para mejorar el servicio de Cercanías.
En Madrid, ven con buenos ojos la elección de Macias y fuentes del ministerio de Transportes lo han calificado de "acierto" porque es un "profesional contrastado e inmejorable conocedor" de la materia. De hecho, consideran que su nombramiento "certifica el buen desarrollo e implementación del Plan de Cercanías". En cambio, desde Junts, el recibimiento ha sido más frío. La portavoz en el Parlament, Mònica Sales, le ha reprochado los datos sobre las incidencias en el servicio: "No son demasiado esperanzadores". Con todo, le ha reconocido su "profesionalidad".
Proceso ni fácil ni rápido
El traspaso de Cercanías no será fácil ni rápido y, de hecho, para este viernes los trabajadores de Renfe habían preparado una huelga de cinco días –reclaman blindar sus actuales derechos laborales, entre ellos el de movilidad interna entre territorios–, que finalmente han desconvocado. De entrada, debe crearse una empresa mixta que debe ser la que gestione a partir de ahora el servicio, además de negociar el cambio de titularidad de las primeras vías. Si bien Pere Aragonès ha situado la creación de esta empresa en el primer semestre del próximo año, fuentes conocedoras del sector ferroviario apuntan a que se puede alargar un año. Entre los trámites a realizar, está el de crear unos estatutos a través de los cuales quedará clara cuál es la participación de la Generalitat, así como la de Renfe. También deberá definirse cuánto dinero deberá enviar el ministerio a la nueva empresa cada año para mantener el coste del servicio.
Pero una vez constituida esta empresa y para que pueda operar como lo hace Renfe, entrará en juego lo que se conoce como un certificado de seguridad ferroviaria, un trámite que fuentes conocedoras del proceso apuntan a que puede tardar más de un año en caso de tener que solicitarse de cero. El proceso podría agilizarse si la empresa pudiera operar con el certificado de Renfe, algo que todavía no se sabe. Por poner un ejemplo, cuando Renfe quiso operar en Francia y tuvo que solicitar un certificado, tardó un año en obtenerlo. Ahora bien, también deberá afrontarse la negociación con Adif, que depende del ministerio de Transportes, y es la actual propietaria de la mayoría de las vías y del material ferroviario, es decir, de la infraestructura. Una negociación que se prevé muy complicada y técnica en lo que se refiere a la definición de los tramos concretos de vías que se podrán acabar traspasando.