50 años de la muerte del dictador

"El gruero gritó «ha muerto el hijo de puta»": cómo vivieron el fallecimiento de Franco diez personalidades

El 20 de noviembre de 1975 supuso un antes y un después a la sociedad

20/11/2025
4 min

BarcelonaEl fallecimiento del dictador Francisco Franco hace medio siglo fue un antes y un después para empezar la Transición; aprovechando la efeméride diez personalidades explican al ARA cómo fue para ellos esta vivencia.

Xavier Trias

El líder de Junts a Barcelona, Xavier Trias, en una imatge recent.

El ex alcalde de Barcelona y conseller de Salut en el ejecutivo de Jordi Pujol tiene un recuerdo muy claro de cómo vivió la muerte del dictador. Fue desde el Hospital Vall d'Hebron, donde ejercía de pediatra. Un centro que entonces se llamaba Residencia del Generalísimo Franco: "Estábamos todos avergonzados del nombre que llevaba nuestro hospital", rememora. En cualquier caso, asegura que "fue un estallido de alegría", comenta, cuando a las 11 h disfrutaron del anuncio. "Eso ha terminado", pensó sobre el régimen. Ahora bien, "la gran pregunta" que se hacían en ese momento era: "¿Qué harán los políticos?". Sin embargo, a pesar de reconocer que es muy crítico con la Transición, sostiene que "se hizo relativamente bastante bien dentro de lo posible". Ahora bien, destaca un hecho curioso que sucedió después del 20-N: "El día antes de la muerte de Franco estaba lleno de franquistas, pero al día siguiente nadie lo era".

Pilar Aymerich

01. Pilar Aymerich fotografiada a casa seva en una imatge d’arxiu.  02. Ovidi Montllor fotografiat per Pilar Aymerich.

Su objetivo retrató la Transición, de la que participó desde la calle. La fotoperiodista Pilar Aymerich recuerda cómo se enteró de la muerte de Franco "en el laboratorio de fotografía analógica" y cuando lo escuchó en la radio le preguntó a la mujer de hacer trabajos, Dolores, si "quisiera brindar" con ella con cava. Entonces averiguó que su marido "participó en la huelga de Asturias y que estuvo en prisión". "Eso da conciencia del miedo que había. Nunca me había dicho que su marido había sido tomado".

Pepe Álvarez

Pepe Álvarez, secretari general d'UGT, al seu despatx.

El secretario general de UGT recuerda que llevaba un año aterrizado en Catalunya desde Asturias y que vivió ese día "en La Maquinista, trabajando en el turno de noche". "Cuando dieron la noticia, el gruer, un viejo militante del PSUC, empezó a tocar la bocina", rememora. "¡Ha muerto el hijo de puta, ha muerto el hijo de puta!", decía el gruero. Una "fiesta absoluta" que precedió una llamada a su madre, que había vivido la Guerra Civil y que "sufría por todo". Ella le rogó que no se metiera "en líos" y que fuera "al funeral". Álvarez la intentó convencer de que no hacía falta ir y que en Barcelona "hay mucha gente y que no contarán quien va".

Pep Riera

El pagès Pep Riera.

Exlíder del sindicato agrario Unió de Pagesos, que sufrió la cárcel por activismo, recuerda que se sintió liberado y que "abrió una botella de champán". "Nosotros estábamos en la calle y ellos, encerrados en casa", recuerda. Riera, que impulsó escuelas democráticas y cooperativistas, asegura que se le hizo "muy larga", la dictadura.

Rafael Ribó

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, en una imatge d'arxiu

Quien fue político progresista en el PSUC e Iniciativa, para terminar como síndico de agravios 18 años de este siglo, relata cómo lo celebró: "Me vino una sensación de alegría y celebración, y así lo viví con mi compañera y mis hijos, que eran muy pequeños, y abrimos una botella de cava", Pese al "temor" porque, a su juicio, fue "la muerte de Franco, pero no del franquismo", se dedicó a llamar a los amigos.

Magda Oranich

Magda Oranich: “La majoria de Junts per Catalunya pensa com jo en el cas Borràs”

Desde su despacho, Oranich, que tras la Transición se asomó en política a ICV y CiU, comenta que ella y sus compañeros letrados estaban "bastante tocados" por los últimos fusilamientos del franquismo. "Como ya se suponía que estaba muriendo, nosotros hicimos lo posible por ir retrasando los fusilamientos", asegura, porque tenían claro que con la muerte del dictador acabarían. Cuando Arias Navarro anunció la muerte por la televisión, Oranich llamó "a la madre de un fusilado": "Ambas llorábamos de la rabia [...]. Si hubiéramos podido retrasarlo un poco más, eso ya no habría pasado", espeta. Durante el día recuerda a explosiones de alegría "en privado", aunque en días posteriores notó vigilancia policial. Entre otros, defendió al militante de ETA Txiki; y ella también sufrió detenciones y cárcel.

Isona Passola

Isona Passola

La cineasta, productora y guionista, que ostentó el cargo de presidenta de la Acadèmia del Cinema Català, sostiene que le causó mayor impacto el asesinato de Carrero Blanco. "Eso sí fue [liberador], pero la muerte de Franco era luchar y luchar", dice, por "esa rabia que hacía tener ante esa pared inamovible". De hecho, sintetiza sus emociones en un poema de Joan Brossa contra "el más viejo dictador de Europa". En su casa, vivió cómo se iban ganando progresivamente "palmos de libertad", mientras su padre estaba implicado en la Nova Cançó.

Manuel Milián Mestre

Milián Mestre parla de tres ponts històrics, ja trencats, entre Espanya i Catalunya: la Transició, Tarradellas i el pacte del Majestic.

La mano derecha de Manuel Fraga y pieza clave para el regreso de Josep Tarradellas se había preparado para celebrar la muerte de Franco dos días antes del día señalado, pero finalmente tuvo que abortar el encuentro. Entonces, quien le comunicó que Franco había traspasado fue José Manuel Otero Novas, futuro ministro: "A las dos y pico de la madrugada, no se le ocurre otra cosa que llamarme", sostiene. Le despierta y le dice: "Siempre eres tú quien me das las noticias, pero hoy te la voy a dar yo. Franco acaba de morir", le dijo al también exdiputado del PP, que vivió un drama familiar por la Guerra Civil.

Gregorio Luri

Gregorio Luri: “Si respectes el teu alumne, posa-l’hi difícil”

De origen navarro, criado entre un entorno carlista y el movimiento de izquierdas, el filósofo Gregorio Luri describe así en los últimos años del franquismo: "Fue una época con muchas perplejidades y contradicciones de un pueblo que había vivido en una cierta falsedad política y en un bienestar económico". También exmilitante del Partido Comunista de España añade el temor de que tenía la "gente mayor" al inicio de la Transición: "No querían que se volviera a repetir la Guerra Civil".

Roser Rius

Roser Rius

El 20-N estaba en prisión en Madrid, detenida por pertenecer a la Liga Comunista Revolucionaria, que estaba aliada con una escisión pacifista de ETA. Cuenta que las que primero lo supieron fueron las presas que estaban en la cocina. "Nos alegramos mucho y hicimos un entierro", relata. Se disfrazaron e hicieron un simulacro de funeral: "Una hacía ver que era el muerto con el sudario", comenta, además de la que cantaba las absueltas y "las plañideras" que simulaban que lloraban el muerto que más celebraron. La activista que se ha desarrollado como ilustradora y escritora infantil, quedó marcada por ese ingreso en prisión precedido de torturas por parte de Antonio González Pacheco, más conocido por el sobrenombre Billy el Niño.

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