Los herederos de Convergència se quedan fuera del Parlament

El PDECat gana en 7 municipios pero no logra el 3% de los votos en total

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La candidata del PDECat, Àngels Chacon, ayer valorando los resultados.

BarcelonaEl espacio político heredero de Convergència se queda fuera del Parlament por primera vez. El PDECat liderado por Àngels Chacón no ha superado la barrera mínima del 3% de los votos y no tendrá ningún escaño en la cámara catalana, un hecho inédito porque nunca antes el espacio de centroderecha y catalanista se había quedado sin representación. “No podemos estar contentos con el resultado. Lamentamos que el independentismo no esté condicionado por una fuerza de centro”, afirmó la candidata, que agradeció la “confianza” de las más de 75.000 personas que han optado por el PDECat. Con el 98% del voto escrutado, la diferencia entre Junts y ERC era de 35.000 votos.

Los cero escaños que habían proyectado algunas encuestas son un fracaso para el PDECat: a pesar de que mantiene la voz propia en el Congreso, bastante poder municipal y peso en las cuatro diputaciones, se aboca a un papel irrelevante a nivel nacional. Aún así, Chacón aseguró que la política es una “carrera de fondo” y reivindicó que la formación post convergent “sigue siendo un partido con proyecto” y representa un “espacio que existe y seguirá existiendo”. 

Más apoyos en Lleida

El lugar donde este espacio demostró más solidez es la demarcación de Lleida. Con un 4,6% de los votos y más votos que el PP, los comunes y Ciudadanos, el PDECat se quedó a las puertas de sacar representación. De hecho, aunque de manera anecdótica porque son municipios muy pequeños, el PDCat ganó en seis localidades de Lleida: en Baronia de Rialb, Ivars de Noguera, Preixens, Bellmunt d'Urgell, Vilaller y Aitona, así como en Forès, en la Conca de Barberà.

En cambio, tuvo un papel testimonial en los tradicionales feudos municipales de Convergència, los alcaldes de los cuales forman parte de la lista electoral y la dirección del partido. En Mollerussa, donde el alcalde es el cabeza de lista del PDECat por Lleida y portavoz del partido, Marc Solsona, han quedado cuartos, por detrás de Junts, ERC y el PSC. Es exactamente lo mismo que ha pasado en Igualada, el municipio de Chacón y donde el alcalde, Marc Castells, era el número 3 por Barcelona. En Reus han sacado mil votos y en Lloret de Mar, municipio gobernado por Jaume Dulsat, cabeza de lista por Girona, han recibido poco más de 400 apoyos. Ahora quedará por ver si el mal resultado en el Parlament pasa factura a los alcaldes que tiene el PDECat en todo el territorio. 

Las elecciones de ayer eran las primeras en las que lo PDECat se presentaba en solitario, desde su fundación, en 2016. En las elecciones de 2017, convocadas después de la aplicación del 155, lo hizo con la marca Junts per Catalunya, la semilla de la formación liderada por Carles Puigdemont, la misma fórmula que usaron en las dos generales, en las municipales y en las europeas del 2019.

Como ya le pasó a Unión en las plebiscitarias del 2015, tampoco el PDECat ha logrado su objetivo presentándose en solitario. No ha servido ni el apoyo del ex president Artur Mas, ni la promesa de “proyectar” el legado de Convergència, ni tampoco la reivindicación de un voto que “vale por tres”, decía Chacón: para consolidar la mayoría independentista, tener un “buen Gobierno ” y “frenar a la CUP”. 

Los comicios abren una nueva etapa para el partido y los hace protagonistas, también, de una paradoja endemoniada. Se han quedado fuera del Parlament, tienen un papel clave en la derrota de Junts ante ERC y a la vez son necesarios para que el independentismo pueda decir que, por primera vez, suma más del 50% de los votos en las elecciones.

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