La Iglesia valenciana calla ante la gestión de la DANA de Mazón y los ataques contra el catalán

BarcelonaEl silencio de la Iglesia valenciana sobre la gestión del gobierno valenciano durante la DANA y sobre los ataques constantes contra el catalán es ensordecedor. Ha pasado casi un año desde la gota fría en el País Valenciano con una gestión cuestionada e investigada judicialmente, pero el mutismo se ha convertido en una complicidad censurable, según algunos colectivos cristianos de base consultados por el ARA. La Iglesia valenciana tampoco ha impulsado al valenciano en las misas y, en particular, en la liturgia, pese a la promesa del arzobispo de Valencia, Enric Benavent. Sigue residual y apenas hay cambios en el uso de la lengua respecto al régimen de Francisco Franco. De hecho, Benavent se pronunció este jueves sobre la gota fría, llamando a "luchar para que el bien común sea más importante que nuestras ideas" y en otras ocasiones había pedido "unidad" y no "instrumentalizar" el sufrimiento y la desgracia pero sin entrar en la gestión.

El malestar es palmario y así lo denuncian voces cristianas comprometidas como el monje de Montserrat Josep Miquel Bausset, que protagonizó la homilía viral que denunció que el presidente valenciano, Carlos Mazón, "comía y bebía mientras 228 personas morían". También lamenta el Grupo Cristiano del Sábado, que forma parte de Redes Cristianas. Bausset, que denuncia el "genocidio lingüístico" que está perpetrando a Mazón con ataques constantes al idioma, lamenta a este diario que la jerarquía eclesiástica no está moviendo ni un dedo respecto al presidente valenciano. "Lo que dije yo deberían decirlo ellos: el arzobispo, los obispos, los obispos auxiliares y los curas", asevera. Valencianista de piedra picada e hijo de un histórico activista valenciano, el monje levanta la voz: "No sé por qué se produce el silencio. El arzobispo Benavent es una persona muy válida; no debería ser tan complicado". Subraya que "los curas no suelen mojarse" en el territorio. Natural de la Alcudia, donde pronunció la famosa homilía, lamenta que ni en su pueblo se puede oír misa en catalán: "Nada de nada", sostiene, consciente de que su homilía fue una excepción en este sentido.

Lo cierto es que Benavent, con casi tres años de episcopado, sólo ha publicado los Evangelios en catalán para las diócesis valencianas –y Vox presentó batalla contra esta decisión –, pero no ha hecho lo propio con los textos litúrgicos. Las misas y los sacramentos se hacen en castellano, salvo alguna pequeñísima excepción, y algunas homilías incorporan el catalán, como las del propio arzobispo. En todo caso, el papel es escaso. Porque la jerarquía eclesiástica "no quiere adoptar una posición clara" sobre Mazón, sobre su gestión durante la DANA y sobre los ataques al catalán, según Vicent Estelrich, del Grupo Cristiano del Sábado. A su juicio, "parece que pronunciarse es entrar en política", aunque ello confirme "falta de firmeza" por parte de la Iglesia valenciana por una "diplomacia mal entendida" de Benavent. "No se atreve a dar el paso definitivo, nadando y guardando la ropa y haciendo un uso pequeño del valenciano", afirma Estelrich. Benavent no hizo caso de las cartas que le enviaron desde el colectivo y el grueso del valencianismo católico para pedir este paso por el catalán.

"Falta una decisión clara y no tener miedo al ambiente político, como si echarlo a ponerse de una parte, cuando no hacer nada ya es posicionarse", espeta Estelrich. Destaca esta "prudencia que daña" y relata que, mayoritariamente y, sobre todo a la jerarquía eclesiástica, "le da igual si desaparece el valenciano porque no les importa" y "nadie hace ningún esfuerzo".

De la promesa a la nada

¿Qué prometió el arzobispo Benavent? Es un perfil cercano al valencianismo, a diferencia del resto de obispos –exceptuando el de Tortosa–, si bien ya aseguró en una entrevista en Vilaweb hace tres años que quería hacer una apuesta por la misa en catalán "sin polémicas", encontrando "puntos de acuerdo" y "que fuera algo pacíficamente aceptable", deseando trabajar "en paz". Pero menos de un año después de su nombramiento nació el gobierno antivalencianista de Mazón con Vox, que se aferró al secesionismo lingüístico, aún con mayor fuerza tras la gestión de la DANA. La cruzada de la extrema derecha con la publicación de los Evangelios el año pasado sólo fue un aviso: "Provocaron una respuesta fuerte y desde entonces que no quiere entrar", cree Estelrich. El arzobispado de Valencia no ha atendido al ARA.

Bausset recuerda que en la Iglesia valenciana "todo sigue igual" con el catalán y que respecto al franquismo "se ha avanzado tímidamente" porque "no se utiliza con normalidad" –tampoco hay mucha "sensibilidad" social-. El problema viene del Concilio Vaticano II cuando, salvo en el caso de la diócesis de Tortosa, la jerarquía sustituyó al latín por el castellano. Con todo, Bausset pide a los obispos valencianos que han ejercido en Cataluña que conciencien a la jerarquía valenciana sobre la necesidad de emplear la lengua. El cristianismo de base sí tiene "una preocupación por la lengua" y realiza los actos en catalán, según Estelrich.