La indignación contra Mazón llega a misa
Un religioso valenciano se hace viral tras criticar en una homilía que el presidente valenciano "comía y bebía mientras 228 personas morían"

BarcelonaEl acorralamiento del presidente valenciano, Carlos Mazón, abarca todos los frentes, incluso algunos inesperados. Sus giros de guión le han provocado grandes críticas de la oposición política –e incluso de Vox–; las cada vez más comunes manifestaciones masivas, que han ido incorporando cientos de miles de indignados; las encuestas, que le auguran una gran caída en las elecciones; la justicia, con la exconsejera Salomé Pradas y su número dos imputados; las múltiples comisiones de investigación en instituciones que destapan las vergüenzas de la gestión –como que el barranco de Valencia se dejó de vigilar porque el caudal bajó y era la hora de comer, según el exjefe de los Bomberos en el territorio–; la detención de un valenciano por amenazar a Mazón de muerte, o el revuelo en su mismo partido. Pero esto no es todo: la indignación también ha llegado a misa. Estos últimos días ha corrido como la pólvora una homilía del padre Josep Miquel Bausset, que señala al jefe del Consejo partiendo de la parábola del hombre rico y Lázaro que Jesús explicó a sus discípulos, recogido en el Evangelio de Lucas.
"He escuchado la parábola, una parábola muy actual, un rico que come, que bebe y que ignora al pobre que tiene al lado. Un rico que come y que bebe indiferente al sufrimiento de quien tiene a su lado. No he tenido más remedio que recordar un caso muy parecido, alguien que come y que bebe" bar Bausset desde la parroquia de L'Alcúdia (Ribera Alta), lamentando el largo almuerzo y sobremesa de Mazón el día de la gota fría, en que llegó a la reunión del operativo a las 20:28 h según la última versión –que también está en entredicho–. Y Bausset aún añadió con contundencia: "Es muy actual. Son palabras duras, son palabras fuertes, sí. Pero piense si alguien hubiera perdido a su padre, la hermana, el hijo, el nieto, ahogados. Y es que no podemos ser neutrales, el Papa no lo es". No se quedó ahí y cerró el sermón así: "El Evangelio nos pide vivir atentos a quienes pasan necesitados, no hacer como ese rico que tenía al pobre al lado y lo ignoró, o aquel político que comía y bebía mientras 228 personas morían".
Una homilía aplaudida en las redes que conecta con el malestar en el territorio. La protagonizó, el 20 de marzo, un religioso que no es cura de aquella parroquia, sino que es un conocido monje de Montserrat. ¿Por qué hizo él la misa si no es un cura de Alcudia? Por una retahíla de casualidades: según ha podido saber el ARA, este religioso, que es hijo de un histórico activista valencianista, Josep Lluís Bausset, tuvo que pasar algunas semanas en su localidad natal por una cuestión familiar. Aprovechando la ocasión ofició varias misas, lo que permitió al pueblo sentir de lleno el catalán en la iglesia, ya que en esta localidad –como en el resto de la Comunidad Valenciana– la mayoría de las misas están en castellano aunque la población sea mayoritariamente catalanohablante. También jugó a favor la retransmisión por YouTube y la oportunidad del Evangelio del día.
El propio religioso ya ha protagonizado como monje homilías con compromiso, desde su talante catalanista y defensor de la lengua, contrario a la represión posterior al 1-O y con visión social hacia la pobreza y la inmigración. Y es que en la misma misa defendió la tesis de que la teología y las homilías deben hacerse "con la Biblia y con el diario porque, si no, queda muy brumosa" y "no nos hace tener los pies en el suelo". En el País Valencià ha colaborado con grupos defensores de la lengua propia como el Grupo Cristià del Sábado y escribe artículos sociales y catalanistas en diarios. La homilía ha sido significativa, y eso que parte del clero valenciano todavía está anclado en el conservadurismo firme y es reacio al valenciano, pese a que el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, es valencianista. Precisamente, el 6 de abril se conmemora el centenario de un abanderado sermón nacionalista de mosén Bartomeu Barceló, mallorquín que desde el Principado defendió que "la corona del rey de España es la argolla del pueblo catalán". Este hecho, en plena dictadura de Primo de Rivera, le llevó al exilio en la Catalunya del Nord.