Juntos implosiona en Puigcerdà por el "pacto secreto" para hacer cabeza de lista un empresario
Parte de los militantes junteros en la ciudad se sublevan contra el líder local y desde Barcelona imponen una gestora


BarcelonaLos tiempos más convulsos dentro de Junts ya son cosa del pasado, pero no en todas partes. En las últimas semanas el partido ha saltado pulverizados en Puigcerdà, en una de las alcaldías más importantes que Junts consiguió retener in extremis en las pasadas elecciones municipales. Los ingredientes de la hecatombe son heterodoxos: en esta crisis se encuentra uno de los empresarios más importantes de la comarca; una ejecutiva local sublevada por un supuesto "pacto secreto" de cara a las elecciones del 2027; una destitución dentro del actual equipo de gobierno de Junts en Puigcerdà; un exalcalde dispuesto a volver a primera fila y una junta gestora impuesta por la dirección nacional de Junts que ha generado "mucho malestar" a los afiliados del municipio, aseguran fuentes locales.
En esta historia hay dos nombres clave: el alcalde de Puigcerdà, Jordi Gassió, y uno de los empresarios más importantes de la Cerdanya y primer teniente de alcalde, Francesc Armengol. El primero fue el cabeza de lista de Junts a las municipales tras la retirada de Albert Piñeira (alcalde durante tres mandatos); y el segundo lideró una plataforma independiente, Futur per Puigcerdà, aunque meses antes había intentado ser el cabeza de lista de Junts y ya provenía del entorno posconvergente. ERC fue la más votada en las elecciones del 2023, pero ambos pactaron una coalición de gobierno y se repartieron la alcaldía: Gassió la ocupa ahora y debe plegar en junio para que la asuma Armengol. Ahora bien, hace semanas que se cuece una revuelta en la ejecutiva local de Junts: por el malestar de la militancia con Gassió para "pasar" de los afiliados y no convocarles "casi a ninguna reunión" –lo que el entorno de Gassió rebaja– y por un supuesto "pacto secreto" entre él, la dirección nacional de Junts iCam con Armengol de cabeza de lista. Una estrategia de la que también está al corriente el secretario general de Junts, Jordi Turull, según varias fuentes, aunque su entorno oficial declina hacer ningún comentario. En cualquier caso, así se dio a entender a Puigcerdà en una reunión con militantes: a preguntas de un afiliado sobre si Armengol sería el próximo cabeza de lista, Gassió aseguró que no podía decir nada y que la cosa "venía de más arriba".
"Nos sentimos engañados", lamentan varios militantes, que recuerdan que durante la campaña se les había prometido que no pactarían con Armengol después de las elecciones. Y ahora se quejan de que, además, parece que ya han decidido el próximo candidato a la ciudad. "El grupo municipal de Junts en Puigcerdà va por un lado y los militantes por otro. No nos dan explicaciones", se queja uno de los consultados. Una versión que matizan desde fuentes de la ejecutiva de la Cerdanya, que afirman que existe una "división de opiniones" en relación con Armengol y que los opositores no representan a toda la militancia. Entre los argumentos de los afiliados en contra de este empresario, aseguran varias fuentes locales, se encuentra la resolución en octubre de un expediente sancionador del propio Ayuntamiento por haber realizado obras sin los papeles en regla en su gasolinera. Un expediente de 150.000 euros de multa y que ha terminado en 30.000 porque lo ha pagado en el período voluntario, según su entorno. También hay quien dice que Armengol quiere poner trabas al establecimiento de Bon Preu en la ciudad porque le haría la competencia (también tienen gasolineras), un extremo que el empresario niega. Esquerra ha pedido su dimisión.
Una gestora impuesta desde Barcelona
Todo estalló el 31 de enero, cuando la ejecutiva de Junts Puigcerdà se negó a ratificar al alcalde Gassió como presidente del comité local del partido. Esto ha impactado en el gobierno municipal, ya que el alcalde ha destituido del gobierno por "falta de confianza política" a Jordi Palomino, el único concejal que, según fuentes locales, participó en esta reunión y que fue crítico con él.
El proceso en Puigcerdà se puso en marcha en el marco de la renovación de las direcciones municipales de Junts tras el congreso del pasado octubre. De estas agrupaciones locales, la gran mayoría –según publicó Efe– ratificarán la confianza en las actuales cúpulas y sólo habrá competencia en tres municipios: Reus, Amposta y Cambrils. Ahora bien, Puigcerdà va por otra parte.
No solo no hubo ratificación del anterior equipo, sino que la cúpula de Junts ha suspendido el proceso electoral y ha impuesto una gestora. "La dirección nacional ha entrado en pánico", opina un militante crítico, puesto que detuvieron el procedimiento el mismo día –el lunes 10 de febrero– que el exalcalde Piñeira comunicó su voluntad de dar un paso adelante. "Hay falta de democracia", dice otro. El liderazgo de Piñeira, opinan las mismas fuentes, con el apoyo de la ejecutiva local, entra en competencia directa con Armengol y podría tambalear el pacto. A preguntas del ARA, la cúpula nacional de Junts declina dar su versión.