Puigdemont da un mes a Sánchez: o confianza o elecciones
Turull, sobre la reducción de la jornada laboral: "En Cataluña la gente quiere cobrar mejor y no trabajar menos"
BarcelonaJuntos aumenta la presión en el PSOE. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha avisado al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de que pedirán elecciones si no consigue la confianza de su formación: en el pleno del 25 de febrero o en el del 11 de marzo se debatirá la propuesta de Junts para instar al presidente español a someterse a una cuestión de confianza. "Si nosotros le decimos que no tiene nuestra confianza, el siguiente paso es pedir que convoque elecciones, ya partir de ahí es él quien debe decidir", ha señalado en una entrevista en TVE Catalunya. Según Turull, al PSOE le cuesta mucho cumplir sus compromisos y ha insistido en que no pueden seguir por el mismo camino, por lo que están a la expectativa de su actitud el próximo mes. Tanto la cuestión de confianza como la convocatoria electoral son prerrogativas exclusivas de Pedro Sánchez. Si Junts quiere intentar forzar al presidente español a optar por una de estas opciones, lo único que podría hacer sería romper definitivamente la relación con el PSOE.
En cualquier caso, Turull ha querido poner de relieve la admisión a trámite de la PNL (proposición no de ley) de Junts sobre la cuestión de confianza de Pedro Sánchez. Pese a que el texto final ha quedado aguado y destaca que el desenlace de la propuesta está en manos del presidente español -que ya ha dicho que no se someterá a la confianza del Congreso-, el dirigente de Junts ha remarcado que si una mayoría de la cámara apoyara a la PNL esto tendría "un valor político muy importante". Y ha insistido en que, si Sánchez pierde la confianza de Junts, el siguiente paso sería reclamar elecciones generales.
Sobre los temas a resolver para mantener esa confianza, el juntario ha vuelto a hablar de la "amnistía política", que pasaría tanto por una reunión de Sánchez con Puigdemont como por "acciones legales" contra los jueces que no aplican el olvido judicial. "[Pedimos], como mínimo, la misma contundencia cuando los jueces no aplican la amnistía que cuando quieren molestar a tu señora", ha dicho haciendo referencia a la ley impulsada por el PSOE contra los casos de lawfare y que permitiría desactivar la causa contra Begoña Gómez. Aún no hay ningún encuentro previsto entre Sánchez y Puigdemont, pero tampoco con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que visita Bélgica el próximo 19 de febrero.
Las competencias en inmigración
Además de la oficialidad del catalán en Europa, una de las carpetas que Junts y el PSOE tienen pendientes para desatascar es la negociación sobre las transferencias en inmigración. Debían cerrarlo antes del 31 de diciembre, pero los junteros prefirieron darse más tiempo para lograr un acuerdo que reconozca a la Generalitat, entre otros, la capacidad para expulsar a inmigrantes. Turull ha dejado claro que las conversaciones en este terreno no están tan ultimadas como defiende el PSOE. "Todo a punto no está", ha dicho. "Es la diferencia entre una gestión integral o formal, porque si no sería lo de Madrid hace la política y nosotros los papeles", ha añadido.
Desde el gobierno español, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha apelado a la "discreción" sobre las conversaciones. Consciente de los recelos que despierta el posible acuerdo, ha garantizado que el pacto que cierren con los junteros estará dentro del "marco constitucional".
La reducción de la jornada laboral, el primer round
Con permiso del debate sobre la cuestión de confianza de Pedro Sánchez, la tramitación de la reducción de la jornada laboral está llamada a ser el próximo round de la batalla entre el PSOE y Junts. El gobierno español aprobó este martes por vía de urgencia el anteproyecto de ley para pasar de las 40 a las 37,5 horas de jornada semanales, pero el texto deberá negociarse pronto en el Congreso y los junteros ya recelan. Turull considera que se trata de una medida que, aunque "puede tintinear bien", tiene más de "eslogan" que de "convicción". Y ha añadido: "En Catalunya, la gente quiere cobrar mejor y no currar menos, la gran mayoría".
A estas alturas, Junts no tiene "una decisión tomada" y está dispuesto a negociar, una posición que también han expresado tanto el PSOE como Sumar. Sin embargo, Turull ha señalado que hay que mirar bien los "efectos" de la reducción de la jornada para que no acabe incrementando los "costes" y provoque el cierre de negocios ni tampoco suba la inflación. El representante juntero aseguró que para tomar una decisión están hablando tanto con los sindicatos, que secundan la medida, como con patronales, que la rechazan. "Este debate lo tendremos, desde hace poco Sumar se ha puesto en contacto con nosotros y queremos un debate serio", ha dicho.
La vicepresidenta segunda del gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, confirmó que conversa "a menudo" con el líder de Junts, Carles Puigdemont, con quien su equipo está trabajando para que apoye la reducción de la jornada laboral. Pero insistió en que no quiere anticipar nada ni revelar las conversaciones antes de sentenciar que todo el mundo "quedará retratado" con su voto. Sobre la influencia en el voto de Junts que puede tener el rechazo de la patronal catalana, Fomento del Trabajo, Díaz ha señalado que, "aunque a Fomento le gusta decir que domina los siete votos de Junts", en realidad "no es así", como se ha demostrado en las últimas votaciones en el Congreso.
"La política es mucho más compleja. Es autónoma, afortunadamente, de los poderes económicos y, lógicamente, también de los poderes sindicales. Por tanto, vamos a una negociación que será interesante, en la que, como han dicho ellos públicamente, trabajarán por los intereses de Catalunya. Veremos lo que surge de la negociación", ha apuntado la ministra en declaraciones.