La cuestión de confianza de Junts a Pedro Sánchez ya tiene fecha
La mesa del Congreso da vía libre a debatirla en el pleno del 25 de febrero o en el del 11 de marzo

MadridTras aplazar la decisión dos veces y de la tensión que ha generado entre el PSOE y Junts, la mesa del Congreso ha dado luz verde finalmente a debatir la cuestión de confianza que los junteros reclaman a Pedro Sánchez. Los de Carles Puigdemont van conseguir el apoyo de los socialistas a cambio de tramitar el decreto ómnibus y, una vez rubricado este acuerdo, el órgano parlamentario ha aceptado por unanimidad, también con el aval del PP, que se debata la proposición no de ley (PNL) de Junts que insta al presidente del gobierno español a " considerar la oportunidad de plantear una cuestión de confianza". La previsión es que se debata la PNL en el pleno del martes 25 de febrero o en el del 11 de marzo, según el resto de grupos agoten sus turnos para presentar iniciativas. El texto de la PNL registrada finalmente es mucho más aguado que el original y admite que el desenlace de la propuesta está en manos del presidente español y que la iniciativa carece de vinculación jurídica. Sánchez reiteró que no prevé el escenario.
Por otra parte, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales este 2025 pone en marcha un nuevo capítulo a partir de este martes. Tras dar por resuelto el toma y daca entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, el consejo de ministros ha aprobado la medida en primera vuelta y por la vía de urgencia. Esto agilizará el trámite (habrá que volver a aprobar en segunda vuelta), por lo que de cara al mes de marzo ya debería entrar en el Congreso de los Diputados. Una vez aquí, sin embargo, se vislumbra un nuevo trance para Pedro Sánchez: Junts ya avanza una nueva negociación agónica. "Será complicada", dijo el portavoz del partido, Josep Rius, este lunes en rueda de prensa. "Veremos cómo se puede encajar el tejido catalán [a la propuesta]", advertía.
Justo una semana después de la tortuosa negociación con el partido de Carles Puigdemont para salvar el decreto ómnibus con medidas como la revalorización de las pensiones o las ayudas al transporte público, los junteros vuelven a poner los puntos sobre las is para sacar adelante una de las medidas estrella de la legislatura. Sin embargo, esta batalla con Junts no ha pasado por alto dentro del ejecutivo español, que aprueba el texto como anteproyecto de ley. Esto abre automáticamente la puerta a la presentación de enmiendas durante el trámite parlamentario. El propio ministerio de Economía asumía hace unos días que el texto podría someterse a modificaciones durante el trámite para "tener en cuenta la realidad parlamentaria y la realidad de las empresas, especialmente de las pymes, siendo importante estudiar medidas de flexibilidad y acompañamiento [por a estas empresas]".
"Negociaremos lo necesario", ha anticipado la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en rueda de prensa este martes. El titular de Economía, Carlos Cuerpo, lo reiteró, aunque asumió que "no será fácil". De momento, una carta que cayó durante la negociación con los sindicatos y que podría servir para atraer al sí de Junts son las ayudas directas a pymes para que se adapten a la medida.
Lo cierto es que una de las cuestiones que, por ahora, alejan formaciones como Junts, pero también el PNV o el Partido Popular (en caso de posible entente con el gobierno español), es el hecho de que la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales se acordó con los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, pero sin la patronal española CEOE. Tampoco la catalana Foment del Treball apoya. De hecho, esta última ya se ha encargado de hacerle llegar a Carles Puigdemont sus reticencias, sobre todo por el impacto en la pequeña y mediana empresa catalana, a través de encuentros en Bruselas, explican fuentes consultadas por el AHORA. Y es en este escenario que también hay que entender la visita del líder de UGT, Pepe Álvarez, a Waterloo.
El otro gran frente abierto entre ambas formaciones son las competencias en migración. PSOE y Junts no encuentran, por ahora, el descorazonador de esta carpeta, sobre todo en lo que se refiere a las cuestiones competenciales.