Junts y el PSOE acuerdan un nuevo decreto social para salvar el incremento de las pensiones
Los socialistas aceptan tramitar el debate sobre la cuestión de confianza, que Sánchez sigue rechazando

MadridEl gobierno español tiene garantizado, esta vez sí, salvar el decreto de medidas sociales y económicas que aprobó en diciembre y que Junts, PP y Vox tumbaron el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados. Así lo ha asegurado este martes el presidente español, Pedro Sánchez, después de llegar a un acuerdo con el partido de Carles Puigdemont. Y también lo ha confirmado Míriam Nogueras, portavoz de Junts, posteriormente, en una rueda de prensa. Ahora bien, cuya advertencia no es nueva por parte de los junteros: "No estamos aquí para aprobar el programa electoral del PSOE". De hecho, Nogueras ha hecho gala de haber "aguantado la posición" con su no de la semana pasada en el decreto ómnibus –"ya es historia", aseguró– y se ha afianzado en que a partir de ahora seguirán con la misma dinámica porque no forman parte de "ningún bloque español": "Iremos pieza a prenda".
El nudo, esta vez, no era fácil de deshacer, ya que ambos partidos desde esta misma mañana del martes se mantenían enrocados en sus posiciones. "Está en manos del PSOE [que el decreto prospere]", avisaba la propia Nogueras a primera hora en una entrevista en TVE. Finalmente, ambos grupos han llegado a un pacto. Básicamente, lo aprobado es un paquete social para revalorizar las pensiones este 2025 y salvar las bonificaciones al transporte público, las ayudas para los afectados por la DANA en el País Valenciano y la prohibición de algunos desahucios. "[En el gobierno español] Sudamos la camiseta y al final las cosas salen", ha dicho Sánchez después de haber dejado atrás una nueva negociación tortuosa. Tras aprobarse en consejo de ministros este mismo martes, el nuevo decreto con las medidas se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y dará el salto al Congreso. "Hemos buscado los apoyos [necesarios] para seguir avanzando en el bienestar de la gente", ha dicho Sánchez.
El debate sobre la cuestión de confianza
El presidente español defendió que el nuevo paquete incluye la "práctica totalidad" de las medidas ya planteadas en diciembre, aunque reconoció que otros se quedaron fuera. Para los junteros, esto significa un "giro de 180 grados" de los socialistas, ya que se habían resistido a trocear el decreto. Los socialistas se han avenido a hacer un nuevo decreto con "29 medidas" dejando fuera sobre todo aspectos económicos que hacían fruncer la nariz en Junts e introduciendo otros que querían los de Puigdemont, como una suerte de garantía pública para que los propietarios cubren el alquiler. En todo caso, el presidente español ha anticipado que seguirá negociando con los socios parlamentarios para salvar más adelante los elementos que ahora han quedado descartados. Juntos confirma que el ministerio de Hacienda ya se ha puesto en contacto con ellos para negociarlo.
Por otra parte, el PSOE también ha aceptado una reclamación clave para Puigdemont: admitir a trámite el debate sobre la cuestión de confianza en Sánchez. Para ello, Junts ha accedido a modificar su iniciativa para introducir una referencia a la Constitución española. "La competencia constitucional [de una cuestión de confianza] recae en la presidencia del gobierno de España, previa deliberación del consejo de ministros", ha recordado el presidente español para insinuar que debe dejarse claro a la propuesta de Junts que ésta no es una prerrogativa del Congreso sino del jefe del ejecutivo. En este sentido, que se pueda debatir en el Congreso no quiere decir que Sánchez se someta. De hecho, el presidente español ha vuelto a rechazarlo este martes: "No hay ninguna necesidad".
¿Relaciones rehechas?
Este acuerdo fuera del decreto de medidas sociales es el que permite al PSOE alejar la idea de ruptura con Junts y de fragilidad parlamentaria, lo que supondría dar la razón al PP. El presidente español ha aprovechado su comparecencia para acusar a los populares de "manipular" el debate con "mentiras" y ha puesto de ejemplo la afirmación de los de Alberto Núñez Feijóo de que el gobierno subía el IVA de la factura de la luz o de los alimentos básicos. Por su parte, el portavoz de los populares, Borja Sémper, consideró que Sánchez se volvió a "plegar" en las "imposiciones" de Puigdemont.
Con el pacto, los junteros pueden presumir de haber resuelto una carpeta pendiente no poco importante para ellos: la tramitación sobre el debate de la cuestión de confianza. Ahora bien, el problema de fondo, que llevó a Puigdemont a reclamar un "punto de inflexión" al gobierno español por la falta de cumplimiento de los acuerdos porque la confianza estaba "rota", sigue existiendo. Juntos reclama que se hagan efectivos dos pactos: el traspaso "integral" de las competencias de inmigración y la oficialidad del catalán en la Unión Europea, además de una "amnistía política", que implicaría una reunión entre Puigdemont y Sánchez. Desde Junts reconocen que "con este acuerdo" para el decreto social, se reanudan las negociaciones en todas las cuestiones, pero también añaden que para ellos nada cambia. "No hay confianza", afirman fuentes del partido, que enfrían la posibilidad de que pueda retirarse a última hora la cuestión de confianza para ahorrar una situación de fragilidad a Pedro Sánchez. "Todo depende de la voluntad del POSE", dicen, en alusión a los acuerdos pendientes.