El juicio a los Pujol empezará el 10 de noviembre de 2025
La Audiencia Nacional prevé una cincuentena de sesiones hasta el 23 de abril de 2026
MadridLa Audiencia Nacional señala el 10 de noviembre de 2025 para el juicio a la familia Pujol. Hace años que la instrucción se cerró y que se estaba pendiente hacer un agujero a esta causa, que no tiene acusados en prisión preventiva y, por tanto, iba aplazándose. Pero finalmente se ha encontrado fecha. Dentro de un año se celebrará el juicio oral al expresidente de la Generalitat y sus hijos por presuntos delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsedad documental y delitos contra la Hacienda pública. El tribunal prevé que sea un juicio muy largo y que acabe el 23 de abril del 2026, justamente el día de Sant Jordi, después de cincuenta sesiones.
La Fiscalía Anticorrupción pide 9 años de cárcel para el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, que cuando empiece el juicio tendrá 95 años, y penas que van entre los 8 y los 29 años para sus hijos y para la expareja del primogénito, Mercè Gironès. Además reclama cinco años de cárcel para la decena de empresarios investigados en el caso por cooperación necesaria en el blanqueo de capitales. En el escrito de conclusiones provisionales que presentó hace ya más de tres años, el ministerio público sostenía que los miembros de la familia Pujol “ocultaron, al menos desde el año 1991, una ingente cantidad de dinero en Andorra”, producto de los favores de "determinados empresarios para que resultaran adjudicatarios de diferentes concursos públicos de la administración".
Tal y como expuso, el ministerio público acusa a Jordi Pujol de haber acordado con su mujer, Marta Ferrusola, que murió hace cuatro meses y contra quien ya se había archivado la causa hace años por su estado de salud, que estos fondos se distribuyeran en “cuentas abiertas a nombre de ella y de sus hijos”, en la Banca Reig, que después se fusionaría con Banc Agrícola y daría lugar a Andbank. Su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, habría sido el principal gestor de ese dinero. Es a quien se le pide una pena más alta, de 29 años de cárcel. Cuando comience el juicio hará ya once años que el expresidente de la Generalitat y ex líder de CDC confesó haber mantenido durante tres décadas dinero en Andorra sin regularizar.
En esta confesión, Pujol justificó que ese dinero provenía de un legado de su padre, Florenci Pujol, que había hecho fortuna con las divisas durante la dictadura. La familia defiende que el dinero bajo sospecha viene de esta deja, regularizada cuando aparecieron las primeras informaciones 18 días antes del comunicado. Sin embargo, el instructor de la causa en la Audiencia Nacional rechaza esta versión. El juez José de la Mata, cuando dio por concluida la investigación siete años después de iniciarla, aseguró que "no existen indicios sólidos" de que la fortuna en el extranjero tuviera como origen la herencia del abuelo Florenci y remarcaba que no se había aportado ninguna prueba que diera veracidad a este relato.
La Fiscalía Anticorrupción, por su parte, considera que la fortuna proviene del hecho de que Pujol aprovechó su posición política para “tejer una red de clientelismo” de acuerdo con la que tanto él como “determinados empresarios afines a CDC "se habrían "repartido los abundantes beneficios procedentes de concursos públicos cuya resolución dependía de las diferentes administraciones catalanas bajo el control de CDC". El juicio que empezará el próximo año deberá determinar qué versión se acaba imponiendo.