La legislatura catalana

Junts promueve una manifestación "masiva" para la Diada y ERC no la ve "ni transversal ni inclusiva"

El partido de Borràs traslada a Esquerra tres propuestas para reconducir el Govern

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El presidente, Pere Aragonès, y el vicepresidente, Jordi Puigneró.

BarcelonaLa manifestación que la ANC promueve para la Diada también es motivo de controversia en el seno del Govern. Si la caja de Pandora se abrió formalmente la semana pasada cuando el president Aragonès anunció que no participaría –y cinco minutos después el vicepresidente, Jordi Puigneró, dijo que él sí que estaría–, este lunes la cuestión se ha complicado algo más. Mientras Junts ha hecho un llamamiento a la movilización para que sea "masiva", los republicanos –el partido del president– han endurecido las críticas contra la Asamblea, a quien han acusado de querer "hacer pequeño y dividir el movimiento independentista" promoviendo una manifestación que no ven "transversal" ni "inclusiva". El choque llega cuando ya hay otro foco de tensión al ejecutivo muy candente: Junts se plantea dejar el Govern si no se reconduce el rumbo en el ámbito del Procés. En concreto este lunes han puesto tres condiciones sobre la mesa, como la coordinación de los grupos en Madrid, que ya se han trasladado a Esquerra.

Así, esta semana ERC y Junts abrirán las conversaciones para tratar de reconducir el Govern, y la negociación no empieza con buen pie. Si ya discrepan sobre si hace falta o no cambiar el rumbo del ejecutivo –Junts cree que sí y ERC lo niega–, ahora tendrán que trampear un nuevo factor desestabilizador: tampoco comparten el enfoque que tiene que tener la Diada. El portavoz de Junts, Josep Rius, ha mostrado su "respeto personal" por la decisión de Aragonès de no ir a la protesta de la ANC, pero también ha hecho un llamamiento a participar. "Tiene que ser un éxito", ha expresado, y ha recordado que esta ya tradicional marcha del Once de Septiembre ha sido una de las herramientas "imprescindibles" del Procés. "El 1-O no habría sido posible sin la movilización", ha dicho. Estará presente, de hecho, toda la plana mayor del partido: la dirección, liderada por Laura Borràs y Jordi Turull, y todos los consellers de Junts encabezados por el vicepresidente, Jordi Puigneró.

La diferencia se hace evidente si se mira hacia Esquerra. Los republicanos solo han confirmado la presencia de la expresidenta del Parlament y del ANC, Carme Forcadell, y este lunes han amplificado las críticas contra la entidad independentista que ahora preside Dolors Feliu. La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, considera que la ANC ha planteado la marcha como una crítica contra los partidos y el Govern, en vez de un grito a favor de la independencia y contra los posicionamientos del Estado. Una cuestión ha añadido, que "abona el populismo" y que hace un "flaco favor a la democracia y a las instituciones". Este lunes una nueva cara del partido ha descartado su presencia: el alcaldable de ERC en Barcelona, Ernest Maragall.

También se ha escuchado por primera vez públicamente al president del Govern, que en el acto de inicio del curso escolar ha explicado que para la Diada él estará "en todos los actos en los que podamos reforzar una visión inclusiva". Dicho de otro modo, no estará donde él considera que se fomenta la división. Vilalta, en cambio, sí que participará en la manifestación de la ANC a pesar de las críticas. "Es irrelevante", ha sostenido sobre su presencia, y no ha descartado la de otros representantes del partido. Ahora bien, ha pedido un "replanteamiento" a la ANC para que abandone el tono crítico hacia una parte del movimiento –Generalitat y partidos– que se anuncia para el domingo. Ahora mismo, Esquerra se plantea dar libertad a sus militantes para hacer lo que consideren y Vilalta ha recordado que, al margen de esta movilización, hay otros muchos actos donde asistir. "Estaremos en las calles", ha proclamado.

Salir del Govern

Después de la auditoría interna sobre el pacto de gobierno, Junts per Catalunya ha hecho llegar este lunes a Esquerra "propuestas concretas" para reconducir el ejecutivo. Se trata, según ha explicado el portavoz, Josep Rius, de ponerse manos a la obra en la coordinación de los grupos parlamentarios en Madrid; de crear una dirección estratégica del Procés –un espacio para rehacer la unidad entre partidos y entidades independentistas– y, finalmente, que la mesa de diálogo –donde Junts no participa– sea sobre la autodeterminación y la amnistía, además de poder "monitorizar" los acuerdos que salgan.

"No son cuestiones nuevas", ha asegurado Rius, que ha remarcado que se trata de temas que ya prevé el pacto de legislatura que suscribieron el president Aragonès y el anterior secretario general de Junts, Jordi Sànchez. Estas condiciones se abordarán precisamente este lunes en la reunión de coordinación habitual que hacen Esquerra y JxCat al inicio de la semana, puesto que el partido que preside Laura Borràs ha dado un mes a su socio para rehacer las relaciones de la coalición. De hecho, el debate de política general, previsto a partir del 28 de septiembre en el Parlament, será la prueba de fuego para el Govern: los republicanos y Junts negociarán propuestas de resolución para reflejar algún tipo de entendimiento para sacar adelante la coalición. El grupo parlamentario de JxCat, de hecho, se cierra dos días miércoles y jueves de esta semana para preparar el enfoque que quiere dar en este debate en la cámara. Será en función de la negociación de este mes y de los resultados que pueda dar que JxCat decidirá sobre su continuidad en el Govern en una consulta a la militancia.

Hoy por hoy, sin embargo, las posiciones están alejadas. Esquerra se mantiene en el mismo planteamiento con el que se fue de vacaciones: considera que en el Govern no hay ningún problema y que todo este debate impulsado desde Junts solo busca tapar las "disputas internas" que hay en el partido de Borràs sobre el rumbo del país. En definitiva, Vilalta ha acusado a Junts de querer "desestabilizar" el Govern cuando lo que precisamente le hace falta ahora a Catalunya es la máxima "cohesión" posible. "No se puede ser gobierno y oposición a la vez. No se puede construir de día y destruir por la noche, es irresponsable", ha sostenido. "Quien desestabiliza el Govern es quien no cumple los acuerdos", ha replicado Rius. Precisamente este lunes Aragonès ha avisado de que el momento actual es "complejo" –por la inflación, por ejemplo– y que lo que necesita la sociedad catalana es "estabilidad, confianza y grandes acuerdos".

Fuentes de Esquerra aseguraban este mediodía que no habían recibido estas tres propuestas y, todavía menos, ningún documento sobre la auditoría interna de Junts. Sea como sea, este fin de semana la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, también marcaba distancias con una de las condiciones de Junts. En una entrevista a Europa Press afirmó que el debate sobre la estrategia independentista se tiene que desvincular del Governo y también descartaba un frente común en Madrid. "Una cosa es el Govern y la otra los grupos parlamentarios", decía.

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