JxCat propone unir las 'conselleries' de Justicia e Interior
Los de Puigdemont quieren mantener el mismo número de carteras, sin sumar una más como plantea ERC
Han tenido que pasar más de dos meses desde las elecciones del 14 de febrero para que Esquerra y Junts per Catalunya aborden todas las carpetas de la negociación, también la estructura de gobierno. Este miércoles en el encuentro en el Parlament no se ha hablado de ello –solo se hace en presencia del vicepresidente, Pere Aragonès–, pero Esquerra estudia la propuesta que JxCat les hizo llegar el martes en el encuentro del equipo de negociación principal en la cámara. Según varias fuentes consultadas por el ARA, los de Carles Puigdemont proponen mantener el número de conselleries actual y unir en una sola las de Justicia e Interior. De este modo habría trece como ahora, aunque también se creara la de Feminismos que quiere Esquerra. Los republicanos todavía no han respondido a este planteamiento, a pesar de que se prevé que próximamente den respuesta sobre la arquitectura entera del ejecutivo.
No sería la primera vez que Interior y Justicia van de la mano. El último gobierno de Jordi Pujol, en su última remodelación, unió estos dos departamentos bajo la batuta de Núria de Gispert. Con la unificación de estas dos conselleries se abordarían en un mismo paraguas cuestiones como los desahucios y la violencia machista, y se convertiría en un macrodepartamento porque también incluiría el ámbito de emergencias, orden público y juzgados, entre otros.
El número de conselleries tampoco es intrascendente. No solo tiene que ver con qué prioridades políticas suben a rango de departamento o en el total de gasto de la administración, sino que hay una cuestión de correlación de fuerzas entre los socios de gobierno. La semana pasada en Lledoners, Esquerra puso sobre la mesa que haya catorce departamentos más el president, es decir, siete conselleries para ellos y siete más para Junts. Esto implicaría, para ERC, ganar un departamento respecto al reparto actual, lo cual no ven con buenos ojos los de Puigdemont, que recuerdan que la legislatura pasada ERC tenía siete departamentos mientras que Juntos solo tenía seis más el president, Quim Torra.
En todo caso, la negociación sobre esta carpeta –la de la estructura de gobierno– acaba de empezar, puesto que hasta ahora los dos partidos solo han puesto sobre la mesa una primera propuesta. El punto de partida de cada uno, pues, puede variar en función de cómo avancen las conversaciones. Los de Puigdemont, por ejemplo, rechazan dos propuestas que Aragonès planteó el martes: que se una Acción Climática y Asuntos Exteriores y que se diluya Políticas Digitales –que quieren que siga teniendo rango de conselleria con nombre propio– en Presidencia.
La CUP redobla la presión
Sea como sea, los negociadores no han tocado este miércoles la carpeta de la estructura porque la reunión ha estado centrada en la estrategia del Procés. Fuentes de los dos equipos negociadores aseguran que la contundente victoria del PP en Madrid no tiene que impactar en el escenario catalán, pero hacen un diagnóstico diferente. ERC cree que el debilitamiento del PSOE es una oportunidad para arrastrarlo hacia la mesa de diálogo. En cambio, JxCat ve la evidencia de que la negociación no funcionará y se tiene que optar por la confrontación.
Este miércoles también ha tomado la palabra el tercer actor en discordia, la CUP, que ha presionado para que ERC se comprometa a cumplir con el pacto que ya tienen firmado. La diputada de la CUP Laia Estrada ha reclamado que se aplique de forma inmediata la moratoria sobre los proyectos de las energías renovables, que se rigen por un decreto del 2019 que la CUP no comparte. No será fácil, puesto que JxCat no está de acuerdo. Los equilibrios para llegar a un entendimiento a tres bandas tampoco serán sencillos.