¿En qué se parecen Manuel Fraga y Pablo Iglesias?

Ellos dos y Gaspar Llamazares son los únicos líderes estatales que han hecho el camino al revés de lo que es habitual

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Manuel Fraga el nay 1997

BarcelonaManuel Fraga (Villalba, 1922 - Madrid, 2012) fue la gran referencia de la derecha española post-Transición. Ministro franquista, fundador de Alianza Popular (AP) y, más tarde, del Partido Popular (PP), se convirtió en el jefe de la oposición en el Congreso a partir del 1982. Pablo Iglesias (Madrid, 1978) se autoproclamaba comunista hasta que fue candidato a la presidencia del gobierno español. Como actual "socialdemócrata" sigue a la izquierda de lo que representa el PSOE. Y, evidentemente, su espacio político, Podemos, está a las antípodas del que ocupan los herederos de Fraga. Ahora bien, hay un hecho que los une: Fraga e Iglesias son dos de los tres líderes estatales que han dejado la política española para pasar a disputar la batalla autonómica.

Pablo Iglesias ha anunciado este lunes que dejará de ser vicepresidente del gobierno de Pedro Sánchez para hacer frente a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 4 de mayo. Abandona la política estatal siendo el líder del partido que él mismo fundó. Manuel Fraga también fundó AP y fue el líder en las elecciones del 1977, 1979, 1982 y 1986. Las tensiones internas –también tiene cada vez más Iglesias– motivaron su dimisión el 1 de diciembre del 1986, al día siguiente del fracaso en las elecciones del País Vasco (la Coalición Popular pasó de 7 a 2 diputados). Iglesias también acumula varios fracasos electorales. La repetición de elecciones del 2019 ya le costó siete escaños en el Congreso (pero consiguió acceder al gobierno español). En las vascas y gallegas del 2020 el partido se hundió, y en las catalanas de hace un mes apenas salvó los muebles. El líder de Podemos no ha dimitido como secretario general, pero ya ha designado quién quiere que sea su sucesora, Yolanda Díaz. En 1986 Fraga se desentendió temporalmente de su sucesión (el escogido fue Antonio Hernández Mancha, que no llegó ni a las siguientes elecciones generales), pero retomaría el trabajo para acabar ungiendo a José María Aznar en 1989.

Ahora es Madrid como ese 1989 fue Galicia, pero el hecho es que en los dos casos el líder estatal decidió pasar a la política autonómica. Es cierto que Fraga lo tenía más fácil. AP ya había ganado las dos elecciones que se habían disputado en Galicia y si no ostentaba la presidencia era por la moción de censura que dos años antes había dejado a los socialistas en el poder. El 31 de enero del 1990 fue investido presidente de la Xunta y no lo dejó de ser hasta que perdió la mayoría absoluta en las elecciones del 2005. A Iglesias le espera un panorama a priori mucho más complicado, con las encuestas apuntando a una mayoría de gobierno entre el PP y Vox.

Tanto Iglesias como Fraga también comparten el hecho de haber pasado por el Parlamento Europeo. El líder popular lo hizo entre el 1987 y el 1989 y el del partido lila estuvo en la Eurocámara entre el 2014 y el 2015. Para acabar teniendo trayectorias institucionales calcadas, a Iglesias todavía le faltaría pasar por el Senado, como Fraga hizo al final de su carrera política.

El caso de Gaspar Llamazares

En junio hará 44 años de las primeras elecciones generales después de la muerte del dictador. Durante todo este tiempo ha habido múltiples ejemplos de políticos que han pasado de la política local o autonómica a la estatal y también que han hecho el camino inverso. Pablo Iglesias no es ni mucho menos el primer ministro que lo hace. Sin ir más lejos, Salvador Illa dejó el ministerio de Sanidad para ser el candidato del PSC en las elecciones catalanas del 14-F. Y José Montilla se convirtió en presidente de la Generalitat en 2006, meses después de haber abandonado el ministerio de Industria. Pero los precedentes escasean cuando se trata de líderes de partidos estatales. A Iglesias y Fraga solo se les suma otro caso, y cuando ya no lideraba su partido: Gaspar Llamazares.

Secretario general de Izquierda Unida entre el 2000 y el 2008, Llamazares fue quedando cada vez más arrinconado en el partido, a pesar de repetir escaño en el Congreso en las elecciones del 2011 (se presentaba por Asturias). Ya fuera de la ejecutiva, en 2015 ganó las primarias para encabezar la lista del partido en las elecciones asturianas. Sus cinco escaños sirvieron para hacer presidente del gobierno autonómico al candidato socialista, Javier Fernández, a pesar de que Izquierda Unida no entró en el gobierno. Llamazares acabó renunciando a su escaño en 2019 antes de que acabara la legislatura y se presentó tanto a las generales de abril de ese año como a las europeas de mayo encabezando la candidatura de Actúa, con la que no obtuvo representación.

En general, el recorrido más habitual para los políticos estatales es empezar en ayuntamientos o Parlamentos autonómicos antes de dar el salto a Madrid. Albert Rivera e Inés Arrimadas, de Ciudadanos, pasaron del Parlamento al Congreso. Pedro Sánchez ejerció de concejal en el Ayuntamiento de Madrid antes de convertirse en diputado español. Antes de aterrizar a las Cortes Españolas, Pablo Casado había sido diputado autonómico en Madrid. Y, de la mano del PP, Santiago Abascal tenía una larga carrera política en el Ayuntamiento de Llodio y en el Parlamento vasco –también fue alto cargo en la Comunidad de Madrid– precediendo su irrupción en el Congreso ahora hace dos años.

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