Barcelona"El algodón no engaña", decía el eslogan de una conocida marca para enaltecer el poder de limpieza de su producto. Una frase simple, corta y que condensaba los atributos por los que querían ser conocidos. Los eslóganes también son muy importantes en política y buscan lo mismo: alabar las características de los tuyos o menospreciar las de los demás. Y así lo hace el PP, que trata de esquivar la rima fácil del apellido de Carlos Mazón (dimisión, en su versión más respetuosa), tratando de encontrar un eslogan que funcione en la cruzada que ha iniciado contra la ministra Teresa Ribera. "La ministra de la DANA" empezaron a hacer correr incluso en comunicaciones oficiales del partido.
Si hace fortuna, habrán conseguido presentar a Ribera como la máxima responsable del deficiente dispositivo que se preparó para recibir la gota fría en Valencia. El problema es que el responsable del dispositivo era Mazón. 'El presidente del Ventorro', podría replicar a alguien para recordar las más de tres horas que se pasó almorzando en este restaurante mientras la situación se descontrolaba. Al final, como decía esa marca de limpieza, el algodón no engaña.
