Paquetes incendiarios

Los paquetes incendiarios se extienden a la Moncloa y a la embajada norteamericana

El ministerio del Interior afirma que los sobres han sido enviados desde territorio español

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Pedro Sánchez con lo el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande Marlaska, en una imagen de archivo.

Madrid / BarcelonaCuando en la Moncloa se detectó el jueves de la semana pasada un paquete para Pedro Sánchez que contenía material deflagrante, la Policía Nacional reforzó la seguridad en edificios institucionales y abrió una investigación para decidir si había que poner los hechos en manos de un juez. La intención era que no trascendiera, pero este miércoles la explosión de uno de características similares en las manos de un trabajador de la embajada de Ucrania en Madrid lo cambió todo. Una vez hecho público este incidente, la Audiencia Nacional reclamó el caso y abrió diligencias por terrorismo, y se han sucedido más envíos en las últimas horas hasta un total de seis: el miércoles por la tarde en una empresa armamentística de Zaragoza; de madrugada en la base aérea de Torrejón de Ardoz; esta mañana en el ministerio de Defensa dirigido a Margarita Robles, y, a mediodía, en la embajada de Estados Unidos. En principio, los paquetes han sido enviados desde territorio español y la caligrafía del remitente sería coincidente.

El número 2 del ministerio del Interior, Rafael Pérez, ha comparecido este jueves para trasladar un mensaje de “tranquilidad” ante la posible alarma que se hubiera podido generar, sobre todo por el hecho de que el titular del juzgado central de instrucción de la Audiencia Nacional investigue los hechos por terrorismo. “Las medidas de protección han funcionado”, aseguraba el secretario de estado de Seguridad, que subrayaba que se habían podido intervenir los paquetes en los controles de seguridad de los edificios donde se habían enviado. La excepción, el de la embajada de Kiev, donde España no tiene jurisdicción y la seguridad corresponde a una empresa privada. Pérez, además, ha explicado que el primer análisis de las sustancias apunta a “material pirotécnico” de fabricación “casera”, a pesar de que ha pedido prudencia a la espera de que se pueda investigar con más profundidad. 

La Policía Nacional acordonando la embajada de Estados Unidos en Madrid.

En algunos casos los técnicos de desactivación de explosivos han hecho una detonación controlada, pero no en el caso del paquete que iba dirigido al centro de satélites de la base militar de Torrejón de Ardoz. Según ha explicado Pérez, se optó por “neutralizarlo”. “Esto podrá facilitar el análisis del material, el mecanismo de explosión y el sobre, y facilitar la investigación de la autoría del envío”, ha indicado. Según las primeras informaciones, el sobre es de color marrón, bastante “rudimentario” y el impacto del material no sería de gran alcance. Sin ánimo “de aventurarse”, insistía Pérez, el ministerio habla de un efecto de “deflagración” y no de ”explosión”, dando a entender que es menor. De hecho, el trabajador de la embajada de Ucrania el miércoles se hizo unas heridas leves en las manos, fue por su cuenta hacia el hospital y recibió el alta enseguida.

En la línea de trasladar calma, el número 2 de Interior ha señalado que estos episodios no son de suficiente magnitud como para tener que convocar la mesa de evaluación del nivel de alerta antiterrorista, que está en cuatro sobre cinco. En el momento en el que se ha celebrado la comparecencia, Pérez no ha descartado que pueda haber más envíos de este tipo y, de hecho, se ha conocido con posterioridad el de la embajada de EE.UU. y una falsa alarma con paquete sospechoso en el acuartelamiento del ejército del aire en Madrid que, una vez detonado, se ha comprobado que no contenía material explosivo. 

La autoría, incógnita

Con la posibilidad abierta de que puedan llegar más casos, a pesar de que con un potencial riesgo bastante limitado según Interior, queda la incógnita de saber la autoría. La Audiencia Nacional tiene la investigación en marcha y no descarta la hipótesis terrorista. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha constatado que “tienen relación con el apoyo a Ucrania” por parte del Estado, y ha dejado claro que esta posición “no menguará”. La particularidad es que, tal como ha reconocido el ministerio del Interior, no constaba que se hubieran producido casos así en otros países. 

Aun así, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano Dmitró Kuleba, ha explicado este jueves que dos delegaciones diplomáticas de Kiev recibieron amenazas “muy concretas”. Sin precisar de qué delegaciones se trata ni en qué consistían las amenazas, Kuleba ha manifestado en la reunión del consejo de ministros del OSCE en Polonia que, “sin duda, esta es una nueva forma de terror”. “Estamos trabajando mucho junto a las autoridades españolas para establecer quién está detrás de esto. Sin duda tenemos una conjetura, pero tenemos que seguir toda la red de agentes y personas implicados en esta campaña”, dijo. “Hay que desentrañar completamente las cadenas: quién está implicado, de dónde vienen estas cadenas, quién las envía”, ha dicho Kuleba, informa Cristina Mas.

En declaraciones al ARA , el embajador de Ucrania en Madrid, Serhí Pohoreltsev, no tiene ninguna duda de que el estado ruso está detrás de estas amenazas ejecutadas a través de intermediarios, si bien la embajada rusa en España ha condenado en un tuit “cualquier amenaza o ataque terrorista”.

Los Mossos asesoran al consulado de Barcelona

Los técnicos especialistas en desactivación de artefactos explosivos (Tedax) se convierten en una de las unidades clave de los cuerpos y las fuerzas de seguridad en casos como los que se han producido en las últimas horas. Más allá de desplazar a agentes que acordonen la zona y proceder, incluso, a desalojar al personal de los edificios en cuestión, los Tedax son los encargados de detonar y custodiar el material explosivo. Por eso, este jueves la conselleria de Interior ha ofrecido al consulado de Ucrania en Barcelona asesoramiento por parte de los Tedax de Mossos ante la hipótesis de que reciban algún tipo de paquete sospechoso, e incluso ha propuesto la presencia de miembros de esta unidad. Además, la policía catalana ha enviado un correo a las representaciones diplomáticas en Barcelona con consejos para actuar ante un hecho como el que ha tenido lugar en Madrid. En la capital española se ha podido ver más presencia policial en edificios como el Congreso, donde se ha dado la orden de estar más alerta con las entradas y salidas de trabajadores y periodistas.  

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