BarcelonaEl presidente Pere Aragonès ha llegado al debate de política general de este año en el Parlament –el primero en solitario– con la idea de medir sus fuerzas para afrontar la segunda parte de su mandato. Con solo 33 diputados, su principal reto es encontrar aliados para agotar la legislatura. Y de la jornada de este miércoles, en la que ha intervenido la oposición, se pueden sacar unas primeras conclusiones: tanto el PSC como Junts amonestan la gestión del Govern -ambos han presentado una propuesta de resolución para proclamar la " falta de confianza" del Parlament al presidente-, pero los de Salvador Illa han mantenido la mano tendida en el ejecutivo para sacar adelante los presupuestos del 2024. El cara a cara entre los junteros y el presidente ha sido más duro. "O rectificación o elecciones", ha llegado a espetar al líder de Junts en el Parlament, Albert Batet, quien le ha reclamado que abarque la "mayoría del 52% independentista" que le apoyó en la investidura. "No sabemos dónde está, presidente", ha rematado.
Batet, que no sólo censuró el rumbo nacional del ejecutivo sino también el sectorial, auguró que si el presidente Aragonès no cambia el rumbo dentro de un año aún estará más "aislado", "débil" y con "más agonía" que ahora: "Si es responsable, sabe que no puede gobernar en las condiciones actuales". Junts considera que Aragonès no está bien encarado ni en Catalunya ni en Madrid, donde cree que "no ha mantenido la posición" frente al PSOE para resolver el conflicto político. En este punto, Batet ha reivindicado el estilo de Junts a la hora de hablar con Pedro Sánchez, que pasa, según el juntero, por pedir "garantías" y también por conversar con "discreción". ¿Y qué ha dicho sobre la unidad que reclama Aragonès para negociar? Batet ha recordado que antes del 23-J era Esquerra quien se negaba a la coordinación: "Sería una lástima que ahora hubiera cambiado su discurso en función de la aritmética de Madrid y no de la realidad de Catalunya", ha dicho.
Juntos en Aragonés: "O rectificación o elecciones"
Como era de esperar, durante su réplica el presidente ha negado la mayor –piensa que su Gobierno va bien– y ha vuelto a pedir a Junts negociar conjuntamente con el PSOE. "Estamos de acuerdo en el qué: amnistía y autodeterminación. También en el cómo: aprovechar el escenario de negociación con el Estado [...]. No nos quedemos encallados en el quien", ha argumentado Aragonès, que ha recordado que hace un año Junts no quería entrar en el marco de negociación con el PSOE y ahora sí. "Es un cambio positivo", ha destacado el presidente para reclamar un frente común. Así, ha puesto sobre la mesa todas las veces que Esquerra ha apoyado a los respectivos presidentes de la Generalitat a la hora de enfrentarse con el gobierno español, citando desde la reforma estatuaria con Pasqual Maragall hasta el referéndum de Carles Puigdemont pasando por el pacto fiscal de Artur Mas. Según Junts, Aragonès no puede hablar "en nombre de terceros" ni se puede comparar con Mas y Puigdemont porque no ha buscado acuerdos con el soberanismo para sacar adelante sus propuestas: "Usted no ha tenido la valentía de llevar a votación el "acuerdo de claridad", que es la principal propuesta del Gobierno en el ámbito del Procés. "No hablo en nombres de terceros, pero como presidente no voy a inhibirme en esta negociación", ha contestado visiblemente enervado Aragonès a lo largo del debate. sobre quien saca más rédito de la negociación con el PSOE y también quien toma su liderazgo. Junts quiere que sea el expresidente Carles Puigdemont desde Waterloo –es él quien pilota todas las conversaciones sobre la investidura–, mientras que Esquerra quiere que todo esté liderado por el jefe del ejecutivo catalán, que ayer subió el precio de sus votos: reclamó a Pedro Sánchez que se comprometa a fijar las condiciones del referéndum en esta legislatura. En esta línea, ha insistido el presidente de los republicanos en el Parlament, Josep Maria Jové: "Que nadie pretenda garantizarse nuestro apoyo tentándonos con soluciones personales: no se equivoquen, tengamos un poco de respeto, la amnistía es necesaria, pero no es suficiente".
A su vez, la CUP se desmarcó del presidente, pero también de Junts. La diputada Laia Estrada auguró que la negociación en Madrid no servirá para lograr un referéndum sino que será un "intercambio" de la amnistía por la autodeterminación en un nuevo intento "reformista" del Estado. Por su parte, Ciudadanos y el PP han cargado contra "la oligarquía independentista", pero han centrado sus críticas contra el PSC: "Es la muleta del separatismo".
¿Majoría con el PSC y los comunes?
Con el debate que han protagonizado Aragonès y Batet ha quedado claro que Esquerra y Junts están lejos de coordinarse en Madrid –pese a coincidir en las demandas–, pero ¿y el PSC? ¿Cuál es ahora su rol? Salvador Illa no es solo el jefe de la oposición sino también una de las personas de confianza de Pedro Sánchez en Catalunya, por lo que era clave lo que este miércoles pudiera decir sobre la propuesta de referéndum que lanzó ayer el presidente. "No es momento de hacer carreras para ver quién llega antes a la foto", porque "lo importante es el país", ha expuesto Illa, y ha remarcado, en alusión al referéndum, que "Catalunya se equivoca cuando la rauxa (irracionalidad) se impone al seny (cordura)". Tampoco ha hecho mención alguna a la amnistía, aunque el PSC deberá mojarse en las propuestas de resolución de los soberanistas.
Isla avisa a Aragonés de que no tire por el derecho
En cualquier caso, Salvador Illa no ha centrado su discurso en el Congreso de Diputados –pese a que en paralelo ha tenido lugar la investidura fracasada de Alberto Nuñnez Feijóo– sino en la gestión del ejecutivo, que cree que no es buena. "Gobernar no debe ser rutina", ha dicho, criticando que los republicanos quieran hacerlo "solos" con solo 33 de 135 diputados. "Cataluña no falla, falla su gobierno", ha repetido en varias ocasiones el jefe de la oposición. Para superar esta situación, el socialista ha recetado "acuerdos y consensos" y se ha abierto a la "colaboración" con el ejecutivo para sacar adelante medidas en el ámbito de educación, sanidad, en materia de financiación -el PSC quiere que el Govern presente una propuesta al Estado- y también para aprobar los presupuestos del 2024. Una mano tendida que comparte con la líder de los comunes, Jéssica Albiach, que se ha mostrado dispuesta a negociar las cuentas del año que viene. Ahora bien, tanto el PSC como En Comú Podem han querido hacer una advertencia a Aragonès: que su voluntad de pacto no implica que le garanticen los votos para acabar la legislatura.
El PSC deberá pronunciarse sobre la amnistía
Tanto ERC como Junts, la CUP y los comunes han presentado varias propuestas de resolución a favor de la amnistía de los represaliados del Procés. Ahora bien, lo han hecho por separado: este jueves intentarán pactar un texto común y, de no conseguirlo, se pondrán todas las resoluciones a votación el viernes, en la jornada final del debate de política general. Esto implica que el PSC, que durante el debate ha obviado la cuestión de la amnistía, deberá pronunciarse sobre esta medida en el pleno.
En el marco de las propuestas de resolución, los socialistas han optado por presentar una propuesta "a favor del diálogo y la convivencia" y otra vez el Gobierno a presentar una reforma del sistema de financiación autonómica. Sin embargo, coinciden con Junts en otro punto: ambos partidos promueven una resolución por separado donde coinciden en proclamar la "falta de confianza" del Parlament en el ejecutivo de Aragonès. Una iniciativa que desde los republicanos lamentan. A su juicio, "pervierten" los instrumentos parlamentarios: desde el Govern recuerdan que las cuestiones de confianza son a iniciativa del presidente de la Generalitat y que la oposición sólo puede impulsar mociones de censura.