La prohibición de los correbous: el debate más incómodo llega al Parlament
El rechazo del mundo local de las Terres de l'Ebre hace que ERC, Junts y PSC debatan permitir que la propuesta se vote en la cámara
BarcelonaNi la ampliación del aeropuerto de El Prat, ni el Cuarto Cinturón, ni el Hard Rock. Si hay un proyecto que tensa internamente a los grandes partidos catalanes es la prohibición de los correbous. La abolición de las corridas de toros en el 2010 ya provocó que CiU y PSC dieran libertad de voto a sus diputados por la falta de un posicionamiento común, pero acabar con algunas modalidades de correbous aún genera más fractura y también provoca disensiones en las filas republicanas. El rechazo del mundo local de las Terres de l'Ebre, donde la tradición está más arraigada con una treintena de municipios que celebran, agrieta la unidad de acción de los tres partidos con más peso en el Parlament.
Ya se vio hace cuatro años cuando algunos diputados de estas formaciones, mayoritariamente de Tarragona, pero también de Girona (donde se hacen algunos), votaron en contra o se abstuvieron con una propuesta de resolución de los comunes que reclamaba acabar con los correbous y que va prosperar con 50 votos a favor, 17 en contra y 61 abstenciones. Ahora la historia podría repetirse. Los comunes y la CUP han presentado una proposición de ley para acabar con el toro embolado, el toro caplazado y el toro en la playa, que califican estas modalidades como "las más agresivas". Que ninguna de estas formaciones haya revelado si darán o no apoyo a la enmienda a la totalidad de PP y Vox para evitar que se debata en el Parlament denota hasta qué punto esta cuestión les incomoda. Si la enmienda a la totalidad sigue adelante en la votación del próximo miércoles, la cámara dará carpetazo al tema, al menos de momento. Si fracasa, se creará una ponencia que dará forma al texto final que se volverá a votar en el pleno dentro de unos meses (si no termina antes la legislatura).
A preguntas del ARA, socialistas y junteros no han querido ni siquiera pronunciarse sobre esta cuestión y sólo lo han hecho los republicanos. Fuentes de ERC han señalado que "la decisión se tomará teniendo en cuenta el peso que tienen los correbous en el territorio" y que los afectados deben participar en la resolución que se adopte. Los republicanos, asimismo, mantienen la apuesta de impulsar una ley de protección animal que no sólo se limite a los correbous y lamentan que los comunes no hayan activado al intergrupo para la protección de los Animales en el Parlament para avanzar en este ámbito. El portavoz de los comunes, David Cid, admite que este intergrupo no se ha activado, pero deja claro que "no deja de ser un grupo de trabajo sin capacidad legislativa". En agosto, el presidente Pere Aragonès ya se expresó en esta misma línea y defendió que la fiesta debía evolucionar "desde los ámbitos donde se hacen estas tradiciones" y no legislarse desde el Parlament. "Es un proceso que debe ir avanzando, pero si es visto como una imposición de Barcelona, no saldremos adelante", advirtió.
Este es uno de los argumentos que utilizan la treintena de alcaldes, presidentes de los consejos comarcales y la Agrupación de Peñas y Comisiones Taurinas de las Terres de l'Ebre (APCTTE), que el jueves celebraron un acto unitario en la Ràpita para mostrar su rechazo a la proposición de ley y denunciar que las formaciones que abanderan la iniciativa sólo representan el 4% de los ediles de los pueblos con fiestas con bueyes. "Debe decidir el territorio, que lo hace con el corazón y no pensando en los votos y la política", critica el alcalde de la Rápita, el socialista Javier Reverté, que pide la abstención del PSC. El alcalde de Paüls, el republicano Enric Adell, pide respeto para la ley de los correbous, que se aprobó en el 2010, porque las cosas desde entonces se hacen "muy bien hechas" con incidencias "residuales". El alcalde de L'Aldea, el juntero Xavier Royo, reivindica la unión territorial que existe en defensa de la fiesta de los toros.
La asociación Tots Som Poble, que forma parte de la coordinadora Prou Correbous, replica que en el 2010, cuando se aprobó la ley que blindaba los correbous incluyendo la fiesta en el apartado de cultura, "a los partidarios de los correbous no les supo nada grave que la ley viniera de Barcelona". La coordinadora ha hecho un comunicado este viernes en el que pide "valentía" a los grupos parlamentarios para que no apoyen la enmienda a la totalidad de PP y Vox y denuncia que si se tumba se habrá "vetado un debate sano y necesario" porque la proposición no afecta a la totalidad de los correbous. El desenlace se sabrá el miércoles.