Paz Esteban, la directora del CNI que cree que las mujeres mandan mejor

El caso Pegasus ha puesto a esta veterana funcionaria de los servicios secretos en el punto de mira

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La directora del CNI, Paz Esteban, a la Moncloa, en una imagen de archivo

MadridSolo diez diputados del Congreso podrán escuchar este jueves las explicaciones de la directora del CNI, Paz Esteban (Madrid, 1958), sobre el Catalangate. Y la ley les prohíbe hacer público lo que se les haya trasladado. No se conoce mucho de la máxima responsable de los servicios secretos españoles –probablemente un hecho positivo para una espía–, cuya continuidad ha quedado en el aire a raíz del caso Pegasus. Ni siquiera la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha querido responder si Esteban debería dimitir cuando este miércoles se lo han planteado los periodistas antes de comparecer en comisión en el Congreso.

Esteban tomó las riendas del organismo oficialmente en febrero del 2020, a pesar de que ejerció de directora en funciones desde julio de 2019 por la jubilación de su antecesor, Félix Sanz Roldán. Se convertía así en la primera mujer en dirigir una casa que el siglo pasado estaba prácticamente reservada a hombres y militares. "Nosotras somos más cercanas, más empáticas, más comprensivas, abrimos más el foco. Ni nos falta firmeza, ni decisión ni valentía", decía a la periodista Pilar Cernuda, según relata en el libro No sabías nada de mí: cómo son las espías españolas. Emilio Alonso Manglano empezó a renovar la institución en los 80 a raíz del intento de golpe de estado del 23-F y Esteban recaló allí en 1983, cuando se estaba preparando las oposiciones de archivos y bibliotecas después de graduarse en filosofía y letras. Según lo que se ha publicado, un familiar le ofreció entrar en un ministerio, que resultó ser el Cesid, reconvertido en 2002 en el actual CNI.

La veterana funcionaria no actuó como agente en el terreno, sino que se especializó en inteligencia exterior y empezó elaborando informes sobre la permanencia de España en la OTAN antes del referéndum del 1986. También se le atribuyen dosieres sobre terrorismo a raíz del 11-S y el 11-M, un ataque a la estación de Atocha que ni los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ni el CNI evitaron. Según se ha sabido con posterioridad, los servicios de inteligencia dieron un aviso pocos días antes de los hechos y su ex director Alberto Saiz ha afirmado que si José María Aznar acusó a ETA fue porque, probablemente, así lo apuntó el CNI.

De confianza del PP y PSOE

De la mano de Félix Sanz Roldán, persona de confianza de la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, Esteban fue nombrada secretaria general del organismo en junio del 2017. En aquella etapa el CNI pasó a depender orgánicamente del ministerio de la Presidencia del último gobierno de Mariano Rajoy. Con la llegada del PSOE en el gobierno, contó con el apoyo de Margarita Robles, hecho que pone de manifiesto su perfil técnico y no de confianza de ningún partido. "He de reconocer, ministra, que tu apoyo a lo largo de estos siete meses en que he desarrollado el cargo de directora interina, tu consideración hacia el centro y la defensa permanente que de él haces, le han dado a la organización tranquilidad para recorrer con normalidad esta etapa excepcional que hemos atravesado", dijo cuando fue ratificada en 2020.

El CNI había pasado por una etapa turbia a raíz del escándalo de las cloacas del Estado que tenía como protagonista al excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo, archienemigo de Sanz Roldán. En aquel discurso, Esteban también mencionó los retos de transformación digital del organismo que se habían puesto en marcha un año atrás. Precisamente, en una de las pocas intervenciones públicas que ha hecho, en 2019 pronunció una conferencia sobre ciberseguridad, el principal desafío contemporáneo de los servicios de inteligencia. Prometía un largo camino de cambios y adaptaciones en el CNI bajo un liderazgo que ahora cuelga de un hilo.

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