Protagonista colateral

El presidente de la JEC que podría haber hecho de Marchena en el juicio del 1-O

Miguel Colmenero optó a ser presidente de la sala penal del Supremo, junto a Cándido Conde-Pumpido, en el 2014

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Miguel Colmenero, presidente de la Junta Electoral Central

BarcelonaAnte un gran mural del pintor barcelonés Josep Maria Sert y que dibuja la ciudad de Cuenca, Miguel Colmenero (Madrid, 1951) preside en una sala anexa del Congreso de los Diputados las reuniones de la Junta Electoral Central. Fiscal desde los 26 años y actual magistrado del Tribunal Supremo, es el presidente del órgano que debe garantizar que los procesos electorales en el Estado funcionen correctamente y de forma transparente, pero también es el encargado de picar la cresta a los políticos que supuestamente hacen campaña donde no toca –lo hizo con el gobierno de Aragonès cuando presentó la propuesta de financiación singular–, entre otras funciones.

Preside el órgano electoral desde el 2020 –lo forman ocho magistrados del Supremo y cinco catedráticos de derecho o ciencias políticas–, pero ya fue vocal del 2004 al 2008. Por tanto, ha vivido cómo se han politizado las decisiones del órgano en algo más de una década. Miembros históricos del órgano apuntan a que muchas de las decisiones de la actual junta hace diez o quince años eran inconcebibles. La junta de Colmenero es, por ejemplo, la que obligó a la mesa del Parlament a retirar el escaño a Laura Borràs ya Pau Juvillà.

Pero, más allá de estas resoluciones, uno de los fallecidos que se ha cargado este último año fue la gestión del voto por correo en las municipales y generales del año pasado. En los primeros comicios, los de mayo, estalló la polémica en Melilla por una supuesta compra de votos. A partir de estos hechos, en las elecciones generales de julio, donde el voto por correo fue masivo, la JEC decretó que fuese obligatorio presentar el DNI para entregar el voto.

Lacónico pero contundente, es uno de los perfiles más conservadores de la JEC. De hecho, por si fuera poco los golpes que ha buscado las cosquillas a los partidos independentistas, pudo ser quien sentenciara a los procesados ​​por el juicio del Proceso: optó a ser presidente de la sala penal del Supremo, junto con Cándido Conde-Pumpido, en 2014. El elegido por el Consejo General del Poder Judicial fue Manuel Marchena.

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