Política

La ultraderecha desafía a Sánchez provocando el caos en el centro de Madrid

En Bruselas siguen las conversaciones entre el PSOE y Junts, aunque sigue el desacuerdo sobre la 'lawfare'

Nueva manifestación en Ferraz contra la negociación de PSOE y JUNTOS

Madrid / Barcelona / BruselasMientras en Bruselas el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, sigue negociando con el entorno del expresidente Carles Puigdemont la ley de amnistía, en Madrid se desató el caos este martes por la noche con una manifestación ultra contra el pacto entre socialistas e independentistas y, en concreto, contra el presidente español en funciones, Pedro Sánchez. “En prisión”, “Viva Franco”, “Que te vote Txapote”, "Marlaska maricón" o el Cara al sol son algunos de los lemas que se han oído en la manifestación, aunque los reunidos en la protesta también han gritado consignas en contra del rey Felipe VI, de la Constitución e, incluso, del Papa de Roma, que esta semana se ha reunido con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

De las 7.000 personas que según la Delegación del gobierno español han salido a la calle, ha habido un grueso que ha acabado enfrentándose a las fuerzas de seguridad y protagonizando una auténtica batalla campal con la Policía Nacional en el centro de Madrid. De hecho, la de este martes es la concentración más multitudinaria ante la sede del PSOE hasta ahora: ha habido cuatro manifestaciones desde el sábado, y la del lunes había fijado hasta ahora el máximo de afluencia reuniendo a 3.800 personas en un día que también se saldó con cargas policiales, pero con menor intensidad.

La situación de este martes ha sido mucho más tensa: los manifestantes han logrado romper el cordón policial que los agentes habían formado para evitar que accedieran a la sede del PSOE, en la calle Ferraz. Un cordón que también han replicado en el Congreso de Diputados, al que se ha desplazado un grupo de manifestantes, que ha desistido pronto de replicar nada que se pareciera al asalto del Capitolio de Estados Unidos.

Lejos de contenerse por la presencia de la Policía Nacional, varios grupos han tirado todo tipo de objetos a los agentes: vallas, contenedores y objetos contundentes, manteniendo una actitud desafiante en todo momento con las fuerzas de seguridad. A su vez, la policía ha contestado con gases lacrimógenos, cargas policiales y balones de goma. Durante unas horas, los disturbios ocuparon el centro de Madrid y el balance, por ahora, fue de doce heridos, cuatro de los cuales acabaron en el hospital y dos eran policías. A la hora de cerrar esta edición constaban cuatro detenidos, uno más que el lunes.

Vídeo de los manifestantes gritando proclamas fascistas cerca de la sede del PSOE

La capital madrileña, en este caso, ha sido la única en la que ha habido incidentes remarcables, puesto que las convocatorias contra la amnistía se han replicado sin tensión en otras ciudades del Estado: en Sevilla, Murcia, Oviedo o Almería, y también en Barcelona, ​​frente a la sede del PSC, aunque con muy poca afluencia.

El presidente español en funciones, Pedro Sánchez, ha reaccionado a las protestas de esta noche lanzando críticas al PP. "No esperamos nada de los que por acción u omisión apoyan a los que asedian a sus socialistas. Su silencio los retrata", ha twitteado a través de X, afianzándose en su apuesta por la mayoría plurinacional: "El avance social y la convivencia merecen la pena. No romperán el PSOE".

Y es que el PP ha tardado en pronunciarse. El líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, aseguró pasadas las once de la noche en X que "el malestar social es responsabilidad de Sánchez", pero también pidió "respeto y ejemplaridad" en las manifestaciones. Es decir, no ha condenado explícitamente la violencia y ha aprovechado para llamar a su convocatoria del próximo domingo a las 12 en todas las capitales de provincia en contra de la amnistía.

Ya a lo largo de la jornada de este martes las movilizaciones de la derecha en contra el pacto del PSOE con los independentistas han marcado la agenda política, sobre todo por cómo terminó la protesta este lunes: los uniformados acabaron cargando contra los manifestantes con gases lacrimógenos y pelotas de goma. Una actuación por la que la derecha y la extrema derecha han puesto el grito en el cielo contra el gobierno del PSOE y Sumar. El senador del PP y expresidente de Extremadura José Antonio Monago ha acusado a Pedro Sánchez de querer aplacar las protestas contra la amnistía "con la ley mordaza y, si es necesario, con gas mostaza", mientras que fuentes del partido han acusado a la policía española de tratar a los manifestantes ante la sede del PSOE como si "fuieran CDR", en alusión a los independentistas catalanes contra quienes el PP sí avala este tipo de actuación policial, y más contundente aún ha sido el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha llamado a la policía española a "rebelarse" en contra de la coalición del PSOE y Sumar. , las ramificaciones de la formación ultra y otros grupúsculos aún más extremistas los que impulsan las protestas que están existiendo en Madrid y en el resto del Estado.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha criticado por su parte a la derecha por "cuestionar" la actuación policial en la movilización del lunes, pero no ha tenido el apoyo del cuerpo entero: la Unión Federal de Policías y JUPOL han pedido el cese del delegado del gobierno español por ordenar las cargas policiales y utilizar gases lacrimógenos. Además, lo compararon con Catalunya: aseguraron que durante los disturbios de Via Laietana en el 2019 en contra de la sentencia del Proceso les ordenaron "aguantar" pese a que les "estuvieran masacrando". Una opinión que está por ver si mantienen tras la batalla campal de este martes en Madrid.

Sin prisa en Bruselas

Y mientras se intensifican las protestas en Madrid, ¿cómo van las negociaciones entre el PSOE y Junts? Cuando todo parece estar cerrado, se vuelve a reabrir. Es la sensación que transmitían este martes los negociadores socialistas después de una nueva jornada sin entendimiento definitivo. Hay que tener en cuenta que los dos partidos han estado ya a punto de anunciar el acuerdo dos veces –el pasado jueves y este lunes–. Es por eso que este martes los negociadores, para sacudirse la presión de encima, han rebajado las expectativas de un pacto inminente, pese a que los socialistas siguen confiando en poder investir a Pedro Sánchez esta semana. ¿Qué encalla el pacto? Fuentes conocedoras de las conversaciones admiten que no existe acuerdo sobre el alcance de la amnistía. El punto de discrepancia entre el PSOE y Junts es quien se beneficia. Juntos quiere introducir las causas que considera lawfare –que no necesariamente cuelgan del 1-O o el 9-N–, mientras que el PSOE discrepa que haya una persecución de independentistas en los tribunales y considera que si se amplía el alcance de la amnistía no pasará el filtro del Tribunal Constitucional.

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha recetado calma y paciencia desde Madrid. Las partes aseguran que siguen "adelantando" sin ponerse un horizonte temporal: "El día 27 de noviembre es la única fecha límite". Las negociaciones seguirán este miércoles –Cerdán se ha quedado una noche más en Bruselas y también está la cúpula de Junts–, pero desde las filas socialistas ya hablan de malestar con los de Carles Puigdemont por retrasar el acuerdo mientras Madrid se enciende.

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