Política

Puigdemont y el PSOE escenifican en Bruselas que el acuerdo es inminente

Las conversaciones "avanzan en la buena dirección" y el entendimiento podría cerrarse esta semana

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Santos Cerdán y Carles Puigdemont

BarcelonaLas negociaciones para investir a Pedro Sánchez como presidente del gobierno llegan a su recta final. Con la defensa explícita que el líder del PSOE hizo el sábado de la amnistía y con la consulta en las bases de los socialistas ya en marcha, se ha producido el último paso imprescindible antes de cerrar un eventual pacto: la fotografía del expresidente Carles Puigdemont en Bruselas con un alto dirigente del PSOE -el secretario de organización del partido, Santos Cerdán.

El encuentro representa el reconocimiento del expresidente de la Generalitat como interlocutor por parte de los socialistas, tal y como ya hizo al inicio de las conversaciones la líder de Sumar, Yolanda Díaz, y es un indicador de que el acuerdo entre los junteros y el PSOE es inminente. Hay que tener en cuenta que desde que el exjefe del ejecutivo catalán se marchó al exilio hace seis años que nunca un dirigente socialista se había reunido públicamente, ya que el objetivo –reiterado justo en la campaña del 23 -J– era llevarlo ante la justicia española para que le juzgaran por el 1-O. Sin embargo, la aritmética parlamentaria lo ha cambiado todo: los socialistas ahora necesitan los siete diputados de Puigdemont y se han comprometido a sacar adelante la amnistía, que permitiría al expresidente volver en libertad.

Pero no solo el PSOE ha girado su discurso, también lo ha hecho Junts: en campaña electoral aseguraron que no apoyarían a ningún presidente español que no se comprometiera con la amnistía y la autodeterminación. De hecho, Puigdemont dijo en una entrevista en el ARA que Sánchez "no sería presidente con los votos de Junts". El PSOE ahora defiende la amnistía, pero el referendo de independencia no está sobre la mesa de Pedro Sánchez.

Encuentro entre el PSOE y Puigdemont en Bruselas

En la reunión de este lunes, que se ha hecho en las dependencias del grupo parlamentario de JxCat en la Eurocámara, Puigdemont y Cerdán no han estado solos: también ha participado Jordi Turull por parte de los junteros -y no su presidenta , Laura Borràs– y, por parte de los socialistas, la presidenta del grupo en el Parlamento Europeo, Iratxe García-Pérez, además del jefe de la delegación socialista en la Eurocámara, Javier Moreno.

El encuentro Puigdemont-PSOE significa que la negociación va en la "buena dirección", hasta el punto de que el entendimiento podría cerrarse esta semana. De hecho, es el calendario con el que trabaja el PSOE: querría celebrar el pleno de investidura la próxima semana para que Sánchez dejara de estar en funciones antes de hacer de anfitrión en la cumbre de los partidos socialdemócratas europeos que se celebra el 11 y 12 de noviembre en Málaga. En este sentido, es clave la reunión del viernes de la junta de portavoces en la cámara española, que debería fijar si hay lleno o no de cara a la próxima semana a través de la presidenta, Francina Armengol.

Este lunes Sánchez ha vuelto a defender la amnistía en una carta a la militancia –"El tiempo nos dará la razón", ha dicho– y la propia Moncloa ha confirmado este lunes que todo se precipita: la portavoz del ejecutivo, Isabel Rodríguez, apuntó en rueda de prensa que una vez hecho el gesto de Sánchez con el olvido judicial ahora "es el turno de los grupos parlamentarios" para acabar de remachar los acuerdos, que implican forjar "un proyecto de convivencia" en el Estado. "Ya quedan pocos días en el calendario –ha admitido–, esperamos que sea lo antes posible".

Los términos del acuerdo

La fotografía de este lunes es la música –ha habido "buen ambiente" en el encuentro, dijeron–, pero falta conocer la letra. Es decir, cuáles serían los términos finales del pacto. Si hay un partido que ha mantenido el silencio mediático a lo largo de toda la negociación es Junts per Catalunya, hasta el punto de que su portavoz, Josep Rius, que solía comparecer ante los medios de comunicación cada lunes, no lo hace desde el verano. Ahora mismo ni la dirección del partido conoce de primera mano el ritmo de las conversaciones y sólo mañana martes por la tarde está prevista una reunión de la "permanente" de la formación -el órgano más restringido de la dirección- para abordar la reunión de 'este lunes Puigdemont-PSOE.

En función de cómo vaya, podrían ya programar un consejo nacional extraordinario, el órgano de Junts que ratificaría el acuerdo. Y es que, a diferencia de las grandes decisiones que ha tomado el partido en los últimos tiempos (como el acuerdo con Esquerra en la Generalitat en el 2021 o salir del Govern), esta vez no se prevé ninguna consulta a toda la militancia de JxCat . Quien sí dejará que se pronuncien las bases será Podemos, aunque no han participado directamente en las negociaciones entre el PSOE y Sumar.

¿Qué se sabe, pues, del eventual entendimiento? En privado, varios dirigentes del partido consultados reconocen que las conversaciones están avanzadas, sobre todo en el campo de la ley de amnistía, y que el arrecife más difícil se mantiene en la necesidad de acordar un mediador o un sistema de "verificación" de los acuerdos.

Sin que el PSOE haya "pagado por adelantado", como había reclamado el expresidente Carles Puigdemont en la conferencia del 5 de septiembre en Bruselas -es decir, no se aprobará la amnistía antes de la investidura y no se prevé que el catalán complete el proceso de ser oficial en la Unión Europea-, los junteros consideran "imprescindible" la figura del mediador. Es decir, la presencia de una tercera parte que dé fe de las conversaciones entre ambos partidos y resuelva la "desconfianza" existente entre los actores para abordar la resolución del conflicto. Hasta ahora el PSOE se había negado a considerar esta figura, sobre todo si era internacional (como pide Puigdemont), pero varias fuentes apuntan a que las partes habrían encontrado ya a un deslumbrante.

Esquerra también acelera

En todo caso, Pedro Sánchez no sólo necesita a Junts para sacar adelante la investidura sino también el apoyo, entre otros, de Esquerra, el PNV y EH Bildu. Este lunes la portavoz de los republicanos, Raquel Sans, ha reconocido en rueda de prensa que estamos en los días "decisivos" de la negociación y que este fin de semana se han "intensificado" los contactos con el PSOE. Sin embargo, también advirtió de que todavía no hay acuerdo y que los socialistas deben ceder en la carpeta de la amnistía (y la resolución del conflicto político), pero también en el traspaso de Cercanías y la reforma del sistema de financiación. "¿Estaría dispuesto a regalar la presidencia para no dar respuesta al déficit fiscal oa Cercanías?", ha dicho, poniendo presión a los socialistas.

En cuanto a la financiación, está sobre la mesa no un cambio estructural inmediato del sistema, sino de entrada empezar con la condonación de la deuda del fondo de liquidez autonómico (FLA) por parte del Estado a la Generalitat. Una vía que ha defendido este lunes el portavoz de los comunes, Joan Mena: "Puede ser un acuerdo bastante transversal", ha asegurado Mena, informa Martina Alcobendas.

Quien no sonríe es el PP. Tras conocer la reunión Puigdemont-PSOE, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, se mostró indignado en las redes sociales: "Después de la fotografía con EH Bildu, la fotografía en Bruselas con un prófugo de la justicia. Dejen de jugar a espaldas de los ciudadanos".

Ahora sí, la negociación entra en la recta final.

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