Quim Torra vuelve a ser condenado por desobediencia

El 'expresident' tendrá que pagar 24.000 euros y suma quince meses más de inhabilitación a raíz del segundo juicio por la pancarta

BarcelonaQuim Torra fue el primer president de la Generalitat en activo a ser obligado a abandonar el cargo por la justicia. Su negativa a retirar a tiempo la pancarta en solidaridad con los presos políticos y los exiliados le costó la presidencia en otoño del 2020, y la misma pancarta, pero ahora por un segundo juicio, le lleva a sumar quince meses más de inhabilitación y una multa de 24.000 euros. Torra, que apenas acababa de cumplir la primera condena, tiene ahora diez días para recurrir la decisión judicial a la Audiencia de Barcelona, y sus abogados ya han adelantado que lo hará ahora y sucesivamente hasta llegar a la justicia europea. "Es una sentencia inducida por el afán de venganza de los jueces, que actúan como brazo político del estado español en Catalunya", ha reaccionado el expresident.

El juzgado penal número 6 de Barcelona ha hecho pública este miércoles la condena dictada por desobediencia al considerar que el president no dio cumplimiento a la resolución judicial que lo obligaba a retirar la pancarta de la fachada del Palau de la Generalitat en septiembre del 2019. "No se tiene que entender que los hechos del acusado están amparados por el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales o la inviolabilidad parlamentaria", remarca la magistrada Diana Marcelo Martín, que rechaza la línea de defensa que habían seguido los abogados del president. A pesar de que, al igual que en el primer juicio, se inició en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, ha sido finalmente un juzgado de primera instancia el que ha emitido la segunda condena contra Torra, que perdió su condición de aforado una vez dejó de ser president de la Generalitat. Torra, por cierto, no se presentó a este segundo juicio el pasado mes de marzo.

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La oficina del expresidente ha reaccionado a la condena con un comunicado en el que denuncia la "causa general contra el independentismo" y reivindica "retomar la iniciativa": "La independencia es más urgente que nunca". "Pancartas con contenido político ha habido siempre, hay hoy en el mismo lugar donde estaba la que se ordenó retirar [una que reivindica la libertad de expresión] y siempre habrá. La sentencia de hoy no es más que un eslabón de la cadena represiva de España para evitar el ejercicio democrático y la libertad de expresión en Catalunya", subraya Torra .

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"Hasta que no volvamos a tomar el rumbo hacia la independencia estamos condenados a la represión, a las sentencias humillantes sobre el catalán en la escuela, a la persecución de activistas contra su derecho de manifestación y, todavía peor, a una pugna de partidos por las migas del poder autonómico que no está a la altura de una ciudadanía que hizo posible el Primero de Octubre y que puso sus cuerpos contra la barbarie violenta de España", concluye.

La nueva condena contra el expresident se ha conocido en plena celebración del pleno del Parlament. El presidente Aragonès ha expresado todo su apoyo a Torra, y el líder de Junts, Albert Batet, la "condemna más enérgica" a la decisión del TSJC.

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Retirada dos días más tarde

Las dos condenas contra él se diferencian básicamente por el momento en el que se presentaron las querellas contra el expresident. La primera nació fruto de una denuncia de Ciutadans a la Junta Electoral Central (JEC) en la primavera del 2019, que obligó a Torra a retirar la pancarta y también los lazos amarillos de los edificios públicos durante el periodo electoral. Como no lo hizo, la Fiscalía se querelló contra el president. El segundo, en cambio, no se circunscribió al periodo electoral: la entidad Impulso Ciudadano reclamó a la justicia que obligara a la Generalitat a retirar de sus edificios de forma permanente la simbología que consideraba partidista. Torra se negó a cumplir las cautelares exigidas por el TSJC –entonces no fue la JEC– y se gestó la segunda querella por desobediencia contra el entonces president.

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El 23 de septiembre del 2019, Torra fue requerido personalmente para retirar la pancarta del balcón del Palau de la Generalitat. No lo hizo. Al menos con la celeridad que le requería el tribunal, que le dio un plazo de 48 horas para hacerlo. El 27 de septiembre, es decir, dos días después de que se agotara el plazo, dos trabajadores de mantenimiento del Palau la acabaron retirando, una vez el TSJC ya había requerido a los Mossos d'Esquadra que lo hicieran. La pancarta desapareció de la fachada y solo volvió unos días en enero cuando, después de un acto en solidaridad con Torra –que acababa de perder el escaño de diputado– se volvió a colocar en el balcón.

Dos Mossos d'Esquadra se presentaron en el Palau el 27 de septiembre para requerir que se descolgara la pancarta y se fueron cuando comprobaron que se había aceptado finalmente su requerimiento. El Govern prefirió evitar la imagen de que dos policías uniformados de la policía catalana fueran los que acabaran retirando la pancarta.

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En abril del año pasado, además, el TSJC sentenció que no se podría volver a colgar porque vulneraba la "neutralidad" institucional. Era la respuesta al contencioso administrativo que había iniciado Impulso Ciudadano precisamente en septiembre del 2019.