Ramón Tamames, el candidato de la España en blanco y negro

MadridPedro Sánchez acostumbra a acusar a Vox de querer una España en blanco y negro. En las próximas fechas, cuando Ramón Tamames (Madrid, 1933) suba a la tribuna del Congreso a postularse como presidente del gobierno español (aunque el objetivo del partido de extrema derecha sea convocar elecciones inmediatamente), la impresión de regreso al pasado será evidente. Diputado en el Congreso por el Partido Comunista de España (PCE) en la legislatura constituyente (1977-1979) y en la I legislatura (1979-1982), el histórico autor del manual Estructura económica de España abandonó la política en 1990, seis años antes de que naciese la diputada más joven de la cámara baja en la actualidad, la republicana Marta Rosique. Pero cuando el actual presidente español recrimina a Santiago Abascal una supuesta añoranza de etapas pretéritas se refiere al franquismo, el régimen contra el que Tamames se rebelaba cuando ingresó en el PCE en 1956.

Empezó a militar de la mano de Jorge Semprún y Javier Pradera, después de estar encarcelado por organizar una revuelta estudiantil contra la dictadura. Pedían el regreso de los exiliados y una "reconstrucción nacional". En varias entrevistas de los últimos años, ha justificado su trayectoria en el PCE porque era "el único partido" que luchaba contra el franquismo, pero no porque comulgara con todo el ideario. De hecho, ha explicado que cuando abandonó la organización, en mayo de 1981, Santiago Carrillo lo acusó a él y a otros dirigentes de no ser comunistas. Según se desprende de su libro Historia de Elio (1976), autobiográfico, aspiraba a liderar el partido.

A pesar del respeto mutuo, hubo reproches hasta pocos meses antes de la muerte de Carrillo, en septiembre del 2012. En una entrevista con el ex líder de Podemos Pablo Iglesias en noviembre del 2011, el ex secretario general del PCE recordaba que Tamames defendió que un militar se hiciera cargo del ministerio del Interior para sustituir a Rodolfo Martín Villa a finales del 1978. Creía que era una buena manera para combatir a ETA. Carrillo, sin embargo, con el paso del tiempo tuvo la convicción de que aquello era una señal de que "sabía algo" del 23-F. Incluso, Tamames habría sido el nombre que el general Alfonso Armada habría querido como ministro de Economía si hubiera triunfado el intento de golpe de estado, si bien el ahora protagonista de la moción de censura ha dejado claro que no habría aceptado el cargo.

La evolución hasta Vox

En conversación con el ARA, un antiguo compañero de filas, el exdiputado del PSUC Antoni Montserrat, rememora la trayectoria compartida con Tamames, como la elaboración en clandestinidad y posterior publicación en París de la obra Un futuro para España, una receta económica para la España democrática. El ex conseller de Economía Antoni Castells menciona Los monopolios en España (1967), que cuestionaba la concentración del poder económico, el poder de los bancos y denunciaba las desigualdades. "Sus libros eran aire fresco", asegura Castells, que contrapone aquellas tesis con "la evolución liberal" en materia económica, acompañada de un trayecto político que, hoy en día, ya "no tendría que sorprender" que haya culminado representando a Vox en la moción de censura. Lo cierto es que en las últimas décadas ha frecuentado tertulias de los medios más escorados a la derecha.

Primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid entre 1979 y 1989, bajo el mandato del socialista Enrique Tierno Galván, Tamames contribuyó a la fundación de Izquierda Unida desde la Federación Progresista en 1984, y en 1989 ingresó en el Centro Democrático Social (CDS) de Adolfo Suárez. "Hasta aquí, una evolución posible y normal", apunta Montserrat, que cree que la simpatía con Vox "está muy ligada al nacionalismo español". Tal como recuerda el histórico socialista Raimon Obiols, Tamames explica en su libro ¿Adónde vas, Cataluña? Cómo salir del laberinto independentista (2014) que se envió correspondencia con Artur Mas y Mariano Rajoy y propuso un nuevo Estatut que hablara de "nación catalana", trasladar el Senado y un ministerio de Cuestiones Territoriales a Barcelona y crear una agencia tributaria de carácter federal. Últimamente, sin embargo, ha apostado por no tener miedo al artículo 155 de la Constitución.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha insistido este lunes después de registrar la moción de censura en que Tamames es un perfil independiente con planteamientos que pueden no ser del todo concordantes con el ideario ultra. Por ejemplo, en materia de ecologismo y feminismo. Sí hay algunos puntos en común que han propiciado el entendimiento. En entrevistas recientes, el escogido ha enaltecido el "sentimiento patriótico" de Vox y que haga de dique de contención de los que "luchan contra la idea de España", que, a su entender, es el bloque formado por el PSOE, Unidas Podemos y las formaciones soberanistas del Congreso. Tamames desearía una "reconstrucción nacional" como la que reclamaba en 1956, a pesar de que la ve imposible. El último reflejo de esta idea está en la Transición y los Pactos de la Moncloa –ya con emisiones en color en la televisión–, donde parece haberse quedado enquistado el candidato de los que "quieren volver a la España en blanco y negro".