MadridPedro Sánchez ha visto cómo en menos de seis meses han entrado en prisión provisional dos exsecretarios de organización del PSOE: Santos Cerdán, que ya ha salido adelante, y José Luis Ábalos, también exministro de Transportes, que lo ha hecho este jueves por el caso de las presuntas irregularidades en la compra de mascarillas durante la pandemia. Pero también ha visto cómo el blog que le investijo presidente español en el 2023 se ha debilitado por momentos, hasta el punto de que hoy ya no existe, o al menos, a juicio de Junts, que ha decidido romper con los socialistas. "Las costuras del Estado se están tensando e, incluso, rompiendo mucho", reflexionaba Aitor Esteban este viernes por la tarde, que desde que es presidente del PNV observa en la distancia todo lo que ocurre en Madrid. Sin embargo, Sánchez busca tomar aire para cumplir el compromiso que ha repetido semana tras semana: agotar la legislatura.
Que el escenario es, como mínimo, delicado no lo niega nadie. "La imagen duele [...], es muy desagradable", asumía la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz (PSOE), este viernes en referencia al encarcelamiento de Ábalos. Desde la Moncloa se reconoce que no ha sido una semana fácil, aunque no la ponen al nivel de la semana en la que Cerdán entró en prisión. "Fue un momento mucho más complicado", aseguran fuentes gubernamentales. Por lo que respecta a los equilibrios en el Congreso, las cosas se complican aún más porque con la ausencia del exministro, cuando sea suspendido como diputado –la mesa no podrá tomar la decisiónhasta que el alto tribunal resuelva el último recurso del exministro–, la abstención de Junts no será suficiente para que el ejecutivo español salve las votaciones.
En medio de todo, hay varios filones que le sirven a Pedro Sánchez, pero también al PSOE, para tratar de coger algo de aire. De entrada, desde la Moncloa se aferran, como han hecho habitualmente, a las políticas económicas para sacar pecho de gestión de gobierno y estabilidad. Ponen de ejemplo el acuerdo con los sindicatos para subir los sueldos públicos un 11% hasta el 2028, y que el propio Sánchez quiso ratificar el jueves, y la revalorización de las pensiones un 2,7% en el 2026. Ambas cosas se tendrán que votar en el Congreso antes de que acabe el año.
Asimismo, gobierno español y partido mantienen que el presunto caso de corrupción en el que están implicados Cerdán y Ábalos, así como el exasesor de este último, Koldo García –también encarcelado desde este jueves–, no es equiparable a los casos que en un pasado les han salpicado al PP, ni como G. Ni en la Gürtel –lasentenciade la primera etapa de la trama (1999-2005) condenó al PP como responsable a título lucrativo–, porque no se ha acreditado, por ahora, que el PSOE se haya financiado ilegalmente. Ni al caso Cristóbal Montoro, investigado por un juzgado de Tarragona. "No todos nos comportamos igual ante un caso de corrupción. Algunos miran hacia otro lado. Quien destruye ordenadores a martillazos. Quien calla ante el mayor caso de corrupción de la historia de nuestro país, como es el caso Montoro", ha afirmado Saiz en referencia a los populares. De hecho, desde la Moncloa siempre se ha reivindicado que cuando la investigación del caso Koldo, también llamado caso Ábalos, acabó colocando a Santos Cerdán en el punto de mira, Sánchez pasó al ataque sin miramientos: defendió la limpieza del PSOE, cesó a Cerdán de su cargo como número tres y anunció una comisión.
"Sería el golpe definitivo", opina una voz del entorno del presidente español en referencia a si se demuestra que ha habido financiación ilegal del PSOE. Mientras esto no ocurra y todo se quede en "cuatro manzanas podridas", pese al impacto en cuanto a la responsabilidad política, el escenario de un adelanto electoral se disipa. "El caso se centra en tres personas", insisten fuentes gubernamentales, que reafirman la "determinación" al agotar la legislatura. Es decir, que no habría elecciones hasta el 2027.
"A menos que [Sánchez] vea que tiene opciones que los resultados le pueden ir bien", apunta la misma voz consultada. De hecho, en la almendra de la capital española también hay quienes pronostican que la legislatura no durará más allá del 2026, sobre todo teniendo en cuenta el calendario electoral autonómico, empezando por Extremadura este 21 de diciembre, y en el que las encuestas no son favorables a los socialistas.
Temor a qué pueda decir Ábalos?
Pero, y si Ábalos "estira la manta", ¿cómo pide el PP? Ya antes de entrar en prisión, el exministro disparó hacia la Moncloa. Y el último ataque ha llegado una vez dentro, y ha estado sobre Begoña Goméz, la esposa de Pedro Sánchez, y su papel en el rescate de Air Europa –el magistrado Juan Carlos Peinado sigue investigando el caso, pese a que la Audiencia de Madrid recortó la causa–. "Es poner el dedo en el ojo a Sánchez, pero es una piscina sin agua", sostiene una fuente en el ARA.
Una falta de agua que también comparten desde el gobierno español, que por contener el impacto de las revelaciones del exministro no duda de mostrar contundencia y de alejar cualquier sensación de temor: "Piensan que implicar a otras personas les puede traer beneficios [...], pero este partido, este gobierno, nunca se dejará sacarlo". aseverado la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este viernes en declaraciones a los medios de comunicación.
Gasolina para el PP
Más allá de incitar al exministro de Transportes a hablar, los populares aprovecharon la prisión provisional de José Luis Ábalos para convocar el domingo una nueva manifestación "abierta y cívica" en Madrid, con la que pide protestar "contra los corruptos y todos los que los sostienen". Los de Alberto Núñez Feijóo llevan tiempo haciendo sangre con los casos judiciales que acorralan al PSOE y Pedro Sánchez. Sin embargo, en la Moncloa sostienen que la estrategia será no entrar en lo que consideran "la máquina del barro".
En este contexto, los populares también presionan a los partidos que permitieron la investidura de Sánchez, PNV y Junts, para que apoyen una moción de censura por la que, de momento, no le salen los números –por ahora, el PP solo contaría con Vox–. Este mismo viernes, Feijóo ha reclamado la implicación de Fomento del Trabajo: "Me faltan los votos de los suyos", les ha trasladado en referencia a los de Carles Puigdemont. Pero con Vox de por medio –más allá de la moción, el PP los necesita para gobernar en lugares como la Comunidad Valenciana, pero también en Extremadura, según la última encuesta del CIS–, este es un escenario que fuentes empresariales consultadas por el ARA ven "imposible".
Mientras tanto, la gran incógnita que se cierne sobre el desenlace de todo ello es qué efecto puede tener el posible retorno de Carles Puigdemont a Catalunya. De momento, Moncloa hace manos y mangas para que el bloqueo con los junteros no se acentúe. No solo con el tono que utilizan los ministros en el Congreso, en el que no se pasa al ataque directo, sino también tratando de avanzar en los acuerdos: mientras la multirreincidencia se está tramitando en la cámara baja española, el ministro de Exteriores volvía a defender este viernes la oficialidad del catalán.
Koldo García se niega a declarar en la Audiencia Nacional al día siguiente de entrar en prisión
Koldo García se ha acogido al derecho a no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional que le investiga por los contratos de mascarillas del gobierno canario. Fuentes de su defensa alegan "indefensión" y justifican que "carece de elementos de defensa" porque no le han devuelto los móviles.
Las mismas voces consultadas por el ARA denuncian un "agravio comparativo" con Víctor de Aldama, a quien sí devolvieron los dispositivos y muestran predisposición a declarar: "Hablará cuando pueda refrescar la memoria". Koldo García ha pasado la primera noche en prisión de Soto del Real , donde esta noche ha compartido celda con Ábalos. Llegó a la Audiencia Nacional a las 8.45 h con la misma ropa que llevaba ayer en el Supremo.