Sánchez y el calendario del nuevo curso político
MadridLo más interesante del nuevo curso político, que ya se avecina, es cómo manejará el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el calendario político. O mejor dicho, cómo intentará organizarlo. El matiz es importante porque las decisiones más relevantes están en sus manos, pero cada vez más condicionadas por un conjunto de factores de difícil previsión. Por un lado está la actuación del aparato judicial y los casos de delitos relacionados con la corrupción. El caso más peligroso para el gobierno sigue siendo el de los antiguos secretarios de organización del PSOE, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, siempre acompañado de Koldo García y sus grabaciones.
Pero por otro lado también hay la causa contra el fiscal general, Álvaro García Ortiz, y la que afecta a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, que tiene desde el principio un amplio seguimiento en la prensa internacional. La otra gran incógnita, que influirá decisivamente en el calendario político, es la relativa a las relaciones con los socios del pacto de investidura, así como el compromiso del líder socialista, en el sentido de que este otoño sí presentará un proyecto de presupuestos, sin esperar necesariamente a tener el apoyo asegurado para su aprobación.
En cuanto al primero de estos asuntos, la prensa extranjera –y por supuesto la más cercana al PP y Vox dentro de la M-30 madrileña– le saca mucho jugo desde hace meses al capítulo judicial, con titulares cada vez más espectaculares, que llegan a considerar que el tiempo político de Sánchez se está agotando.
Ya en mayo del año pasado, por ejemplo, el principal diario italiano, Corriere della Sera, informaba de "la fallida dimisión de Pedro Sánchez" tras retirarse a reflexionar durante cinco días sobre su continuidad al frente del ejecutivo de coalición, como respuesta al inicio de los autos del juez Juan Carlos Peinado ante Begoña Gómez por supuestos delitos de corrupción. La información añadía que "lo que podría parecer un gran teatro político en realidad refleja una de las culturas políticas más tóxicas de la Europa Occidental actual", en referencia a que "en España, las leyes y la política chocan con mucha mayor frecuencia que en otros países".
La ausencia en la cita de líderes europeos
Será interesante, en este sentido, ver qué recorrido tendrá ahora la denuncia presentada por el ministro Félix Bolaños contra el propio juez, después de que el Supremo rechazara el intento del magistrado por imputar al titular de Presidencia y Justicia, considerando que la petición de Peinado no tenía nada "apoyo indiciario". La existencia de "diligencias informativas" sobre la actuación de este magistrado ha tenido un eco limitado este agosto en el que el seguimiento de la actualidad del país se ha centrado, lógicamente, en la angustia por el curso de los incendios forestales y sus consecuencias. Pero, en cambio, sí se ha destacado que el juez Peinado ha lanzado una nueva acusación contra la principal investigada del caso, la mencionada Begoña Gómez, y su asesora en la Moncloa, Cristina Álvarez, por un nuevo delito de malversación.
Este tipo de decisiones judiciales sí tienen una onda expansiva informativa inmediata, aunque su recorrido posterior resulte muy incierto. Se trata de alimentar la tesis de la pérdida de credibilidad y capacidad de influencia exterior del gobierno, en un momento en el que Sánchez ha estado ausente de citas sumamente importantes. Entre ellas figura, obviamente, la de los principales líderes europeos con el presidente estadounidense, Donald Trump, después de que se entrevistara con el presidente ruso, Vladimir Putin, para negociar un posible acuerdo que acabara con la guerra de Ucrania.
Si la atención del país no estuviera tan centrada en la tragedia de los incendios, esta ausencia habría provocado muchas más críticas, todo tipo de literatura política e iniciativas parlamentarias para exigir información y explicaciones a fondo. Sánchez debe estar forzosamente preocupado por las causas por las que no se ha contado con él para participar en tan relevante cita.
No creo que la razón tenga relación con los mencionados casos de corrupción y su influencia en una supuesta pérdida de prestigio internacional. Más bien parece que la causa está en el deseo de facilitar un clima distendido en el encuentro de los líderes europeos con Trump en la Casa Blanca. Es evidente que las relaciones del gobierno español con el estadounidense han encadenado en este período muchos motivos de divergencia, empezando por la negativa al crecimiento del gasto militar hasta el cinco por ciento del PIB.
Sobre la cuestión de fondo en relación a la guerra de Ucrania, en cualquier caso, la posición de España es muy clara, y la sintetizó el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en unas declaraciones a la empresa de información financiera Bloomberg esta semana. "Necesitamos un alto el fuego, en primer lugar, para asegurarnos que detengamos la matanza de personas. Y después querremos ver a Rusia, que no da señales de tener buena fe, participando en una conversación real para una paz justa y duradera", defendió Albares.
La negociación por el catalán en Europa
Albares tendrá el próximo trimestre un trabajo más, reclamado como indispensable por el líder de Junts, Carles Puigdemont, sobre el reconocimiento del catalán como lengua oficial en la Unión Europea. Se trata de una negociación que no será fácil para el gobierno español, vistas las resistencias ya detectadas en capítulos anteriores, entre ellas las del PP. Juntos, en cualquier caso, no quiere reducir sus exigencias al avance en la aplicación de la ley de amnistía al delito de malversación, cuestión en la que el Constitucional puede jugar ahora un papel importante.
Puigdemont insiste en que el apoyo de su grupo nunca se puede dar "por supuesto", pero este verano ha criticado a "los arquitectos del caos", en referencia a otras minorías presentes en el Congreso. Habrá que ver quién gana el premio de arquitectura a la negociación del proyecto de presupuestos del Estado para 2026. Si el gobierno los presenta y pierde la votación por su toma en consideración, la opción de elecciones anticipadas quedará más abierta. E imagináis si en paralelo hay novedades judiciales explosivas sobre los casos de corrupción que afectan al PSOE. Ésta sí que sería la tormenta perfecta que el PP espera desde el inicio de la legislatura.