Sánchez espera convencer a los socios para seguir en la Moncloa pese a la cárcel de Cerdán

Madrid"Son momentos muy duros para la coalición de la investidura. Somos conscientes del problema, pero la solución no pasa por echar la toalla, creemos que podemos seguir gobernando". Fuentes de la Moncloa resumen así la peor etapa de los siete años de Pedro Sánchez en el gobierno español al día siguiente de que el hasta hace poco número tres del PSOE ingresara en prisión de Soto del Real por corrupción. "Ver entrar en prisión a Santos Cerdán es una imagen tan estremecedora como decepcionante. Siendo conscientes de que esta imagen era posible a raíz de hechos vergonzosos y terribles, no deja de ser una imagen decepcionante y dolorosa", decía la portavoz de la Moncloa, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros.

Sánchez no ha presidido este encuentro –lo ha presidido la vicepresidenta primera, María Jesús Montero– porque se ha llenado la agenda de actos en la cumbre de la ONU sobre financiación al desarrollo que se está celebrando en Sevilla. Sin esperarse a que Cerdán sería encarcelado, el lunes remarcó que la justicia debe continuar su curso y que el PSOE ya actuó en cuanto se conocieron los indicios contra el ex secretario de organización del partido. Pero los socios piden algo más: medidas contra la corrupción que el jefe del ejecutivo del Estado se reserva para la comparecencia en el Congreso del 9 de julio y que, en principio, abordará este miércoles en una reunión de seguimiento de la coalición con Sumar.

Y es que Yolanda Díaz ha vuelto a elevar el tono: "Es una vergüenza", ha dicho, preguntada por la entrada en prisión de Cerdán. Desde Sevilla, la líder de Sumar ha exigido al PSOE "explicaciones de forma rápida para saber qué ha pasado" y ha advertido de que, ante la corrupción, no se puede actuar con "medias tintas". "La situación es muy grave", reiteró la vicepresidenta segunda del gobierno español. No se descarta que este miércoles se puedan acordar algunas propuestas conjuntas de ambos socios de la coalición. "Nuestro planteamiento es público y son condiciones en dos sentidos: medidas contra la corrupción, garantías de aseo y cumplir íntegramente con el programa de gobierno", ha reclamado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, desde la Moncloa.

De momento la Moncloa cree contar con el apoyo del resto de aliados parlamentarios. Haberle dado la espalda al PP en las llamadas de este martes para una moción de censura es un mínimo oxígeno para Sánchez, pero en el gobierno español saben que la prueba de fuego es contar con su apoyo en las votaciones. Por un lado, presumen de que no hay derrotas sonadas en el Congreso; por otro, admiten que las medidas anticorrupción que se presenten tendrán que contar con su aval para poder superar políticamente el terremoto del caso Cerdán. A corto plazo, Sánchez ha descartado elecciones –Alegría ha insistido en que la legislatura llegará a 2027– y también una cuestión de confianza que serviría para poner a prueba el apoyo de los aliados parlamentarios. Lo que dice la calculadora es que Podemos tendría en su mano que Sánchez obtuviera o no la confianza de la cámara, y este martes su líder, Ione Belarra, ya ha comparado al actual PSOE con el de los GAL o Filesa.

La financiación del PSOE

El encarcelamiento de Cerdán, acompañado de un contundente auto del juez Leopoldo Puente, ha levantado de nuevo las sospechas sobre una hipotética financiación ilegal del PSOE. Alegría le ha negado taxativamente escudándose en los informes favorables del Tribunal de Cuentas y las auditorías externas, si bien estas herramientas difícilmente pueden localizar el dinero que se haya podido mover en negro. Sea como fuere, en la Moncloa creen poder afirmar con base suficiente que no ha habido financiación irregular de la formación, lo que sería una línea roja para los socios. "Si esto escala, debe ser la gente quien decida el futuro del país", sostienen fuentes de ERC, en referencia a si la corrupción que ahora salpica a Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García llega más arriba.

Mientras el escándalo siga acotado, en el gobierno español creen que Sánchez ya ha asumido las responsabilidades políticas que corresponden. Defienden haber exigido la dimisión de Ábalos cuando se produjo la detención de Koldo García –era su asesor– y que ahora Sánchez no tenga que apartarse cuando se ha encarcelado a Cerdán –uno de sus máximos colaboradores– porque hay una diferencia clave: que el presidente no sabía lo que estaba haciendo el ex número tres del partido. Alrededor del presidente se muestran convencidos de que si hubiera audios que apuntaran a que Sánchez lo sabía ya habrían salido. Habrá que ver si Ábalos afirma en sede judicial, como habría hecho en una conversación con Ok Diario, que el presidente español le advirtió de la investigación de la Guardia Civil en Koldo en septiembre del 2023, cinco meses antes de que detuvieran al exasesor. A raíz de esta publicación, Vox ya ha presentado una querella contra Sánchez.