Sánchez pide a la UE que acelere el refuerzo de fronteras y el reparto de migrantes
El presidente español se mueve después de que el PP suspendiera las negociaciones sobre Canarias
MadridRodeados de crispación y reproches cruzados, el gobierno español y el PP han realizado un acercamiento en materia migratoria. El lunes los conservadores suspendían las negociaciones sobre el reparto de menores que se encuentran en Canarias porque Pedro Sánchez no pedía ayuda a la Unión Europea y este miércoles el jefe del ejecutivo del Estado se ha dirigido a Bruselas: en su comparecencia en el Congreso, ha solicitado a la UE que avance la puesta en marcha del pacto de migración y asilo aprobado el año pasado para que entre en vigor en verano de 2025, en lugar del de 2026, y se agilice el control de fronteras y el reparto (voluntario) de migrantes en los países europeos.
Habrá que ver si el movimiento de Sánchez tiene alguna traducción en clave española. El presidente español ha exigido de nuevo al PP que acceda a la reforma de la ley de extranjería para que los menores que colapsan los servicios de Canarias e impiden una atención adecuada, tal y como denuncia su presidente, Fernando Clavijo, puedan ir a parar en otras comunidades. El gobierno español ha ido abriendo la puerta en los últimos días a ayudar a los territorios con más recursos. Este jueves, precisamente, Sánchez se reúne con Clavijo en la Moncloa, en el marco de la ronda de reuniones semanales con presidentes autonómicos.
"Pedimos que asuman su responsabilidad", ha trasladado Sánchez al PP, y ha soltado un eslogan para señalar a la derecha: "Somos hijos de la migración, no seamos padres de la xenofobia". El líder del PSOE ha acompañado la petición de la UE de otros anuncios en clave interna y ha prometido que el próximo mes llevará al consejo de ministros una reforma del reglamento de extranjería para agilizar los procesos de los migrantes que ya residen en España, " eliminando trámites burocráticos innecesarios, ordenando figuras de arraigo y creando nuevas figuras sobre empleo y las redes familiares”. Asimismo, explicó que pondrá en marcha un plan estatal de "integración y convivencia intercultural" para promover la "inclusión" de los migrantes que llegan y residen en el Estado. En este sentido, ha subrayado que "todo el mundo debe respetar" valores constitucionales como la libertad de expresión, la laicidad del Estado o la autonomía de las mujeres.
En defensa de la inmigración
Sánchez ha querido trasladar una imagen que la derecha es contraria al fenómeno migratorio y ha combatido el discurso según el cual los recién llegados sobresaturan a los centros sanitarios y toman los trabajos a los españoles. El presidente español ha explicado que su tasa de actividad es cuatro puntos superior, que aportan el 10 por ciento de los ingresos a la Seguridad Social y que utilizan los servicios públicos y prestaciones sociales un 40 por ciento menos que los nacidos en el Estado. También ha subrayado que sectores como la agricultura, la construcción y la hostelería "se hundirían" porque entre el 25 por ciento y el 50 por ciento de sus trabajadores son extranjeros. Además, remarcó que sólo el 6 por ciento de los inmigrantes llegan de forma irregular y el 94 por ciento llegan de forma "totalmente legal y ordenada".
En la réplica, Feijóo ha acusado a Sánchez de no tener política migratoria y ha lamentado que la bancada del gobierno español se ría del acuerdo del PP en materia migratoria con el gobierno de Canarias y avalado por las comunidades que preside. "Ha dejado solo al gobierno canario desde el principio de la crisis, durante la crisis y hoy", ha denunciado el líder del PP. Sin embargo, el grueso de su intervención no ha girado en torno al tema que su propio partido había propuesto, sino sobre la reforma legal que favorecerá a presos de ETA para cumplir las condenas en España. De hecho, los conservadores han interrumpido a Sánchez cuando su senadora Marimar Blanco, hermana del exconcejal de Ermua asesinado por ETA Miguel Ángel Blanco, ha entrado en el hemiciclo y ha propiciado una ovación de la bancada de la derecha. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha tenido que pedirle que se ciñera a la cuestión migratoria.
Sánchez le reprochó a Feijóo que haya dedicado sólo unos minutos a hablar de inmigración y, en la segunda intervención en el debate, achacó a la falta de liderazgo del líder del PP el bloqueo en el acuerdo para reformar la ley de extranjería . Según el presidente español, Feijóo está ligado por la amenaza de Vox con no aprobar los presupuestos populares en las autonomías y por la línea dura de Isabel Díaz Ayuso. "El problema es que su jefe no le deja", remachó.