Vox y PP dejan a Cs sin recurso contra los presupuestos

Si el Govern tiene suficiente apoyo, las cuentas se aprobarán el 23 de diciembre sin pasar por el Consejo de Garantías

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De bajo arriba: las cabezas de filas de Cs (Carlos Carrizosa), Vox (Ignacio Garriga) y PP (Alejandro Fernández) al Parlamento .

BarcelonaSi el Govern obtiene suficiente apoyo, los presupuestos no tendrán que pasar por el Consejo de Garantías Estatutarias (CGE), se aprobarán el 23 de diciembre y el 1 de enero Catalunya tendrá nuevas cuentas. El único elemento externo que podía demorar la aprobación era un recurso al Consejo, pero Ciutadans se ha quedado solo –Vox y PP le han dado la espalda– y no tendrá recorrido porque se necesitan catorce diputados o dos grupos parlamentarios. Mientras la negociación por los presupuestos pone a prueba a la unidad independentista en la cámara, la primera que se ha roto ha sido la unionista. Primero, Vox ha descartado llevar las cuentas al CGE porque estudia ir directamente al Tribunal Constitucional –los portavoces de la extrema derecha dicen que no confían en el Consejo– si detecta partidas ilegales. Y, poco después, fuentes del PP consultadas por el ARA también han rechazado ir al órgano consultivo. El motivo no tiene nada que ver con el de Vox: los populares consideran que el recurso tendría pocas probabilidades de prosperar y añaden que solo van cuando hay dudas razonables sobre la legalidad.

Esto acerca algo más el Govern a cumplir la promesa de que las cuentas entrarán en vigor el 1 de enero. Si hubiera llegado la impugnación –necesariamente a mediados de diciembre–, los miembros del Consejo habrían tenido un mes de margen para emitir una resolución. Todo esto, contando que habría habido vacaciones de Navidad por en medio.

La estrategia de Cs para visualizar la oposición en los presupuestos pasaba precisamente por abanderar la opción del Consejo de Garantías Estatutarias, donde decían que presentarían un recurso para denunciar que partidas de Exteriores, Cultura y Políticas Digitales eran inconstitucionales porque "alimentaban" el proceso soberanista. La mesa ya tumbó la petición que los naranjas hicieron en este sentido pidiendo que se parara la tramitación de las cuentas. Lo hizo por unanimidad de los miembros, de Junts, ERC, el PSC y la CUP. La segunda carta que podían jugar era, al cabo de unas semanas, el Consejo, pero el PP y Vox han cerrado la puerta.

Ir al TC

Ahora a Cs solo le queda la opción de recorrer las cuentas al Tribunal Constitucional –como estudia hacer Vox–, pero los continuos reveses electorales juegan en su contra. Para llegar a el TC –el CGE es consultivo, a diferencia del TC–, la vía más fácil para los partidos del Parlament es que su grupo en el Congreso interponga el recurso: necesitan la firma de cincuenta diputados de la cámara baja y, en cambio, si se hace desde el Parlament el proceso es más complejo y se tendría que aprobar por mayoría en el pleno. Para Vox esto no representa ninguna complicación, porque tiene a 52 diputados en la cámara baja. Pero los naranjas, con 10 diputados, tendrían que volver a buscar aliados. Además, solo podrán presentar un recurso al TC cuando los presupuestos se hayan publicado en el Boletín Oficial del Parlament. Pase lo que pase, que las cuentas entren en vigor el 1 de enero ya solo depende del Govern y la CUP o los posibles socios que entren en juego si los anticapitalistas deciden presentar una enmienda a la totalidad.

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