Vuelve el Pacma, el partido extraparlamentario más popular

El partido no pudo reunir los avales en el 2021 por la pandemia y ahora tendrá de nuevo papeleta en Barcelona, ​​Gerona y Tarragona

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Manifestación anual del PACMA en Madrid contra la tauromaquia.

BarcelonaLa pandemia interrumpió la racha del Pacma en Cataluña: desde el 2006 se había presentado en todas las elecciones catalanas con una tendencia de voto ascendente sin sobrepasar nunca el 1%que le ha consolidado como el partido extraparlamentario por excelencia. De hecho, se ha convertido en la formación con la que todo el mundo compara los partidos que quedan fuera del arco parlamentario. En las últimas elecciones catalanas a las que se presentó (en 2017) fue el partido más votado de los que se quedaron sin escaño, y en las elecciones generales de 2023, por ejemplo, superó al PDECat por 4.000 votos (en las de 2015 se quedaron a 20.000 votos de Unió).

En el 2021 el riesgo de contagio de cóvido hizo que sus simpatizantes renunciaran a salir a la calle para recoger los avales, lo que les dejó fuera de la carrera electoral. Ahora el Pacma vuelve a las urnas con una apuesta clara contra los macroproyectos en un momento en el que detectan una sensibilización al alza sobre la agenda climática, especialmente entre los más jóvenes, que podría jugar a favor. Habrá papeleta animalista en Barcelona, ​​Gerona y Tarragona. En Lleida reunieron los avales, pero el militante que tenía que entregarlas tuvo un problema de salud grave y no llegaron a tiempo. No hubo clemencia: la Junta Electoral se negó a darles mayor margen y, pese a las quejas de la militancia local, les tumbó la candidatura.

¿Pero tiene Pacma algo más que ofrecer, aparte de la agenda animalista? Su candidato por Barcelona, ​​Iván Guijarro, asegura que sí: "También defendemos los derechos sociales de todas las personas y un nuevo modelo económico que respete el medio ambiente. Esto mejoraría mucho la vida de todos", explica en el ARA. ¿Y en la cuestión nacional? El partido tiene militantes independentistas y no independentistas, apunta, pero todos coinciden en que la prioridad es la lucha contra el cambio climático y no el Proceso. Fuentes de la dirección aseguran que aceptarían un referéndum pactado, aunque admiten que en esa carpeta deberían abrir un debate interno para acabar de posicionarse, al igual que con la amnistía. En el programa llevan propuestas para permitir la entrada de animales en albergues, hospitales y casas de acogida para mujeres maltratadas, reformar la ley de protección animal y prohibir las macrogranjas. Si Salvador Illa, Pere Aragonès o Carles Puigdemont les compraran todo esto, tendrían su voto, garantiza Guijarro.

Siempre en solitario

El Pacma siempre se ha presentado en solitario en Catalunya –a nivel estatal, se exploró un entendimiento con Podemos que no tuvo éxito– y es muy crítico con los partidos de izquierdas: "La izquierda catalana es taurina. No se opone claramente a los correbous ni en la ganadería industrial", lamenta Guijarro, que tiene una gata y dos perros adoptados. Uno de estos perros proviene de un matadero de carne de perros de China y fue rescatado por unos activistas. "Esto no es distinto al que pasa en las macrogranjas", alerta el candidato, que creció entre Leganés y Bigues y Riells. No es un recién llegado a la lucha animalista: lleva 15 años militando y en el 2008 fue uno de los militantes que saltó a la plaza de toros de la Monumental (y que por poco fueron linchados por el público) para pedir la abolición de la tauromaquia que el Parlamento aprobó dos años más tarde, es técnico de imagen, aunque tiene formación como etólogo de animales y ahora dirige una oficina de Correos.

Pese a que el partido espera buenos resultados en Barcelona –en Valldoreix se quedaron a 60 votos de sacar a un concejal a las municipales–, admite que todavía está lejos de poder sacar a un diputado. Aún así, la responsable territorial de Cataluña, Beatriz Arévalo, destaca que la campaña catalana, tras las vascas y las gallegas, les servirá para calentar motores para las europeas, donde sí por primera vez confían en quitar representación: los resultados a las generales (casi un 1%) en votos les sitúan todavía lejos de este hito, pero los animalistas confían en que en unos comicios como los europeos los electores pueden ser más proclives a apostar por un partido alternativo que defienda la agenda verde en Europa.

1.300 afiliados catalanes

Pese a ser minoritario, Pacma es un partido organizado y con militancia: tiene un total de 5.000 afiliados –1.300 en Catalunya– y una base de simpatizantes de 30.000 personas. Mayoritariamente son mujeres, por lo que el partido tiene dificultades para formar listas paritarias en un sentido inverso al de la mayoría de formaciones. Para este 2024, ya nivel estatal, tiene un presupuesto de poco más de 600.000 euros, todos ellos de origen privado. 488.000 vienen de los afiliados, mientras que 113.000 son de donaciones puntuales. Para las tres campañas previstas a principios de año –las gallegas, vascas y europeas– había previsto un gasto de 91.870 euros. Las catalanas no entraban en sus planes y, por tanto, el Pacma tendrá que empescarlas para conseguir financiación extra. De momento, aceptan donaciones online y realizan rebajas en su merchandising antiguo para liquidar el stock con el logo antiguo del partido, que ha renovado su imagen recientemente.

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