20 años del matrimonio igualitario: "Casarse también es un acto reivindicativo"
Entre julio de 2005 y 2023 se oficializaron en Cataluña más de 10.000 uniones civiles entre personas del mismo sexo
BarcelonaLa aprobación, hace veinte años, del matrimonio igualitario supuso para el colectivo LGTBI la conquista de un derecho civil, la "normalización" de las parejas del mismo sexo, y más aún de las mujeres lesbianas. Lo remarca el activista y artista Alpe Conceptes, que desde que era un adolescente, en el tardofranquismo, se había movido por el ambiente barcelonés –donde conoció a los que fueron los grandes referentes de la lucha del colectivo– y que, acogiéndose a la ley holandesa, había formalizado por notario la unión con su pareja hombre en el año 10. una ceremonia que acabó con una comida familiar. Años después, en el 2000, la pareja se separó y regresó al notario para rehacer sus respectivos testamentos. En ese momento, el matrimonio igualitario no estaba en la agenda social y Llucià Ainsa vivía su homosexualidad de puertas adentro, lejos de las reivindicaciones y de la lucha LGTBI.
Hasta 2023 (los últimos datos del Idescat), en Catalunya se oficializaron 10.377 matrimonios igualitarios, de los cuales 4.305 son entre mujeres. Llegar hasta aquí no fue un camino fácil, pero, como afirma Conceptes, suponía "haber logrado el objetivo después de tantos años de lucha": que las leyes reconocieran derechos, si bien todavía se encontraban reticencias en la sociedad.
En junio de 2005, buena parte del debate político, social y mediático lo llenaban los argumentos en contra y en favor del matrimonio homosexual. Con la oposición de la derecha y la Iglesia católica, el Congreso desestimó el veto del Senado y finalmente, el pasado 30 de junio, aprobó la modificación del Código Civil, que permitía las uniones entre personas del mismo sexo. Era todo un hito y situaba al Estado en la vanguardia, junto con los Países Bajos, Bélgica y Canadá. Hoy, el Rainbow Map afirma que España es el quinto país de todo el mundo que menos discrimina al colectivo LGTBI.
Ainsa y Conceptes se conocieron en el 2008, pero no decidieron registrar oficialmente la unión hasta que en el 2012 el Tribunal Constitucional desestimó el recurso planteado por el PP. "La ley estaba en falso hasta entonces", explica Ainsa, quien justifica la decisión de casarse como un "acto de hacer público el amor de pareja, pero también como un acto de reivindicación política".
Finalmente, el 13 de junio del 2013 ("el 13 es nuestro número de la suerte", dicen) se dieron el "sí quiero" en la sede del distrito del Eixample de Barcelona, porque recibieron una negativa a celebrar la ceremonia en el salón de actos del Ayuntamiento de Badalona. A los novios les vistió el diseñador Josep Abril, y quisieron simbolizar la unión luciendo unos tirantes con los colores del arco iris. De la misma forma, se organizaron las mesas del centenar de invitados que llenaron la sala del Casinet de Hostafrancs. De los pocos disgustos o experiencias negativas en torno a la boda que recuerdan está el de la elección de los anillos, porque no pudieron disfrutar del descuento anunciado por una joyería porque la oferta era sólo para "un anillo de hombre y uno de mujer".
Dos posturas
La trayectoria de Ainsa y Conceptos ilustra bastante bien cómo fue la vida de muchos homosexuales durante la dictadura y en los años de conquista de derechos y de visualización del colectivo. Lambda, y debido a que, con 15 años, en una redada de los grises, le detuvieron y violaron "por maricón". Cuando la policía llamó a la madre para que le fuera a buscar a la comisaría de la Vía Layetana, le mintieron diciendo que le habían robado y la habían encontrado desnudo. Durante tres décadas, Conceptos bloqueó la experiencia como una manera de "seguir adelante y sobrevivir" ya partir de entonces aún se la va represión. más ahora, con toda la reacción en Estados Unidos, Hungría o aquí con Vox", señala.
En la otra cara, Ainsa pasó años en el armario. De jovencito recuerda haberse sentido diferente a lo que se consideraba una sexualidad "normal y sana", hasta el punto de haberse preguntado si el hecho de que le gustaran los hombres no debía de ser "lujuria". El punto de inflexión fue cuando explicó en el trabajo que se casaba con un hombre, en un día que recuerda como "una liberación para dejar de cargar con una losa" de tantos años a escondidas. "Te acostumbras a estar en el armario", afirma, y admite que escuchando las historias de su marido siente "cierta envidia" por no haberse soltado antes. Quizás por eso, ahora no esconde los sentimientos por la calle y participan en todas las actividades que pueden en entidades tanto en Barcelona como en Sitges, donde viven desde hace unos años. "Nos hemos llegado a coger de las manos oa besarnos en público para hacer pedagogía, porque de vez en cuando aún vemos miradas extrañas", afirma Ainsa.
Superados los 60 años, ambos militan en la causa que defiende la Fundación Enlace, que batalla para que las personas mayores y vulnerables del colectivo mantengan los derechos y, por ejemplo, reciban un trato digno en las residencias geriátricas. "Nos hemos encontrado con que meten parejas en habitaciones con otra persona desconocida, ignorando que tienen una intimidad", se quejan por subrayar que los derechos ganados "son débiles".
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El contexto político y social
El matrimonio igualitario es una de las grandes propuestas electorales del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. Cuenta con el apoyo de las formaciones progresistas y la oposición del PP y la Iglesia católica, que afirman que la iniciativa atenta contra la institución de la familia.
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Presión del PP y los obispos
El 18 de junio, el Partido Popular y el Foro por la Familia convoca en Madrid una manifestación para exigir la retirada de la propuesta, que cuenta con la participación de distintos obispos españoles y la plana mayor de los populares. Entre las consignas se sienten la de "Matrimonio verdadero de hombre y mujer" o "La familia es lo que importa".
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30 de junio: el sí del Congreso
Tras desestimar el veto del Congreso, con mayoría del PP, el Congreso aprueba definitivamente la ley de la modificación del Código Civil, con los votos a favor de PSOE, ERC, PNV, IU, BNG y diputados de CiU, que da libertad de voto. En contra se pronuncia el PP y la UDC de Josep Antoni Duran Lleida. España se convierte en el cuarto estado en el mundo en reconocer las uniones del mismo sexo, después de Países Bajos, Bélgica y Canadá.
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Resolución del recurso
El PP presenta un recurso en el Tribunal Constitucional, que tarda siete años en resolver a favor de la norma por una mayoría de ocho votos a favor, por tres en contra. Los magistrados entienden que el matrimonio entre personas del mismo sexo no vulnera la Constitución, que en el artículo 32 utiliza la expresión "hombre y mujer", sino que responde a la protección de los derechos del colectivo. Pese a la oposición, cuando el PP gana las elecciones y Mariano Rajoy gobierna con mayoría no promueve restricción alguna en esta materia.
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Adopciones
En 2002, Cataluña se convierte en la primera comunidad en reconocer el derecho de las familias homosexuales a adoptar criaturas, gracias a la modificación del Código de Familia, tres años antes de que se autorizara al conjunto del Estado.