55 quejas en tres meses por cambiar del catalán al castellano en la universidad

Universidades calcula que el 70,5% de las asignaturas se ofrecen en catalán, un poco menos que hace cuatro años

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Un grupo de estudiantes universitarios, a la UAB

BarcelonaLas universidades catalanas han recogido desde el inicio de este curso 55 incidencias de estudiantes que se han quejado porque la asignatura a la que se habían matriculado no se estaba impartiendo en la lengua anunciada en el plan docente. Lo más revelador, sin embargo, es que en el 100% de los casos las incidencias afectan "exclusivamente" al catalán: es decir, que a pesar de que estaba anunciado que las clases serían en catalán, el profesor acaba cambiando de idioma –normalmente, al castellano–. "Es un dato significativo que desvanece cualquier duda sobre cuál es la lengua minorizada y cuál es la lengua que tenemos que proteger", ha afirmado el director general de Impacto Territorial y Social del Conocimiento, Xavier Quinquillà, en la presentación de los datos del primer informe sobre los usos lingüísticos en las universidades.

En el 60% de los casos "se restituyó la lengua de impartición", y en casi el resto se cambió el profesor, cosa que, según Quinquillà, pone de manifiesto que los mecanismos internos de las universidades para preservar los derechos lingüísticos de los estudiantes "funcionan y sirven para revertir la situación". A pesar de que estas 55 reclamaciones representan solo el 0,1% sobre la oferta total de asignaturas de grados y másteres en Catalunya, Quinquillà ha admitido que hay "margen de mejora" para revertir las "debilidades" de la situación del catalán en las facultades.

Los datos que ha presentado Quinquillà indican un tímido retroceso de la oferta del catalán en la universidad, a pesar de que sigue siendo la lengua de docencia que más se utiliza: según el informe de Política Lingüística de 2018, el 75,6% de las asignaturas de los grados se impartían en catalán, y ahora el porcentaje ha bajado hasta el 70,5%. El 26,8% de las asignaturas se ofrecen en castellano y el 22,1% en otra lengua, mayoritariamente inglés. Los porcentajes suman más que 100 porque a veces una misma asignatura se ofrece en dos idiomas. En el caso de los másteres, la caída es más pronunciada: hace cuatro años, más de la mitad de asignaturas (54%) se ofrecía en catalán, y ahora solo lo hacen el 39,8%, mientras que el 37,9% son en castellano y el 32,9% en inglés.

Precisamente ahora hará un año que los rectores de las universidades públicas se comprometieron a parar la “regresión” del catalán en la docencia y la investigación con acciones concretas: garantizar la lengua prevista en los planes docentes, avanzar hasta lograr el 80% de la docencia de cada grado, posgrado y máster en catalán o conseguir que todos los grados (excepto los interuniversitarios o los que se cursan en lenguas extranjeras) se puedan impartir en catalán. En efecto, el artículo 35 del Estatuto de Autonomia establece que “todas las personas tienen derecho a recibir la educación en catalán” y que la lengua catalana “se tiene que utilizar normalmente como lengua vehicular y de aprendizaje en la educación universitaria y en la no universitaria”, pero muchos alumnos han denunciado a través de las redes sociales que hay profesores que, a pesar de que el plan docente de la asignatura diga que las clases son en catalán, las acaban haciendo en castellano, y más si estudiantes de otras comunidades o países lo piden.

Un plan en abril para fortalecer la lengua

Ante este panorama, el departamento de Universidades e Investigación ha anunciado un plan, que se presentará en abril, para fortalecer el catalán y consolidarlo como "lengua vehicular" en las facultades y en los centros de investigación. La consellera, Gemma Geis, ha explicado que ante el momento "delicado" de la lengua, sobre todo por el uso que hacen los jóvenes, la conselleria se ha visto "interpelada a intervenir" y a tomar medidas por "fortalecer" el catalán: "El sistema universitario y de investigación tiene que ser una pata más de este renacimiento de la lengua", ha dicho.

"Nunca habíamos tenido un modelo de política lingüística que abrace todo el sistema universitario", ha lamentado Jordi Matas, presidente de la Asociación Catalana de Ciencia Política, que también ha criticado que el Govern nunca haya reconocido formalmente el catalán como lengua de investigación –solo el 10,3% de las tesis doctorales son en catalán–. Para revertir esta situación, Matas ha apuntado que, de entrada, se tienen que "proteger los derechos lingüísticos" de los estudiantes con un plan sólido que no deje la garantía de estos derechos "en manos de los rectores o del azar", pero también se tienen que impulsar campañas de fomento de la lengua, plantear una buena acogida a los estudiantes, profesores e investigadores que llegan a las universidades catalanas y hacer acreditar un buen nivel catalán antes de ser profesor de universidad.

La presidenta del Institut d'Estudis Catalans, Teresa Cabré, ha pedido pensar en las consecuencias que tiene para la lengua y el país no actuar y ha instado al Govern a, sobre todo, mantener el "compromiso" por no solo aprobar este plan, sino, sobre todo, aplicarlo. "Es una cuestión de voluntad", ha alertado.

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