Pederaztia

57 años de cárcel para el pederasta de Barberà que tortuó a su prima

El hombre, que también abusó de otra familiar, sólo tendrá que cumplir el máximo de 20 años en un centro penitenciario

Lectura de sentencia pederasta de Barbera de las vallas Xaviel Padial.
19/06/2025
3 min

BarcelonaXavier Padial salía casi impertérrito de la sala, esposado y rodeado de seis Mossos d'Esquadra, directo a los calabozos. La Audiencia Provincial de Barcelona le acababa de comunicar, pocos minutos antes de la una de la tarde, una condena de 57 años de cárcel por torturar, tal y como esgrimió la Fiscalía durante el juicio, y haber abusado sexualmente de forma continuada a dos primas suyas, menores de edad, e inducir a la prostitución a una de ellas. Además, a este pederasta confeso de Barberà del Vallès también se le condena por elaboración tenencia de material pornográfico. Pero el hombre sólo tendrá que cumplir el máximo efectivo de la condena, 20 años.

La sentencia, que puede ser recurrida en los próximos diez días, también contempla una indemnización para las dos jóvenes víctimas: 400.000 euros para Laura —nombre ficticio para respetar la identidad de la chica, que cuando declaró tenía 23 años—, que sufrió los abusos desde 7 influencia de él; y 80.000 para la otra familiar, que sufrió también los abusos sexuales de su familiar. Por los abusos continuados a menores de 13 años, el tribunal impone una condena de 15 y 12 años de cárcel; por la elaboración de pornografía 9 y 8 años; la inducción a la prostitución de una de las dos menores le supone una pena de 12 años; y un año más por la posesión de pornografía. En total, 57 años, uno menos de lo que pedía la acusación particular.

Un juguete

La resolución de la sección 21 de la Audiencia Provincial de Barcelona llega ocho meses después de la celebración del juicio, que tuvo lugar entre el 14 y el 16 de octubre. Entonces, la Fiscalía remitió con fuerza contra el acusado y le hizo responsable de las "torturas" que durante 11 años sufrió Laura. La dureza del relato de la joven, que también recibió amenazas y coacciones, hizo que el ministerio fiscal considerase que Padial había hecho una "limpieza de cerebro" absoluta de su prima. "Era un juguete en manos del acusado", sentenció el fiscal en su turno de conclusiones. La joven relató como antes de encontrarse con los clientes, su primo, que la doblaba en edad, la "preparaba" y abusaba sexualmente de ella: "Debía practicar sexo con él para hacerlo bien con los clientes".

Padial intentó un pacto antes del juicio: admitir las agresiones a cambio de doce años de cárcel y unas indemnizaciones de 90.000 y 30.000 euros respectivamente. Tanto la Fiscalía como Laura se opusieron. Esto hizo que el procedimiento penal saliera adelante, y, durante su declaración en la Audiencia Provincial de Barcelona, ​​el hombre reconoció que había abusado de sus primas pequeñas. Relaciones sexuales con penetración cuando las niñas tenían seis o siete años, según remarcó el abogado de la acusación, Ángel Aso, quien solicitó 58 años de cárcel para Padial. Al acusado se le hallaron cerca de 60.000 imágenes de pornografía infantil y miles de vídeos sexuales. Aunque se aportó material gráfico del hombre agrediendo sexualmente a las menores, la defensa argumentó en todo momento que su representado no elaboraba pornografía y negó que prostituyera a su prima.

Sin embargo, los agentes de los Mossos d'Esquadra que aportaron su testimonio relataron cómo era él el encargado "de publicar anuncios ofreciendo servicios sexuales", se hacía "pasar" por la menor y se "ponía en contacto con los clientes". A través de diferentes plataformas, comoPassion.com, se anunciaban los servicios sexuales, en los que alguna vez participó también Padial. Todo esto mientras ella era aún menor de edad: tenía trece o catorce años cuando empezó. A cambio, Padial daba una propina simbólica a su prima.

Durante el juicio, Laura tuvo que visualizar las imágenes que formaban parte de la causa, en las que aparecían las dos víctimas agredidas por Padial y, en su caso, también por terceros. Fue uno de los momentos más duros del juicio que se celebró en octubre y que la defensa intentó anular por un error del tribunal, que permitió su presencia en la sala de Laura antes de hacer su declaración. Padial pidió seis años de cárcel porque consideraba que había atenuantes: hizo un pago por indemnizar a las chicas, había habido dilaciones en el proceso y confesó las agresiones a las dos menores.

El caso se destapó por casualidad en el 2019. La chica, que estaba haciendo un trabajo con unas amigas, se dejó el WhatsApp abierto en el ordenador. Entonces, en el despacho del abogado penalista Ángel Aso, se descubrió que la niña escondía los encuentros sexuales con sus clientes. Y quien lo organizaba era el primo.

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